miércoles, 10 de octubre de 2018

LAS OBRAS DE CRISTO


LAS OBRAS DE CRISTO 

 INTRODUCCION
Las obras de Cristo son diferentes a las obras del Padre. Aquí es más real (palpable) la personalidad del Hijo; por ejemplo, aunque en las obras de Dios (y la trinidad), se habla de la creación, la figura que sobresale en la creación es la de el Padre, aunque se reconoce que las otras dos personas de la Trinidad estuvieron presentes y activas.

Las obras de Cristo que también se le llama Cristología, se divide en dos partes.
·      Primero veremos la persona de Cristo, su deidad, su humanidad, así con la unión de las dos naturalezas (la divina y la humana).
·      En segundo lugar, veremos su obra en la cruz, su muerte, sus sufrimientos y el porque tuvo que morir esa muerte, viendo en esta misma parte su oficio.


LA PERSONA DE CRISTO
Dentro del estudio de la doctrina, el estudio de la persona de Cristo es de suma importancia, pues en ella se basa toda nuestra doctrina cristiana (1Co. 3:11). Si quitamos la persona de Cristo el cristianismo se pierde totalmente; lo que no sucede con las demás religiones. Es por esto que este estudio es muy importante, ya que Dios se hizo hombre y tenemos que estudiar para poder explicar la deidad y humanidad de Cristo. Esto nos puede parecer difícil (y lo es), pero es necesario para que podamos crecer en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

La vida cristiana de principio a fin y la fe, se basan en la persona y obra de Cristo Jesús; y la vida y el carácter de todo seguidor de Jesucristo se debe a él. Las convicciones de un cristiano son las convicciones que Cristo ha puesto en su seguidor. Las ideas y la esperanza vienen de la experiencia de un andar con Jesucristo, y el poder que todo cristiano tiene, viene de su espíritu.


JESUCRISTO: SU DEIDAD.
A los cristianos nos gusta mucho oír hablar de Jesús en su humanidad, de como nos salvo de nuestros pecados, como resistió la humanidad, y casi siempre, todo estudio de las obras de Cristo empieza por su humanidad, pero para nosotros es muy importante ver primero su deidad, para que entonces comprender el valor tan grande que tiene su obra en su humillación (humanidad).
 
La Biblia es muy clara al hablar de la humanidad de Cristo y su semejanza con los hombres (Juan 1:14; 1 Timoteo 3:16; Hebreos 2:14-17). Así también en Gálatas 4:4 se nos dice: “Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley,” así, él que existía desde la eternidad, llegó a ser, en el tiempo preciso “nacido (la descendencia) de mujer”. Este texto de Gálatas nos declara la preexistencia de Cristo, ya que por inferencia (conclusión) se afirma que él existió antes de que hubiera encarnado. La idea de que él era preexistente solo en el sentido de que el fue, el primero de los seres creados (enseñanza de los antiguos arrianos y modernos “testigos de Jehová”), no es una enseñanza moderna. Las pruebas de su preexistencia y su eternidad forman un solo grupo y estas pruebas -deidad y eternidad-, se sostienen una a otra.

Cristo ha existido desde la eternidad, y es el mismo ayer, hoy y por los siglos. La duda de su deidad nunca se hubiera presentado si el Hijo no se hubiera encarnado. El que se haya hecho hombre, originó o inició la incredulidad por la incomprensión humana de que sea Dios completamente e igualmente, hombre totalmente.

Para afirmar que Cristo era un mero hombre, los críticos negativos han tenido que mutilar el Nuevo Testamento, pues el testimonio de los escritores, asegura que es mucho más que un mero hombre. Con base a sus obras milagrosas y en la conciencia mesiánica del Señor mismo, quien se consideraba a si mismo: HIJO DEL HOMBRE, EL SIERVO DEL SEÑOR, PROFETA, JUEZ Y EL HIJO DE DIOS, todos estos títulos se los aplicaba en sentido único. Los escritores del Nuevo Testamento evaluaron la deidad de Cristo mediante su experiencia de él como resucitado y fuente única del Espíritu Santo.

