El Misterio De La Bendición
Apóstol
Sergio G. Enríquez O.
Miércoles
18 de Mayo de 2011 22:33
En
los últimos meses, hemos estado viviendo acontecimiento tras acontecimiento,
como una cascada de acontecimientos propios del final de los tiempos, los
cuales podemos decir que al día de hoy, se encuentran en pleno desarrollo; a
tal grado que cada acontecimiento, casi no deja tiempo para detenernos y
analizar cada escenario o dónde podríamos ubicar cada acontecimiento de acuerdo
a todo lo que hemos estudiado, respecto a los escenarios del fin. Pero más
específicamente lo que podemos notar y que verdaderamente lo podemos señalar
como acontecimientos en pleno desarrollo, son los terremotos en todas partes
del mundo, con la frecuencia e intensidad que se han dado lugar; y en realidad
lo que sucede es que la tierra sigue temblando porque cada día que pasa, la
presencia de Dios se hace más y más manifiesta; entonces viene a cumplirse el
siguiente versículo:
Tierra, ¡ponte a temblar en presencia de nuestro
Dios! Él convirtió la roca en manantial. ¡Él es el Dios de Israel! (Salmos
114:7 BLS)
Sin
embargo la situación no es para ver solamente catástrofes en el mundo; porque
mientras todo esto acontece; nosotros hemos tenido la oportunidad de una
visión, en la cual la Nueva Jerusalén descendía para envolver a Su pueblo en
medio de tanta situación que está aconteciendo; pero lo asombroso es que
descendía porque encontró receptores los cuales son nuestros corazones; de tal
manera que es con eso que podemos comprender la Biblia cuando dice que a
nosotros se nos ha concedido ser bendecidos en lugares celestiales.
Para
complementar esto lo último, debemos recordar que existen 7 cielos, de los
cuales por lo menos podemos señalar fácilmente los 3 primeros por ser los que
podemos ver o mencionar: el cielo que podemos apreciar normalmente de día, el
otro es la estratosfera y el otro es el cosmos. Adicionalmente debemos recordar
que existen 7 fiestas judías que hemos estudiado en otras oportunidades; las
cuales a su vez se dividen en 3 grupos repartidas entre los 3 primeros cielos
que ya mencionamos; y de esos 3 grupos de fiestas, existe 1 grupo que conforma
3 fiestas judías las cuales son consideradas como las principales y que ningún
israelita dejaba de participar:
1.- La Fiesta de La Pascua (La Fiesta de Los Panes
sin Levadura)
2.- La Fiesta del Pentecostés (La Fiesta de Las
Semanas)
3.- La Fiesta de Los Tabernáculos
Tres veces al año se presentarán todos tus varones
delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que El escoja: en la fiesta de los panes
sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos; y
no se presentarán con las manos vacías delante del SEÑOR. (Deuteronomio 16:16
LBLA)
Para
documentar los puntos que estamos mencionando respecto a los cielos; a continuación
describiremos los siete cielos a los que nos referimos; en el idioma hebreo y
griego, con su respectivo número de Strong, cita bíblica y la versión de la
Biblia donde podemos ubicar de una mejor manera la interpretación de los
cielos:
1.- H8064 שָׁמַיִם Shamáyim Referencia bíblica
RV1960 Génesis 1:1
2.- H1534 גַּלְגַּל Galgal Referencia bíblica KJV
Salmos 77:18
3.- H7834 שַׁחַק Shachaq Referencia bíblica RV1960
Salmos 89:6
4.- H6160 עֲרָבָה Arabá Referencia bíblica RV1960
Salmos 68:4
5.- H6183 עָרִיף Aríyph Referencia bíblica RV1960
Isaías 5:30
6.- G3772 οὐρανός Ouranós Referencia bíblica RV1960
Mateo 3:2
7.- G2032 ἐπουράνιος Epouránios Referencia bíblica
RV1960 Filipenses 2:10
Una
vez que hemos descrito los siete cielos, podemos continuar diciendo que
entonces en los lugares celestiales, existen muchas cosas que nuestra mente
finita, no es capaz de comprender por la misma razón de ser limitada; pero el
punto principal en todo esto es lo que menciona la siguiente cita:
El que descendió es también el mismo que ascendió
mucho más arriba de todos los cielos, para poder llenarlo todo.) (Efesios 4:10
LBLA)
Cuando
nuestro Señor Jesucristo descendió a lo más profundo de la tierra para llegar a
una puerta dimensional que lo podía comunicar con el lago de fuego; también al
momento en que fue levantado, fue llevado más arriba de esos cielos; no
obstante que entre los 7 cielos es donde se ubican los lugares celestiales de
donde aguarda por nosotros una bendición que debemos permitir que sea activada.
