PARUSÍA,
EPIFANÍA Y ARREBATAMIENTO
"Un poco más, y ya no me veréis; y de nuevo un poco, y
me veréis" (Jn.16:16 LBLA)
Hay
tres eventos escatológicos (del griego Eschatos = final, postrer, postrero,
último) importantísimos e íntimamente relacionados, que se desarrollarán
marcando trascendentalmente la vida de la Iglesia del Señor: la Parusía, el
arrebatamiento y la Epifanía. La Epifanía marca también un evento para el mundo
incrédulo que no recibió al Señor.
La
Biblia nos anuncia que Dios quiere bendecir a su pueblo (Sal.21:3) y no desea
la muerte del pecador (Ro.5:8), para demostrarlo apareció Él Hijo de Dios:
Jesucristo (1ª.Jn.3:5) venciendo al que tenia el Imperio de la Muerte (He.2:14)
y dando vida eterna a todo aquél que crea en Él (Jn.3:16). Dios ha hablado de
muchas formas y de muchas maneras en la Antigüedad y hoy lo hace por medio de
su precioso Hijo (He.1:1-2). Este Hijo Santo, se manifestó para la salvación de
muchos (1ª.Ti.1:15), y cuando ascendió a lo alto fue entregada la promesa
solemne (parafraseando): "así como le veis que se fue al cielo, así
vendrá" (Hch.1:9-11), con lo que nos queda una expectativa gloriosa del
retorno del Señor, a la cual debemos estar atentos.
DESARROLLO
I.-
PARUSÍA
a) Definición
General:
Parusía,
según el diccionario Vine, viene del griego Parousia, (de Para =
con, y Ousia = un ser (Ousia de Eimi = ser)) y significa
una presencia, advenimiento, venida. Denota tanto "una llegada" como
"una presencia con". En sentido general es la presencia corporal de
un ser. Por ejemplo, Pablo dice "…habéis obedecido siempre no sólo en mi
presencia (Parusía)…" (Fil.2:12) indicando claramente su relación
corporal con los hermanos. De la misma forma en 1ª.Co.16:17 "Me regocijo
de la Parusía de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico, porque
éstos suplieron vuestra ausencia." Ausencia en griego se escribe Apousia.
Basados
en los conceptos anteriores podemos decir que Parusía es la presencia corporal
de Jesús, la llegada de Jesús, el resucitado. No es sólo una sino varias en
cada faceta del período como se menciona abajo.
a.1)
Parusías del Señor
Como
vamos a ver, la palabra Parusía se interpreta en formas diferentes según sea el
contexto: presencia, venida, advenimiento. Estos contextos nos dan la pauta
para diferenciar en el tiempo escatológico la aplicación de dicha palabra para
evitar confusiones con su uso. En ese orden de ideas, notaremos que las
Parusías marcan tres momentos específicos: el inicio de un período, el período
y el final de dicho período.
b) Período
Escatológico
Lo que
vamos a estudiar tiene que ver especialmente con las Parusías del Señor en el
futuro, es decir que ya han habido Parusías en el pasado, como las que narra la
Biblia, experimentadas por los discípulos. Él evento escatológico al que nos
referiremos es la Última Semana de Años de Daniel, la setentava semana
(Dn.9:24), la cual esta formada por un período de 7 años, en los cuales el
Señor consumará lo que su Palabra ha dispuesto para el presente sistema humano.
Este período es conocido comúnmente como la Tribulación y la Gran Tribulación
(Mt.24:21; Apc.7:14).
b.1)
Al Inicio del Período
1ª.
Tesalonicenses 4:15-17 nos habla del arrebatamiento "por lo cual, os
decimos esto por la Palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos, y
que permanezcamos hasta la Parusía del Señor, no precederemos a
los que durmieron. Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando,
con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se
levantará primero. Entonces nosotros, los que estemos vivos y que
permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al
encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con Él Señor
siempre." y paralelamente 1ª. Corintios 15:23 indica los turnos de
resurrección "pero cada uno en su debido orden: Cristo las primicias;
luego los que son de Cristo en su Parusía".
Los
anteriores pasajes nos hablan claramente que lo que sucederá en esta Parusía
será la resurrección de entre los muertos, la transformación de vivos y el
arrebatamiento, antes de los dolores de parto (Is.54:1;Apc.12:4-5). Estas son
las Parusías que debemos anhelar los cristianos, consagrándonos al Señor para
participar de ellas: "todo vuestro ser…sea preservado irreprensible para
la Parusía…" (1ª. Tes.5:23). Notemos que al consagrado Él lo
santifica, o sea que esta bendición es para los fieles que les falta un tanto
de perfección (Tomás Jn.20:27-29). En esta Parusía nos reuniremos con Él para
siempre (2ª.Tes.2:1). Notemos que todos estos versos nos hablan del mismo
evento: la Parusía en el inicio del período escatológico.
