LA EXANASTASIS
Filipenses
3:10-11
Anhelo conocerle a él y el poder de su resurrección, y participar en sus padecimientos, para ser semejante a él en su muerte; y de alguna manera, me encontraré en la resurrección de los muertos.
Anhelo conocerle a él y el poder de su resurrección, y participar en sus padecimientos, para ser semejante a él en su muerte; y de alguna manera, me encontraré en la resurrección de los muertos.
INTRODUCCIÓN
La Biblia indica que por la
desobediencia de Adán muchos fueron constituidos pecadores (Ro. 5:10-19) y por
esa desobediencia la muerte entró a la tierra, de manera que en Adán todos
mueren (1 Co. 15:21-22); sin embargo, Dios envió por medio de Jesucristo la
resurrección, que era la forma de vencer a la muerte.
DESARROLLO
La muerte es la consecuencia de
la primera rebelión contra Dios. Era por medio de la muerte que el diablo tenía
esclavizada en servidumbre a la humanidad (He. 2:14-15); pero el Señor
Jesucristo la venció en la resurrección y, al sustituirnos en la muerte, nos
dio la potestad para que también venzamos a la muerte en la transformación o la
resurrección para Vida.
La Biblia enseña que cuando Jesucristo resucitó la muerte ya no podía enseñorearse de Él (Ro. 6:9); esto mismo ocurre con los hijos de Dios, porque como el hijo nos sustituyó, también en nosotros puede ser realidad que la muerte no se enseñoree de manera que nunca muramos, pero existe otro grupo del que la muerte sí se enseñorea, de manera que mueren y nunca resucitarán.
Vemos en la Biblia dos grandes grupos relacionados con la resurrección, los que resucitan y los que no resucitan, veamos algunos aspectos:
La Biblia enseña que cuando Jesucristo resucitó la muerte ya no podía enseñorearse de Él (Ro. 6:9); esto mismo ocurre con los hijos de Dios, porque como el hijo nos sustituyó, también en nosotros puede ser realidad que la muerte no se enseñoree de manera que nunca muramos, pero existe otro grupo del que la muerte sí se enseñorea, de manera que mueren y nunca resucitarán.
Vemos en la Biblia dos grandes grupos relacionados con la resurrección, los que resucitan y los que no resucitan, veamos algunos aspectos:
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LOS QUE NO RESUCITAN, Isaías 26:14: Isaías escribe de un grupo de criaturas de las que
la muerte se enseñorea y por lo tanto no resucitan, e indica: "Muertos
son, no vivirán: han fallecido, no
resucitarán: porque los visitaste, y destruiste, y deshiciste toda su
memoria" [RV60]
Cuando se indica han fallecido se utiliza la
palabra hebrea rapha [Strong
7496] que significa: fantasma, fantasma
de la muerte, muerto y difundo. Se utiliza para indicar a seres en
estado de muerte, por ejemplo:
·
Job 26:5: Tiemblan
las sombras de los muertos,
debajo de las aguas y de los que las habitan.
·
Proverbios 9:18: No saben ellos que allí están los muertos, que sus invitados están en lo profundo del Seol.
·
Isaías 14:9: El Seol
abajo se estremeció a causa de ti, y despertó a los muertos, para que en tu venida fueran a tu encuentro. Hizo
levantar de sus tronos a todos los caudillos de la tierra, a todos los reyes de
las naciones.