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne,
sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de
tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones
celestiales. (Efesios 6:12 LBLA)
Los
lugares celestiales están dentro de los cielos que ya mencionamos; sin embargo,
por ser cielos, no significa que no haya batallas; las existen como podemos ver
en el verso anterior y la siguiente cita:
Entonces hubo guerra en el cielo: Miguel y sus
ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon, pero
no pudieron vencer, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue arrojado
el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados
con él. Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación,
el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el
acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche,
ha sido arrojado. (Apocalipsis 12:7-10 LBLA)
Esto
nos deja ver claramente que el diablo está en el cielo, ahí es donde habrá una
gran batalla; pero Jesús sobrepasó todos esos lugares, pasó a lo más alto que
ni siquiera podamos imaginar que exista. Nuevamente debemos resaltar que en el
cielo existen situaciones muy peligrosas, pero también cosas
extraordinariamente buenas que esperan ser derramadas sobre nuestra vida.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales en Cristo... (Efesios 1:3 LBLA)
Entonces
en los lugares celestiales, donde existen batallas espirituales, es donde Dios
ya nos ha bendecido con toda bendición espiritual; es por eso que la visión que
tuvimos acerca de la Nueva Jerusalén descendiendo; buscaba receptores los
cuales fueron encontrados en nuestro corazón. La bendición que viene a nuestra
vida es espiritual, pero con una incidencia que alcanzará a materializarse sin
que nosotros estemos buscado la bendición material.
Jehová dará fortaleza á su pueblo: Jehová bendecirá
á su pueblo en paz. Salmo de David. (Salmos 29:11 SRV)
Con
esta versión de la Biblia lo que podemos comprender es que Dios primero nos
bendice con paz y cuando hemos recibido esas bendiciones, entonces nos vuelve a
bendecir, pero ahora es en paz; o sea, inicialmente la bendición llega a
nuestra vida para que alcancemos la paz de Dios; pero cuando se hace efectiva
esa paz, es entonces donde se materializa la bendición porque se cumple
entonces la parte del versículo anterior que dice: Jehová bendecirá á su pueblo
en paz. Es por eso que la Biblia dice que cuando nosotros lleguemos a un lugar,
debemos decir:
Después de esto, el Señor designó a otros setenta,
y los envió de dos en dos delante de El, a toda ciudad y lugar adonde El había
de ir. Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto,
al Señor de la mies que envíe obreros a su mies. Id; mirad que os envío como
corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a
nadie saludéis por el camino. En cualquier casa que entréis, decid primero:
"Paz a esta casa." Y si hay allí un hijo de paz, vuestra paz reposará
sobre él; pero si no, se volverá a vosotros. (Lucas 10:1-6 LBLA)
Notemos
que el saludo de paz es apostólico, porque es de un enviado; y reposará sobre
el receptor que encuentre apto para que descienda esa paz; por eso es que en la
visión que tuvimos acerca de la Nueva Jerusalén, descendía pero buscando
receptores, buscando los corazones donde la paz de Dios logró hacerse vida. De
tal manera que ahora podemos comprender más claramente los siguientes
versículos:
Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: "Así
bendeciréis a los hijos de Israel. Les diréis: (Números 6:23 LBLA)
En
este versículo lo primero que podemos notar es que está refiriéndose a tiempo
futuro.
