Adoradores En Espíritu y
Verdad
Cita: Juan
4:23
Introducción: Nosotros a
la verdad somos inmerecedores de privilegio tan grande
de ser llamados a ministrar la Alabanza y
Adoración a un Dios tan grande que
habita en Santidad y Gloria; pero gracias
a Cristo quien por medio de él
podemos acercarnos con toda libertad y
confianza a adorar en su presencia.
Desarrollo: Dios nos
escogió, desde antes de la fundación
del mundo, como pueblo suyo, para que
fuésemos para alabanza de la gloria
de su Gracia ; ahora el Padre está
buscando dentro de su pueblo a los
verdaderos adoradores, que sepan a quien
adoran. Y que sepan a quien
adoran. Y que adoren en Espíritu y en
verdad. (Efesios 1:4,6 ; Juan 9:23)
ALABANZA
GLORIA Y HONRA
Salmo 66:2
Salmo 63:3
Es una
puerta que nos va a llevar a la
adoración. (Salmo 100:4)
LA ALABANZA
DIRIGIDA A DIOS: (Deuteronomio 10:21)
Debemos saber
que es el único Digno de recibir
toda la Alabanza y la Adoración. Cuando
nosotros alabemos, debemos de tener como
centro a dios en nuestro canto por
todas las maravillas que El ha hecho.
Nosotros
podemos alabar de muchas
formas, como gritando, saltando, danzando,
remolineando; podemos expresarnos
como deseemos delante de El. La alabanza primeramente debe
ser pura, sin perjuicios, sin moldes, o
sea sin moldes, y que se
alabe con
toda libertad, (Samuel 6: 14,15).
Nosotros
entramos por sus atrios, cuando Dios nos
invita por medio de su espíritu a
alabarle ; es cuando empezamos a alabarlo. La
verdadera alabanza es la que se realiza
en la intimidad con Dios.
Tenemos que
ser verdaderos alabadores para poder ser
verdaderos adoradores.
II. ADORACIÓN: (Salmo
95:6)
Es la
expresión máxima del hombre a Dios, partiendo
de una actitud interna, perdiendo su
identidad, humillándose delante de Dios, es
una vida diaria, consagrada
a Dios. (Salmo 95:6 ; Mateo 2:11). Nosotros al llegar ante
Dios, debemos de tomar una actitud
interna, la cual se va a manifestar externamente, como
el postrarnos delante de El.
Muchos pueden
servir, alabar, pero no todos pueden
adorar a Dios. Porque los verdaderos adoradores
deben tener una Relación Directa con
el Espíritu Santo.
Nosotros vamos
a adorar con los que creen lo
mismo que nosotros y están en el mismo
espíritu, adorar no es el simple hecho
el de decirlo con palabras sino ofrecer
algo delante de El. El que tenga
una actitud interna delante de
Dios. Este va a lograr una adoración
fragante o excelente. Nosotros
como templos de Dios y del Espíritu
Santo, no tenemos necesariamente buscar un templo
o un lugar para adorar ; porque la
Adoración verdadera es la que se hace
en Espíritu y verdad. Conclusiones: ¿Quien
subirá al monte de Jehová? ¿Y
quién estará en su lugar santo? El
limpio de manos y puro de
corazón: El que no ha elevado su alma
a cosas vanas, ni jurado con
engaño. (Salmo 24:3 4)..
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