Otro
rasgo importante a observar es que Él Señor viene, pero se queda en los aires y
no baja a la Tierra, sino que nos atrae a Sí mismo (2ª.Tes.2:1) donde nos
reuniremos con Él. El mundo ni siquiera se dará cuenta de estas Parusías.
b.2)
Durante el Período Tribulacionario
1ª.
Corintios 3:13 "a fin de que afirme vuestros corazones irreprensibles en
santidad delante de Dios y Padre, en la Parusía de nuestro Señor
Jesús con todos sus santos." Aquí notamos que ya viene con
sus santos, o sea que el arrebatamiento ya se dio. La Parusía en la que se dio
la resurrección de los muertos fue antes que ésta. Significa que le habla al
pueblo de Dios que se quedó en la Gran Tribulación (Apc. 7:14), por ello dice
"afirme vuestros corazones". (afirmar= (Gr.) sterizo= confirmar,
arreglar, volverse resueltamente en cierta dirección), ya que habrá debilidad
por la angustia de ese entonces.
Aparte
del sufrimiento, este período de tiempo será caracterizado por una maldad
terrible: "…como en los días de Noé así será la Parusía del
Hijo del Hombre" (Mt.24:37) y por burladores extremos que dirán:
"¿Dónde esta la promesa de su Parusía? … porque todo continúa como estaba
desde él principio de la creación." (2ª. Pd.3:3-4).
No
obstante, Él viene y el mundo no lo ve.
b.3)
Al Final del Período
Las
Parusías anteriores no las vio el mundo. Sin embargo, la Palabra nos habla en
forma clara, que al finalizar los 7 años (Mt.24:29), Él Señor se manifestará
todo el mundo (Mt.24:30) "como el relámpago sale del oriente y resplandece
hasta el occidente, así será la Parusía" (Mt.24:27).
Tradicionalmente hemos pensado que esto es la Epifanía. Sin embargo vemos que
la palabra utilizada es Parusía. Esto nos enseña que es la venida corporal del
Señor a la Tierra; la segunda venida de Cristo. Es una Parusía al máximo
volumen: todos le ven. Es la última, enfatizada por la palabra Epifanía. Es
Parusía porque es corporal y Epifanía porque todos le ven. Esto nos lo explica
2ª.Tesalonicenses 2:8 en la que narra que Él inicuo (la Bestia 2ª.Tes.2:3-4)
será muerto por el espíritu de la boca del Señor y será destruido con el
resplandor (Epifanía) de su venida (Parusía). Esto marca el final del período y
de las Parusías.
c) Propósitos
de las Parusías
Tomando
el ejemplo de las apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos, podemos
entender algunos de los propósitos de sus Parusías (diferenciando cual sea el
momento del período en que se dan) según lo que estudiamos anteriormente:
c.1)
A Los Discípulos (Lc.24:16-31)
A
los de Emaús (Lc.24:16-31): Al reconocer al Señor les ministró
apertura de entendimiento al abrirles sus ojos (Lc.24:45), también fe y por
ello fortaleza. A Pedro (Jn.21:2-4, 15, 16 y 17): Le ministra corrección
para que haga la obra de Dios y no regrese a su vieja vida. A María
Magdalena y la otra María (Mr.28:9-10): Confirmación al corazón por poder
verle resucitado y exhortación porque pudieron entender que no era vana la fe
en Cristo Jesús. (1ª.Co.15:17). A los Discípulos Reunidos (Lc.24:36-43):
Confianza y alegría de ver su esperanza viva frente a ellos.
c.2)
La Resurrección y la Transformación de Vivos y Arrebatamiento (1ª.Tes.4:15-17).
c.3)
Afirmación los Corazones de Su Pueblo (1ª.Co.3:13).
c.4)
Santificación del Pueblo de Dios por Completo (1ª.Tes.5:23).
A
través de su Parusía, el Señor proveerá lo que nos hace falta para llegar a la
estatura del Varón perfecto, esto es a los que le buscan, los que anhelan hacer
su voluntad.
II.-
EPIFANÍA
Ya
vimos que la Epifanía se da al final de los siete años de tribulaciones al
mismo momento de la última Parusía. Sin embargo, consideraremos algunos
aspectos complementarios:
a) Definición
Epifanía
viene del griego Epiphaneia =un resplandecimiento. Aparición,
manifestación, resplandor, venida.
Como
ya vimos las Parusías son visitaciones del Señor solo para los suyos, en
secreto, es decir que el mundo no le ve, excepto en la última. Ahora bien, la
Epifanía es la manifestación pública de Cristo, la cual se da al final de los 7
años tribulacionarios, cuando "ha de juzgar a los vivos y a los muertos,
por su manifestación (Epifanía)."(2ª. Ti.4:1).
b) Acontecimientos
en la Epifanía
c) Todo
Ojo Verá al Señor (Apc.1:7)
En
este evento, ya no es necesario ser fiel para verlo, todo el mundo pecador lo
podrá ver y hasta se lamentará al ver a Quién traspasaron: a la salvación de
Dios para sus vidas.
b.2)
Se Destruye al Inicuo (2ª.Tes.2:8)
b.3)
Se Realiza Juicio de Vivos y Muertos (2ª.Ti.4:1).