El SEÑOR te bendiga y te guarde... (Números 6:24
LBLA)
Llega
primero la bendición del Padre; podemos decir que es con la bendición en el
Atrio.
...el SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y
tenga de ti misericordia... (Números 6:25 LBLA)
La
segunda bendición es la del Hijo en el Lugar Santo.
...el SEÑOR alce sobre ti su rostro, y te dé paz.
(Números 6:26 LBLA)
Seguidamente
podemos ver la bendición del Espíritu Santo en el Lugar Santísimo.
Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel,
y yo los bendeciré. (Números 6:27 LBLA)
Con
esto entonces; podemos comprender más claramente respecto a las bendiciones en
los lugares celestiales, las cuales son muchas, pero no descenderán si el
receptor no está preparado, y para que estemos preparados como receptores para
que desciendan esas bendiciones, debemos pedir al ministro de Dios que nos
cubre y que nos ministra la palabra de Dios, que nos bendiga para que la
bendición de Dios pueda ser derramada sobre nosotros.
...y prepárame un buen guisado como a mí me gusta,
y tráemelo para que yo coma, y que mi alma te bendiga antes que yo muera.
(Génesis 27:4 LBLA)
Lo
que podemos interpretar en el versículo anterior es que las bendiciones de un
padre que nos cubre, es importante que sea pronunciada sobre nuestra vida, con
el propósito que las bendiciones celestiales que aguardan por nosotros, sean
activadas y como consecuencia nos sean derramadas; pero comprendiendo que al
momento en que nuestra cobertura pronuncie la bendición; debe encontrar
receptores para que efectivamente se reciban las bendiciones por medio del
reconocimiento paternal hacia nuestra cobertura.
Pero Ana
hablaba en su corazón, sólo sus labios se movían y su voz no se oía. Elí, pues,
pensó que estaba ebria. Entonces Elí le dijo: ¿Hasta cuándo estarás embriagada?
Echa de ti tu vino. Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer
angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi
alma delante del SEÑOR. No tengas a tu sierva por mujer indigna; porque hasta
ahora he orado a causa de mi gran congoja y aflicción. Respondió Elí y dijo: Ve
en paz; y que el Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho. Y ella
dijo: Halle tu sierva gracia ante tus ojos. Y la mujer se puso en camino, comió
y ya no estaba triste su semblante. Y se levantaron de mañana, adoraron delante
del SEÑOR y regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su
mujer, y el SEÑOR se acordó de ella. Y a su debido tiempo, después de haber
concebido, Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Porque
se lo he pedido al SEÑOR. (1 Samuel 1:13-20 LBLA)
Después
que Elí había discernido incorrectamente a Ana, y comprendió que había cometido
un error; entonces enmendó su error y al final, bendijo a Ana diciéndoles que
fuera en paz; con esto lo que sucedió fue que Ana tuvo a Samuel, lo consagró a
Dios y como consecuencia tuvo más hijos. Entonces existen bendiciones en
lugares celestiales que esperan a que un ministro de Dios nos bendiga, con el
propósito que nos convirtamos en buenos receptores de Sus bendiciones. Esto es
como la bendición que Dios le dijo a Moisés que Aarón pronunciara sobre Su
pueblo, y después que ellos la aceptaran, entonces Dios los bendeciría.
Es
por eso que en esta oportunidad necesitamos ser bendecidos por el ministro que
Dios permite que seamos cubiertos espiritualmente, para que cuando nosotros le
apliquemos fe, las bendiciones celestiales sean derramadas a nuestra vida para
siempre.
Necesitamos
la bendición de Dios, porque sin esa bendición no podremos sobrevivir al tiempo
que viene; ciertamente los juicios son para el mundo, y aunque nosotros
solamente estaremos por un breve tiempo más; debemos asegurarnos que mientras
estemos aquí, nuestra bendición de parte de Dios, no cese de fluir en lo
espiritual y como consecuencia pueda materializarse aunque esa no sea nuestra
prioridad, porque nuestra prioridad debe ser la comunión con nuestro Señor
Jesucristo en todo momento.
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