Pasajes como el Salmo 110:1 es el versículo más citado en el Nuevo Testamento, se interpretó a la luz de la ascensión y exaltación de Cristo. En los cultos y fórmulas bautismales se aplicaron a Jesucristo expresiones antiguo testamentarias reservadas a Jehová, tales como: Salvador, Señor, Rey y Dios (ver por ejemplo Juan 1:1 y 18; en griego Hebreos 1:8s; 1 Juan 5:20). Se le rindió culto (Juan 20:29), y se les reveló a sus discípulos y seguidores, y estos nunca dejaron de ser monoteístas, atribuían a Cristo la misma majestad y gloria del Padre (vg Apocalipsis 22:1), el trono divino es “de Dios y del cordero”.

Inspirados en las palabras de Cristo (vg. Juan 8:58), los escritores del Nuevo Testamento mencionan su preexistencia, llamándole “El Verbo”. Aún antes de encarnarse (Juan 1:14), y sin la intervención de padre, tuvo su existencia eterna junto al Padre (Juan 1:1s; 17:5), siendo mediador en la creación (Juan 1:3s; 1 Corintios 8:6; Colosenses 1:15s; Hebreos 1:10s).

Este Jesucristo que es Dios venido en carne, es el único que puede salvar del pecado (Mateo 1:21; Hebreos 4:12). Vino a su pueblo como el Mesías e Hijo de David, trayendo la redención, aunque esto no se ajustaba a la expectativa judía, que esperaban un caudillo militar. Mas que caudillo, asumió el papel de cordero, de propiciador; por esto, gracias a su obediencia, el padre de la constituido Sumo Sacerdote de su nuevo pueblo, cabeza de la iglesia y Señor del universo.

JESUCRISTO: SUS NOMBRES DIVINOS.
Una forma de demostrar la deidad de Jesús es ver si se le da el mismo trato que a Dios; esto en forma de sus nombres, tenemos que ver si estos nombres son divinos. Aunque esto ya lo vimos en el capítulo anterior, aquí solo los veremos en forma ligera.

Recordemos que los nombres divinos que se le dan a Dios en la Biblia no son meros títulos vacíos. Los nombres divinos determinan y definen a la persona a la que se le aplican dichos nombres.

En esta parte no veremos sus nombres “humanos”, como Jesús, o el nombre Mesías que se refiere a su obra terrenal, tampoco al nombre compuesto Jesucristo, ni Hijo del Hombre, que se refieren a otras cosas. Dividiremos los nombres en aquellos que nos indican su relación eterna y los que nos muestran su deidad.

NOMBRES QUE INDICAN SU RELACION ETERNA.

A.- Logos: logoV.
Aunque este nombre ya lo vimos, solo diremos aquí que, así como el lenguaje expresa el pensamiento, así Cristo es la expresión, el revelador, el manifestador de Dios. La palabra Logos es usada solo por el apóstol Juan (como ya lo vimos antes) para nombrar a la segunda persona de la deidad (o Trinidad), y nos muestra el carácter eterno de Cristo.

Como logos, él era en el principio, él era Dios, y él era Dios (Juan 1:1). Este Logos se hizo carne (Juan 1:14), en el habita la plenitud de la deidad (en griego plerwma. Plerooma), ver Colosenses 2:9.

No hay declaración más enérgica de la deidad de Jesús que la que expresa la palabra Logos. Aunque Pablo en su epístola a los Colosenses, y el autor de Hebreos, no usan la palabra Logos, al hablar de la preexistencia de Cristo, en cierta manera explican el significado de la palabra Logos. Juan, al no explicar el significado del vocablo, nos sugiere que el término estaba muy extendido entre los cristianos del primer siglo y no necesitaba explicarlo.

B.- Hijo Unigénito (monogenhV Monogenes: Juan 1:14, 18).
Este nombre es más un título que nos habla de la relación eterna entre el Padre y el Hijo. El no es declarado hijo “único”, sino que “es” Hijo único, participante de la naturaleza divina del Padre en su totalidad.

