El Shofar de Dios.
INTRODUCCIÓN:
La Biblia es una obra
de arte sobrenatural, es decir, no hay hombre que pueda hacer algo similar. Es
una ingeniería donde hay escondidas tantas verdades.
Toda la escritura
habla de Jesús en su ministerio terrenal y de su reino. Las historias, los
poemas, las batallas, las parábolas, los nombres, las razas, los sacrificios,
etc. señalan la vida y regreso del Señor Jesús.
Cuando hoy hablamos o
vemos un shofar la mayoría de los cristianos realmente no comprendemos las
lecciones espirituales que hay detrás del cuerno del carnero, pero este, esta
íntimamente ligado con nuestro servicio de adoración.
Cantad alabanzas al SEÑOR con la
lira, con la lira y al son de la melodía. Con trompetas y sonido de cuerno, dad voces ante el Rey, el
SEÑOR. Salmo 98:6.
El SHOFAR:
Otras de las
traducciones de la raíz hebrea de shofar es rayo, poder. Al estudiar el proceso
que llevaba un cuerno o shofar para que pudiera ser usado en la convocación
santa o para la convocación a la guerra. Descubrimos las lecciones y enseñanzas
espirituales, que están implícitas, las cuales tiene una relación con nosotros
y con el ministerio de Jesús.
En la primera fase de
un cuerno de carnero, este se le quitaba al animal cuando ya estaba muerto. Es
decir, no había shofar sin la muerte de un carnero. En otras palabras para que
un shofar funcione como tal debe de haber muerte. Este proceso del shofar lo
vivió Jesús en la cruz del calvario. Juan dijo:
En verdad, en verdad
os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero
si muere, produce mucho fruto. Juan 12:24
La muerte de Jesús
anunció la victoria sobre el reino de las tinieblas, es decir, una convocación
de guerra contra el pecado. También proclamó una convocación a la santidad,
para nosotros que pertenecemos al cuerpo del Señor.
En la segunda fase del
proceso para que un Shofar fuera tomado,
Se escogía tres cosas que debían de estar en buenas condiciones: las curvas, el
color y la condición de su apertura. La curva determina el sonido; la condición
del cuerno se examinaba para asegurarse que no estuviera quebrado;
El color determinaba
la edad del carnero o las condiciones del mismo, y esto nos habla de madurez. Y
por último su apertura, es decir, donde se colocaba los labios para sonarlo.
La embocadura de un
cuerno determina la facilidad para tocarlo, si la embocadura estaba dañada o
era muy pequeña, se hacía muy difícil sacarle el sonido correcto. Al no haber
un sonido correcto no hay una respuesta adecuada.
En la embocadura del
cuerno va el soplo el aliento, el contacto con los labios y la lengua, esto nos
habla también de palabra, de un moviendo de vida, ya que es una acción donde se
sopla. Nosotros encontramos en las escrituras tres soplos de vida, el soplo del
padre sobre Adán; el soplo del hijo sobre sus discípulos, y el soplo del
Espíritu Santo sobre los ciento veinte en el aposento alto.
Nosotros podemos ser
los shofares que Dios toma y pone en sus labios para que seamos emisores de su
palabra, la cual produce vida.
El sonido del cuerno
nos habla de nuestro testimonio, Pablo dice que somos cartas abiertas al mundo.
Si el cuerno estaba quebrado o rajado, al soplar el viento se iba por cualquier
parte.
En el Antiguo
Testamento una persona con un defecto físico no podía servir en el santuario.
La aplicación espiritual que podemos darle a esto es la necesidad de servir a
Dios con integridad, con excelencia y con santidad.
La apertura se
revisaba con el propósito de que no estuviera dañado. ¿Qué clase de sonido
damos? ¿Qué es lo que sale de nuestra boca, agua dulce o amarga?
En la tercera fase
para la construcción de un cuerno, se le quitaba con cuidado el hueso que tenía
internamente. Se le daba unos toques con un martillo para que el hueso de
adentro se desprendiera. Jeremías 23:29 nos dice que la palabra de Dios es como
martillo que pulveriza la roca.
Ya que se había
desprendido, cuidadosamente se extraía para que no se dañase el cuerno. Esto
nos habla del trato, la mejor ofrenda de alabanza y adoración que podemos dar
es cuando estamos siendo tratados, cuando pasamos por momentos de tribulación.
Un sacrificio que no cuesta no es sacrificio.
La cuarta fase era el
trabajo exterior del cuerno para quitarle sus imperfecciones. Y ese es
precisamente el trabajo del Espíritu Santo para llevarnos a la integridad, a
ser cristianos rectos y santos. Quitar de nosotros toda imperfección.
Cantad de júbilo en el
SEÑOR, Oh justos; apropiada es para los rectos la
alabanza. Salmo 33:1.
Ya que esta limpio por
dentro y por fuera empezaba la quinta fase. La apertura de la boquilla, se
cortaba la punta y con un taladro se abría.
Esto nos habla de un
trabajo interior. Al shofar le quitaban la parte más sobresaliente y luego
penetraban a lo más profundo de él. Esto es lo que hace el Espíritu Santo nos
quita todo aquello que nosotros creemos que es lo más hermoso que tenemos y
empieza a trabajar con nosotros internamente.
La sexta fase era la
pulida del Shofar y darle brillo para quitarle toda imperfección y mal olor.
Cuando levantamos un cántico al Señor después de haber estado murmurando contra
nuestro prójimo seguramente nuestro proceso para ser un Shofar no ha concluido,
todavía hay mal olor en nosotros.
Este proceso nos
enseña como quiere trabajar Dios con nuestra vida, lo que Él desea hacer en
nosotros para convertirnos en un shofar que de un sonido como el que se escuchó
en el monte Sinaí donde fue tocado por Dios.