LA EVOLUCION DE
LA LUZ (III)
Domingo 17 de Julio de 2011
Jorge Luis Rodríguez
Hemos
estado viendo en los últimos estudios; respecto a la evolución de la luz; el
plan original de Dios es que nosotros seamos seres lumínicos, incluso antes de
la humanidad, Luzbel mismo había sido una especia de luz, y los Elohim
habían pensado en tomar un modelo proyectándose en él. Después vimos que cuando
la humanidad cayó; les pusieron sangre en sustitución de la luz con la que
habían sido creados. La sangre es entonces la sustancia donde está la vida.
También vimos que existe un proceso para que podamos volver a nuestro estado
original de luz; el cual empieza en el Atrio, después en el Lugar Santo y por
último en el Lugar Santísimo; siendo el sol, el aceite quemado para el
candelero y la Shekina de Dios en el Lugar Santísimo respectivamente, la luz en
cada lugar. De igual forma vimos que Moisés resplandecía cuando bajaba del
monte Sinaí, después de estar en la presencia de Dios.
También
vimos la transición de los iluminados a los portadores de luz, para lo cual es
necesario atravesar por un proceso que lleva 4 niveles y para eso mencionamos
las siguientes 2 citas:
Pero
recordad los días pasados, cuando después de haber sido iluminados,
soportasteis una gran lucha de padecimientos... (Hebreos 10:32 LBLA)
Soportar
la luz de los padecimientos; algunos de nosotros ya hemos padecido y otros
seguimos padeciéndolos; pero con el cuidado de no permitirle al enemigo que
anide en nuestro corazón para que podamos alcanzar a ser portadores de luz.
Porque
en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial
y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de
Dios y los poderes del siglo venidero, pero después cayeron, es imposible
renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí
mismos al Hijo de Dios y le exponen a la ignominia pública. (Hebreos 6:4-6
LBLA)
Somos
iluminados, padecemos, probamos del don celestial y somos participantes del
Espíritu Santo; pero además de eso; el versículo anterior nos habla respecto
que si alguien que ha sido iluminado y cae en pecado, no puede decir que va
crucificar a nuestro Señor Jesucristo nuevamente; esto es aplicado para
aquellos cristianos que han sido iluminados y de pronto el mundo los está
atrayendo y pretenden estar jugando a la religión evangélica.
Jesús
les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12 LBLA)
Es
necesario que nos convirtamos en seguidores de Cristo y no que sea Cristo el
que nos esté siguiendo, porque en el inicio de nuestro caminar cristiano fue
eso lo que sucedió, pero es necesario que evolucionemos y que seamos nosotros
los que lo sigamos a donde sea en todo momento.
LOS
SEGUIDORES
Y
el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. (Mateo 10:38
LBLA)
El
versículo anterior nos habla que debemos estar dispuestos a morir a nosotros
mismos, ¿cómo?:
Jesús,
mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a
los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. (Marcos 10:21 LBLA)
Quitando
la confianza de lo que tenemos, y que dependamos de Dios 100 % como le dijo al
hombre rico, él debía vender todo lo que tenía para poder seguir al Señor, pero
no lo hizo, y obviamente no lo siguió.
Pero
Jesús le dijo: Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. (Mateo
8:22 LBLA)
Despojándonos
aun de nuestros vínculos familiares; porque algunos quieren cumplir su
responsabilidad familiar con sus hijos hasta que tengan un nivel académico de doctor
en la rama que ellos hayan escogido y que hayan podido comprar su casa; o bien
con los padres, hasta que ellos estén completamente bien o que hayan partido de
la tierra; y hasta entonces pretenden servirle al Señor; pero Dios lo que desea
es que le sirvamos con todo nuestro vigor y no cuando estemos para ninguna
situación en la que necesitemos esforzarnos.