Recordemos que los ángeles son “Hijos” de Dios, porque Dios los hizo, nosotros somos “adoptados”. Con Cristo no es así, él es Unigénito Hijo en el sentido de la eternidad.

C.- Imagen: eikwn Eikon (Colosenses 1:15).
La palabra imagen, en griego nos lleva más allá de un simple parecido. Nos indica más bien que hay un prototipo, y que la imagen que “vemos” es la realidad revelada de dicho prototipo. En otras palabras, la imagen “visible” del Dios “invisible” es Cristo. Lo que nos indica que Cristo es Dios mismo.



D.- Imagen Exacta carakhr Jarakter (Hebreos 1:3).
En cierta manera, este nombre es un sinónimo del anterior, pero en sus diferencias, nos sugiere que Dios estampa su forma exacta en Cristo al hacerse éste carne, siendo una expresión definida completamente de Dios, en su naturaleza y carácter.

E.- Primogénito prwtotokoV Prototokos.
Esta palabra se usa nueve veces en el Nuevo Testamento, en dos ocasiones no se refiere a Cristo (Hebreos 11:28 y 12:23), las otras siete veces se refiere a Cristo.

Este título no nos dice que el fue la primera criatura creada, porque esto contradiría la Biblia que nos afirma que Cristo es Dios, y que también él es antes de todas las cosas y todas las cosas fueron hechas por él, y en el uso bíblico de la palabra se le ve un uso triuniforme.
1.    Antes de la fundación del mundo (Romanos 8:29; Colosenses 1:15).
2.    Primogénito de María (Mateo 1:25; Lucas 1:25; Hebreos 1:6).
3.    Primogénito de la Resurrección (Colosenses 1:18; Apocalipsis 1:5).

NOMBRES QUE INDICAN FUNDAMENTALMENTE SU DEIDAD.

A.- Dios.
Este nombre se reconoce universalmente como un nombre que indica a la deidad. cuando se aplica a Cristo, lo que sucede muchas veces en el Nuevo Testamento, declara que él es parte de la divinidad y, por lo tanto, ha existido desde la eternidad. El uso de ésta designación a Cristo empieza desde el Antiguo Testamento y continua a través de todo el Nuevo Testamento.

Por ejemplo, es claro que en Isaías 40:3 se refiere a Cristo. En esta parte el Espíritu Santo, afirma que el Mesías o Cristo es tanto Jehová como Elohim. Otro ejemplo lo encontramos en Isaías 9:6-7. Cristo es el único miembro de la Divinidad (Trinidad), de quien se puede decir que nacería y se sentaría en el trono de David. El nombre Emanuel dado en Isaías 7:14, se le aplica a Jesucristo en Mateo 1:23, y Emanuel significa “Dios con nosotros”, o aún mejor: “Con nosotros Dios”. Con éste nombre dado a Cristo, nos muestra a Dios acercándose a la humanidad.

Quienes niegan que Jesús era (y es) Dios, son refutados en Juan 20:28; ante la declaración de Tomás cuando vio las heridas del salvador, dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! Si esta declaración no hubiese sido correcta, entonces hubiera sido idolatría digna de reprensión de parte de Cristo, sin embargo, no reprendió a Tomás por haberlo reconocido como Señor y Dios.

Es cierto que Cristo ha de venir otra vez que lleva el título de Gran Dios y Salvador (Tito 2:13). El libro de los Hebreos refiriéndose a Cristo cita el Salmo 45:6 que dice “Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre”. Así pues, en la Biblia se nos dice en un tono enérgico que Cristo es Dios, que existió siempre desde la eternidad.
B.- Jehová.
Recordemos que Jesús también se le da el nombre de Jehová, que es el nombre personal de la Divinidad. Recordemos que en cierta manera, este es el nombre más exaltado de Dios, en Isaías 42:8, se nos dice que Jehová es el nombre propio de Dios. En Zacarías 12:10, habla Jehová, pero estas palabras solo se le pueden aplicar a Cristo que fue traspasado. Parece que Juan está pensando en esta parte de las Escrituras cuando dice: “He aquí que viene en las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron, y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él (Apocalipsis 1:7)”. En el Salmo 68:18, el apóstol Pablo hace una referencia de estas mismas palabras que se aplicaban a Jehová, pero diciendo que se refieren a Cristo.

C.- Señor (Kuríos).
Recordemos que la palabra (Kuríos), en la LXX, se le aplica a Jehová sin artículo. En el Nuevo Testamento se aplica la palabra Señor (Kuríos) a Jesús de tres maneras.
1.    Como nombre de respeto (Mateo 8:2; 20:33, etc.).
2.    Como de alguien que tiene autoridad sin ninguna implicación a su deidad (Mateo 24:42; etc).
3.    En la forma tan elevada que prácticamente equivale al nombre mismo de Dios (Marcos 12:36-37; Lucas 2:11; 3:4; Hechos 2:36; 1 Corintios 12:3; Filipenses 2:11; etc). En algunos casos es difícil determinar a cual de las dos últimas formas se refiere la palabra Señor. Pero la situación es aún más difícil cuando éste título se refiere a Dios como Jehová, y hay pasajes donde es difícil saber si se refiere a Dios Padre o Jesús.

PRUEBAS BIBLICAS DE LA DEIDAD DE CRISTO.
En vista de la extendida negación de la deidad de Cristo, resulta importante estar perfectamente informados de las pruebas bíblicas de la Deidad de Cristo, ya que ésta es tan abundante que nadie quiere aceptar a la Biblia como la palabra infalible de Dios.

Hemos visto que los atributos de Cristo lo hacen Dios mismo, así como sus nombres, por lo que para un estudio más profundo de lo anterior favor de referirse a esos capítulos, pero ahora veremos las pruebas bíblicas, primeramente el Antiguo Testamento y después el Nuevo.

PRUEBAS BIBLICAS DE LA DEIDAD DE CRISTO EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
Hay quienes (incluyendo cristianos) muestran inclinación a negar que el Antiguo Testamento contenga predicciones de un Mesías divino, pero eso es insostenible ante pasajes como el Salmo 2:6-12 (Comparece con Hebreos 1:5); Salmo 45:6-7 (Comparece con Hebreos 1:8-9); Salmo 110:1 (Comparece con Hebreos 1:13); Isaías 9:6; Jeremías 23:6; Daniel 7:13; Miqueas 5:2; Zacarías 13:7; Malaquías 3:1. La doctrina de la deidad del Mesías está en la Biblia mucho antes que el cristianismo o el judaísmo cristiano. Si reconocemos que esta doctrina está en el Antiguo Testamento, muchos pasajes del Nuevo Testamento se explican.

PRUEBAS BIBLICAS DE LA DEIDAD DE CRISTO EN EL NUEVO TESTAMENTO.
El Nuevo Testamento nos dice quien es Jesús, y aún que dice Jesús de si mismo, y al final nos damos cuenta que en Jesús de Nazaret encontramos al Dios que vive, veamos como el Nuevo Testamento a Jesús.

Los Evangelios Sinópticos.
Los mencionamos primero no porque sean mejores o diferentes de los otros escritos del Nuevo Testamento, sino porque hay personas que dicen que solo en estos podemos encontrar un verdadero “Retrato” de Jesús, pero tanto aquí, en los evangelios llamados sinópticos, como en el evangelio de Juan; nos muestran a un Cristo divino.

En estos escritos sobresalen sobre todo los títulos de: Hijo del Hombre e Hijo de Dios. Su carácter y sus obras se justifican con lo que él dice ser. Nótese en particular los siguientes pasajes: Mateo 5:17; 9:6; 11:1-6, 27; 14:33; 16:16-17; 28:18; y muchos otros pasajes similares y paralelos.

En los evangelios sinópticos, el lenguaje de Jesús con respecto de si mismo posee varios significados.

·      Jesús habla con autoridad divina, de manera deliberada y cuidadosa, enfrenta su autoridad a la del Antiguo Testamento (Mateo 5:21-48).
·      Reclama para si mismo el poder de perdonar pecados Marcos 2:5-12; Lucas 7:47-50).
·      Dio a conocer al Padre de un modo único (Mateo 11:27), y es sobre esta base que invita a los hombres a venir a él; para que en él encuentren reposo espiritual (Mateo 11:28-30).
·      Extrae de Pedro la confesión de que él; Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios viviente (Mateo 16:16,17).
·      Acepta la adoración a su persona (Mateo 14:33).
·      Afirma poseer el derecho de pronunciar el juicio final sobre los hombres (Mateo 7:21-23; 10:32-33).
·      Cuando Caifás le pregunta si es el Cristo, el Hijo del Bendito, rompe su silencio y dice: “YO SOYMarcos 14:53:61.

Estas palabras nunca antes fueron o habían sido dichas por ningún maestro o profeta, lo que demuestra que Jesús es Dios.

El Cuarto Evangelio.
El cuarto evangelio contiene el pasaje Cristológico más elevado de todo el Nuevo Testamento (Juan 1:1-18). Estos textos colocan a Cristo en la Deidad. Dios ha hablado su palabra desde la eternidad, a través de Cristo creo todas las cosas. Esa palabra se hizo carne en Jesucristo. El Dios invisible se hizo visible en Jesús de Nazaret; hasta el punto de decir: “El que me ha visto a mi ha visto al Padre” (Juan 14:9). Y la cúspide de toda la Cristología del Nuevo Testamento la encontramos en la exclamación dramática que encontramos en el cuarto evangelio: “Señor mío, y Dios mío” (Juan 20:28).

La Conciencia Del Mismo Jesús En Los Evangelios.
En años recientes ha habido una tendencia a regresar a la “Conciencia propia de Jesús”, y se ha dicho que Jesús nunca afirmó que él fuera el Mesías o Hijo de Dios, etc.
Pero no podemos saber nada de la conciencia de Jesús, sino por medio de sus propias palabras tal y como están en los evangelios, (aunque hay quienes niegan que los evangelios tienen en forma correcta el pensamiento de Jesús). Para los que aceptamos el testimonio del evangelio no cabe duda del hecho de que Jesús fue siempre consciente de ser el verdadero HIJO DE DIOS, los pasajes siguientes nos dan testimonio de esto: Mateo 11:27 (Con Lucas 10:22); Mateo 21:37-38 (Con Marcos 12:6; Lucas 20:13); Mateo 22:41-46 (con Marcos 13:35-37; Lucas 20:41-44); Mateo 24:36 (Con Marcos 13:32); Mateo 28:19. Estos y muchos pasajes nos testifican de que Jesús era consciente de su mesianidad.

En cuanto a la conciencia de que él era el HIJO DE DIOS en el sentido divino. Jesús habla de la primera personas de la Trinidad como MI PADRE (Mateo 7:21; 10:32-33; 11:27; 12:50; 15:13; 16:17; 18:10, 19, 35; 20:23; 25:34). Esto es aún más evidente en el evangelio de Juan en donde se relata la relación de Cristo con su padre en un sentido muy estrecho, vea Juan 3:13; 5:17-27; 6:37-40,57; 8:34-36 y muchos otros pasajes.

Las Epístolas Paulinas.
Pablo afirma en sus escritos que Jesús es el Hijo de Dios (Romanos 1:3-4), a quien el Padre envió al mundo (Romanos 8:3; Gálatas 4:4). Estas y otras expresiones nos muestran la convicción del apóstol con respecto a la preexistencia de Cristo.

Hay dos pasajes que merecen una especial atención. En Colosenses 1:15-22, se nos dice que Cristo es la imagen del Dios invisible, el creador de todas las cosas visibles e invisibles. La cabeza de la iglesia y el plerwma (Pleroma) palabra griega que expresa plenitud (que algo esta lleno), o totalidad de Dios en carne humana, y que por medio de su muerte somos reconciliados con el Padre.

En Filipenses 2:5-8, Pablo declara que el Hijo preexistente es en morjh Jeou (En Morfe Theou), esta expresión griega significa que el Hijo (antes de encarnarse) participo plenamente en la vida de Dios. Así, él fue la manifestación de la majestad divina. El Hijo no estimo egoístamente esta gloria celestial que compartía con el Padre, sino que asumió “Forma de siervomorjen doulou (Morfe Doulou) Filipenses 2:7, para redimir a la humanidad; “Y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz” (vr. 8).

Otros textos donde está este alto concepto de la persona de Cristo, están en: Romanos 1:7; 9:5; 1 Corintios 1:1-3; 2:8; 2 Corintios 5:10; Gálatas 2:20; 4:4; Filipenses 2:6; Colosenses 2:9; 1 Timoteo 3:16.

El libro de los Hebreos es una exención, pero también nos muestra la Deidad de Cristo (Hebreos 1:1-3, 5, 8; 4:14; 5:8; etc.); Se ha especulado sobre la canonicidad de esta epístola, pero si fue Pablo quien la escribió, vemos con más razón a Cristo como celestial y preexistente.

A CRISTO SE LE RINDE CULTO DIVINO.
Esta es otra prueba de que Cristo es Dios, pues en la Biblia se reconoce que solo a Dios se le debe rendir culto, esto lo vemos por ejemplo en Mateo 4:10; Apocalipsis 22:8-9 (ni siquiera se le permitió a Juan adorar delante de los pies del ángel, para adorar a Dios). Pedro no permitió que le adorarán (Hechos 14:14-15; 10:25-26). También se debe tomar en cuenta la muerte que le ocurrió a Herodes por aceptar el culto que solo le correspondía a Dios (Hechos 12:20-25). sin embargo, Jesús aceptó el culto sin titubear; en realidad, el mismo lo pidió, véase por ejemplo Juan 4:10; 20:28, Mateo 14:33; Lucas 5:8; 24:52.

Si Jesús no fuera Dios, el culto que se le rinde, sería nada menos que idolatría sacrílega. Cristo nunca opuso resistencia para aceptar el culto a su persona. Por consiguiente, o Cristo fue un impostor o fue Dios. Su vida (testimonio) rechaza cualquier idea de la impostura. Fue él mismo quien dijo: “Solo a Dios adorarás”; y si él no fuera Dios, no tenía el derecho de tomar el lugar de Dios.

Dios mismo manda que todos adoren al Hijo como lo adoran a él (Juan 5:23-24). A los mismos ángeles se les manda adorar al Hijo (Hebreos 1:6), véase también Filipenses 2:10.

Los cristianos primitivos adoraban a Cristo (2 Corintios 12:8-10; Hechos 7:59; 1 Corintios 1:2, etc), y los cristianos de todos los tiempos no solo han admirado a Cristo, sino que lo han adorado y dado culto. se han acercado a Cristo con una actitud de sacrificio y adoración, reconociendo como Dios mismo.

LOS ATRIBUTOS DIVINOS DE CRISTO, DEMUESTRAN SU DEIDAD.
Esto lo vimos dentro del estudio de los atributos de Dios, y demostramos que si Cristo tiene los mismos atributos de Dios, entonces es Dios mismo, por el momento solo veremos los atributos divinos de Cristo más relevantes y que son más distintivos de su deidad.

I.- ETERNIDAD: Como ya lo hemos visto, solo diremos que Cristo nos demuestra su eternidad, tanto en el evangelio de Juan, en donde se identifica como el Logos (logoV) de Dios, así como la aplicación a si mismo del nombre de Jehová, diciendo “Yo SoyJuan 8:58, estas afirmaciones y títulos nos muestran y demuestran su eternidad.

II.- INMUTABILIDAD: Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos (Hebreos 1:11-12; 13:8).

III.- OMNIPOTENCIA: A Dios se le da el calificativo de “El Todopoderoso”, y solo a él se le da este título. De Cristo, la Biblia nos dice que Cristo tiene todo poder para sujetar a si mismo todas las cosas (Filipenses 3:21), también en toda la Biblia se le recuerda a cada momento como creador.

IV.- OMNICIENCIA: Este es otro de los atributos exclusivos de la deidad, en la Biblia se nos dice directa o indirectamente en muchas formas, que Cristo tiene esta omnisciencia, y como lo vimos en el capítulo anterior, aunque hay muchos pasajes solo veremos unos pocos: Mateo 11:27; Apocalipsis 2:23.

V.- OMNIPRESENCIA: Cristo se presenta en Juan 14:23 como uno que siempre está presente donde quiera que estén los que creen en él, y juntamente con el Padre harán morada con los que creen en él.

Así vemos que los atributos divinos de Cristo definitivamente nos demuestran su deidad, este es el rasgo más distintivo de su deidad.

OTRAS EVIDENCIAS QUE NOS MUESTRAN LA DEIDAD DE CRISTO.
Las evidencias bíblicas que nos muestran su deidad, no solo están en los nombres o atributos, el también ha hecho obras poderosas, aquí solo las veremos superficialmente.

CRISTO Y LA CREACION.
Así como la Biblia nos dice que Dios hizo todas las cosas (Romanos 11:36). En Juan 1:2 y Colosenses 1:16-17, donde se afirma con los mismos términos, que todas las cosas fueron hechas por Cristo y para él, que Cristo es antes de todas las cosas y que todas las cosas subsisten por medio de él. Esto solo puede entenderse cuando se afirma que Cristo es Dios y que el es creador.

EL MESIAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO.
A menudo se pasa por alto el hecho de que el mesías del Antiguo Testamento es Jehová mismo, ya que esto se declara constantemente (debe notarse sin embargo que en la Trinidad, Jehová y el mesías son dos personas separadas). Un ejemplo de lo que estamos diciendo esta en el Salmo 2:2, donde se dice que los reyes y príncipes de la tierra “consultan unidos contra Jehová y contra su ungido (es mejor traducir ungido como Mesías)”. También, los pasajes que siguen nos demuestran la idea que estamos diciendo: Deuteronomio 30:3; Jeremías 33:14-17; Isaías 9:6-7; 40:1-3 (Juan el bautista cumplió esta profecía); Jeremías 23:5,6; Zacarías 1:4, 9, 16; 9:9.

EL ANGEL DE JEHOVA.
En el estudio que hicimos de los pasajes del Antiguo Testamento que se refiere al “Angel de Jehová,” se revela que dicho ángel se identifica con Jehová mismo, por ejemplo: cuando el ángel de Jehová habló a Agar (Génesis 16:7-13), se identifico como Jehová. En el sacrificio de Isaac (Génesis 22:11-12) se confirma la misma identificación de el ángel de Jehová como el mismo Jehová. Los siguientes pasajes nos confirman esta verdad: Génesis 31:11-13; Exodo 3:2-4; etc.

Es interesante notar que aunque en muchos pasajes de la Biblia se nos hace notar que el ángel de Jehová es, Jehová mismo, también hay igual muchos pasajes que distinguen al ángel de Jehová como una persona distinta. En Génesis 24:7, nos dice que Jehová había prometido enviar a su ángel.

SUS OFICIOS DIVINOS.
Aparte de ser creador de todas las cosas, Cristo también tiene otras prerrogativas que lo hacen Dios mismo.

Sustentador De Todas Las Cosas: La Biblia nos enseña que el universo no se sostiene por si mismo, ni está abandonado por Dios. Es el poder de Cristo el que hace que todas las cosas subsistan, Colosenses 1:17; Hebreos 1:3.

Tiene Derecho De Perdonar Pecados: Marcos 2:5-10; Lucas 7:48-50. En estos pasajes nos habla de que Cristo perdonó pecados, y esto lo entendieron muy bien los fariseos y le acusaron de blasfemia. Esta no es una declaración de perdón basadas en el arrepentimiento del hombre, Cristo no declara que los pecados son perdonados, sino que de hecho él los perdona. Además, Jesús, en la parábola de los dos deudores (Lucas 7), declara que los pecados fueron cometidos contra él mismo.

Es El Juez De Todos Los Hombres: Hay muchos pasajes que nos indican que el hombre de la cruz, será quien juzgará a todos los hombres, notemos el lenguaje de los siguientes pasajes Mateo 25:31-46; Juan 5:22; Hechos 17:31; 2 Timoteo 4:1.


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