Al venir el Señor manifiestamente ya no es
necesaria la fe para creer en Él y reconocerle, porque allí estará en persona.
La justificación hoy es por la fe (Ro.5:1). Cuando el Señor venga en su
Epifanía no viene a salvar sino viene a juzgar al mundo que no le recibió y a
imponer su reino el cual gobernará con vara de hierro (Apc.12:5). Por lo tanto
la oportunidad de creer en esa época, se termina, lo que equivale al juicio
para sus almas.
III.-
ARREBATAMIENTO (1ª.Co.15:51-52)
Este
evento bendito esta relacionado directamente con la Parusía del Señor al inicio
del período tribulacionario.
a) Definición
Arrebatamiento
viene del griego Harpazo = arrebatar ejerciendo una fuerza de manera
súbita. Apoderar, saquear. Tomar a través de la fuerza. La aplicación de este
vocablo esta ejemplificada en algunos pasajes bíblicos, tales como:
Mateo
11:12 "… el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan
(harpazo)(VRV77)." En Juan 6:15 dice "…dándose cuenta que iban a
venir y llevárselo por la fuerza (harpazo) para hacerle rey, se
retiró…" Didácticamente diremos que el arrebatamiento es un tomar por
parte de Dios a su pueblo fiel, en forma sorpresiva y literal, sin que haya
nada que lo pueda evitar, para estar para siempre con Él (1ª.Tes.4:17). Por
estas características algunos le llaman el Rapto.
b) Ejemplos
Él
Señor nos dejó en Su Palabra, el ejemplo de la forma en que se efectuara el
arrebatamiento.
b.1)
Enóc (Ge.5:21-24)
Enóc
desagradó al Señor durante 65 años de su vida, pero luego tuvo un cambio
radical y caminó entonces Enóc con Dios, y le agradó por 300 años y Él Señor se
lo llevó. Nadie lo encontró porque desapareció. Fue traspuesto porque creyó
(He.11:5).
b.2)
Élías (2º.Ry.2:1-11)
El profeta
Élías le dice a Éliseo si ves cuando sea llevado de ti (aspecto de sorpresa) te
daré la doble porción que pediste. Cuando sucedió iban andando y hablando y
repentinamente vino un carro de fuego y quito a Élías de la vista de Éliseo y
no le vio más.
b.3)
Pablo (2ª.Co.12:2,4)
Él
habla de sí mismo en tercera persona y dice que el tal hombre fue arrebatado al
tercer Cielo. No sabe si en el cuerpo o fuera del cuerpo porque no es lo más
importante. Lo importante fue el traslado, el cual fue rápido. Como el efecto
de la orden que recibió el Apóstol Juan en Apocalipsis 4:1b y 2: "Sube acá
y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas. Al instante
estaba yo en el espíritu…" Es lo que previene 1ª.Co.15:52a "en un
momento, en un abrir de ojo" (Aramea).
c) Quiénes
Participaran del Arrebatamiento (1ª.Tes.4:17)
Los
que se dieron a Cristo, negándose a sí mismos, tomando su cruz y siguiéndole
(Mt.16:24). Son aquéllos que murieron para el mundo (Ga.2:20) para vivir para
Él (Fil.1:21) y por Él (Jn.15:4). Por eso el pasaje de 1ª.Tes.4:17 dice: Los
que estemos vivos y que permanezcamos…" es decir permanecer como
discípulos del Señor (Jn.8:31). Son los que han alcanzado la madurez: "y
ella dio a luz a un hijo varón" (literalmente un Huíos (gr.)=hijo maduro)
(Apc.12:5). Esto es efectivo para el Pueblo de Dios, sea que algunos hubieren
ido a la tumba o que estuvieren con su cuerpo vivo todavía (Ro.14:8),
simplemente no importa.
La
primera Parusía mencionada trae como resultado especial el arrebatamiento de la
novia del Señor (1ª.Tes.4:15-17). No se sabe cuándo será, en qué momento. Será
inesperado, es decir sin conocer el día ni la hora, súbito (Mr.13:32). Lo único
que podemos hacer es amarle porque el que ama es nacido de Dios y es su
discípulo (1ª.Jn.4:7; Jn.13:35) y puede ser guardado irreprensible para la
Parusía (1ª.Tes.5:23).
La
promesa de su presencia, su Parusía, es para todo Su pueblo, pero así como a
Jesús le seguían personas, que a veces se contaban por miles (Mt.15:38), y sólo
a pocos se les presentó resucitado (en el mejor de los casos a más o menos 500
hermanos juntos)(1ª.Co.15:6), así serán las Parusías del Señor que esperamos
ahora: para pocos, los que aman su venida (2ª.Ti.4:8).
Con
estos eventos se cumple la promesa de su retorno dada en el libro de los Hechos
1:9-11, con cuyas palabras debemos alentarnos para serle fieles a Él
(1ª.Tes.4:18). Amén.