SIGUEME
Ante
esta orden, no podríamos hacer otra cosa; aunque puede considerarse como una
invitación que no podemos rechazar, porque Dios nos deja libertad de escoger y
en nosotros queda caminar por el camino que El desea o caminar de acuerdo a
nuestra voluntad, pero terminar como algunos personajes que veremos a
continuación:
...para
que tome la suerte (o herencia) de este ministerio y del apostolado, del cual
se rebeló Judas, por irse a su lugar. (Hechos 1:25 SSE)
Debe
ser una bendición tener muchos apóstoles en una congregación, sin embargo, un
número determinado de apóstoles es lo que Dios ordenó; por lo tanto cuando
Judas tomó su lugar, el Apóstol Pedro dijo que faltaba uno entre ellos; siendo
la razón principal que cada uno de ellos tenía que cubrir a cada una de las
tribus de Israel. Judas tenía que haber desempeñado una función sublime, pero
en su lugar, él hizo lo que mejor le parecía y terminó como lo muestra la
historia. Por eso es necesario que estemos atentos a escuchar la voz de Dios y
que tengamos la disposición de ubicarnos donde nos corresponde; porque no es lo
bonito de un lugar lo que nos bendecirá, sino la manifestación de la presencia
de nuestro Señor Jesucristo. La invitación: SIGUEME, ciertamente es una
invitación, pero también es imperativo, y para que se pueda cumplir con la
orden, es necesario que dejemos de hacer nuestra propia voluntad.
Y
cada uno se fue a su casa. Pero Jesús se fue al Monte de los Olivos. (Juan
7:53-8:1 LBLA)
Si
nosotros estamos siguiendo a Jesús, debemos seguirlo en todo momento, si es
necesario sacrificarnos, debemos hacerlo y rechazar nuestro acomodamiento,
porque lo que sucede muchas veces es que solventamos el compromiso de llegar a
la Iglesia y privilegio y nos retiramos con una supuesta conciencia tranquila,
porque hemos cumplido religiosamente; pero lo que Dios quiere es que lo sigamos
al monte de los Olivos; aunque a veces los hombres nos quieran despedir,
debemos seguir buscando la voluntad de Dios, aun sabiendo que la misma Biblia
nos muestra que el Hijo del Hombre no tenía donde poner la cabeza, el dueño de
toda la creación no tenía una almohada donde reposar Su cabeza; nosotros
debemos seguirlo.
Abram
se estableció en la tierra de Canaán, en tanto que Lot se estableció en las
ciudades del valle, y fue poniendo sus tiendas hasta Sodoma. (Génesis 13:12
LBLA)
Abraham
siguió al lugar donde Dios le había dicho que caminara, pero Lot lo que pudo
haber pensado es que en Sodoma haría muchos negocios que le representaban
ingresos monetarios y quizá los hizo; pero al final terminó cometiendo
adulterio con sus propias hijas; mientras que Abraham obtuvo las promesas de
Dios.
Y
sucedió que después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a su hijo Isaac. Y
habitó Isaac junto a Beer-lajai-roi. (Génesis 25:11 LBLA)
Y
habitó desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto, según se va hacia
Asiria; se estableció allí frente a todos sus parientes. (Génesis 25:18 LBLA)
Hoy
es el día de la oportunidad que Dios nos presenta; una invitación para que lo
sigamos porque si seguimos nuestro propio camino, podemos terminar con un dolor
que nos amargará.
Aquel
mismo día regresó Esaú por su camino a Seir... (Génesis 33:16 LBLA)
...mientras
Jacob se dirigió en sentido opuesto hacia Sucot, y construyó una casa para sí y
cabañas para el ganado. Por eso aquel lugar fue llamado Sucot. (Génesis 33:17
BMN)
Es
necesario que vayamos al lugar donde Dios desea ubicarnos, al lugar donde nos
indique que recibiremos Su bendición, porque si no llegamos a ese lugar;
sencillamente no la recibiremos.
Luego
Samuel se fue a Ramá, pero Saúl subió a su casa en Guibeá de Saúl. (1 Samuel
15:34 LBLA)
Lamentablemente
muchos cristianos de hoy, pretenden seguir el camino, pero sin compromiso,
otros pretenden seguir su camino y que les digan cristianos, como parte de una
forma de vida fingida; porque ante los ojos de los hombres son una cosa, pero
Dios sabe cuál es su realidad. En el verso anterior vemos que el profeta Samuel
se fue a las alturas, porque la palabra Ramá significa alturas, y Saúl se fue a
un lugar donde habían violado a una concubina, a un lugar donde estuvo a punto
de ser exterminada una de las tribus de Israel, a un lugar que significó lujuria.
El
punto principal es que sigamos a Cristo con todas las fuerzas de nuestro
corazón, dejando todo lo que debemos dejar y que tomemos la oportunidad que
Dios nos está presentando; como la mujer del flujo de sangre, se le presentó
una oportunidad de seguir a nuestro Señor Jesucristo y no le importó humillarse
de la forma como tuviera que hacerlo, se tiró al suelo y tocó el borde del
manto y con la fe en El, ella fue sana; pero su actitud fue de seguirlo sin
importarle el rechazo de los que estaban cerca de Cristo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario