EL MINISTERIO APOSTÓLICO
UNA VERDAD
PRESENTE
La Iglesia de
Cristo comenzó con apóstoles. Durante su ministerio, Jesús discipuló apóstoles,
no pastores ni profetas (Mat.10:1,2). Posteriormente, los apóstoles
generaron movimientos ministeriales proféticos, entonces se confirmaron los
apóstoles, ministerio muy unido al de los profetas.
Pablo los describió
como fundamentales (Ef.2:20). De
los cinco ministerios (Ef.4:11), la iglesia no descansa sobre los otros
tres (pastores, evangelistas y maestros), aunque son ministerios primarios sin
los cuales la obra no es completa.
Dios, arquitecto y
constructor de la ciudad con cimientos que esperaba Abraham (Heb.11:10),
inicia su levantamiento con cimientos apostólicos y la muestra como producto
final al Apóstol y Profeta Juan, descendiendo del cielo edificada precisamente
sobre doce cimientos apostólicos (Apoc.21:14).
La Iglesia de
Cristo contemporánea no debe ser ajena a estas verdades, evidenciadas en los
sucesos escriturados en los Hechos de los Apóstoles, que apuntan a su
levantamiento hasta la venida del Señor, comenzando por su constante
edificación sobre cimientos apostólicos. En ese orden considérense los
siguientes hechos: