El Proceso de Perfeccionamiento
Introducción
Amado
hermano, el Señor Jesús dijo “sed perfectos como vuestro Padre que está en los
cielos es perfecto” (Mateo 5:48), empezaremos diciendo que la perfección es un
proceso que tiene un inicio y que se completa al terminar la obra, el
diccionario Strong define perfecto como algo completo, sin defecto, intachable,
integro, entero, recuerda que el pecado se define como errar, es decir que
alguien perfecto es alguien que no peca, Dios quiere que seamos perfectos como Él
es perfecto, pero es un proceso, que requiere tiempo.
La
escritura declara “y que la
paciencia ha de tener su perfecto resultado, para que seáis perfectos y
completos, sin que os falte nada” (Santiago 1:4), nota que Santiago dice
que como resultado de esperar finalmente alcanzaremos la perfección, ahora para
entender este proceso de perfeccionamiento debemos verlo desde la perspectiva
de Dios y desde la nuestra, el Apóstol Pablo escribió:
Filipenses 3:12 No que ya lo haya
alcanzado o que ya haya llegado a ser perfecto, sino que sigo adelante, a fin
de poder alcanzar aquello para lo cual también fui alcanzado por Cristo Jesús.
13 Hermanos, yo mismo no considero haberlo
ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando lo que queda atrás
y extendiéndome a lo que está delante,
14 prosigo hacia la meta para obtener el
premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. 15 Así que todos los
que somos perfectos, tengamos esta misma
actitud; y si en algo tenéis una actitud distinta, eso también os lo
revelará Dios;
Notemos
que primero dice en el verso 12 “no que haya llegado a ser perfecto”, pero en
el verso 15 dice “los que somos perfectos”, entonces ¿era perfecto o no era
perfecto? En el verso 12 dice que no ha alcanzado la perfección y en el verso
15 dice que es perfecto, cuando no entendemos la perspectiva de Dios diríamos
que aquí hay una contradicción pero no es así, debemos darnos cuenta que Dios
vive en un eterno presente es decir que delante de El no existe el tiempo como
lo es para nosotros, Dios ve todo de una vez, desde el principio hasta el fin,
nosotros apenas vivimos un momento a la vez.
Nosotros
en nuestro presente vemos que no hemos alcanzado la perfección pero Dios en su
eterno presente ve el final y nos ve completos en Cristo (Colosenses 2:10),
para entender mejor esto debes saber que nuestra vida es como una película en
la que nosotros en nuestra realidad estamos viviendo la escena actual pero Dios
en su realidad en su eterno presente ve toda la película, sabe cómo termina
pues El la creo, por eso el Apóstol Pablo escribió:
Romanos 8:29 Porque a
los que de antemano conoció, también los
predestinó a ser hechos
conforme a la imagen de su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos
hermanos; 30 y a los que predestinó, a ésos también llamó; y a los que llamó, a
ésos también justificó; y a los que justificó, a ésos también glorificó.
Si
tú notas, habla en tiempo pasado, predestino, llamo, justifico, glorifico, en
la realidad de Dios tú y yo ya somos perfectos, pero en la nuestra como Pablo
decimos “no hemos alcanzado todavía la perfección total”, porque no hemos
llegado al final de la película. Ahora que sabemos cómo Dios ve y como nosotros
vemos, empecemos a conocer el proceso de perfección que estamos viviendo la
escritura lo declara:
La Perfección es
Integral
Filipenses 1:4 orando
siempre con gozo en cada una de mis oraciones por todos vosotros, 5 por vuestra
participación en el evangelio desde el primer día hasta ahora, 6 estando convencido
precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
El Apóstol Pablo sabia esta realidad, que en Cristo
hemos sido creados y escogidos y que Dios que nos escogió, Él nos esta
perfeccionando y que la obra será completada hasta el día de Cristo.
1Tes. 5:23 Y
que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo.
Recuerda que nosotros somos seres tripartitos
(Espíritu, Alma y Cuerpo) y El saber esto nos permitirá entender este proceso
de perfeccionamiento. Notemos el orden del perfeccionamiento, “Espíritu,
Alma y Cuerpo”, quiere decir que lo primero que Dios empieza a perfeccionar es
nuestro Espíritu, y esto sucede cuando aceptamos al Señor Jesús, en ese momento
nuestro Espíritu fue hecho perfecto, completo, integro, que no peca, ahora
entendemos el verso:
Primero es la
perfección del Espíritu
1 Juan 5:18 Sabemos que
todo el que ha nacido de Dios, no peca; sino que aquel que nació de Dios le
guarda y el maligno no lo toca.
La pregunta es ¿Todavía pecas tú? Seguro que sí, de
una forma u otra el pecado nos alcanza, ¿quiere decir que no hemos nacido de
Dios porque pecamos? Por eso es importante entender el proceso de
perfeccionamiento, lo único que ahora tenemos nacido de Dios es nuestro
Espíritu, lo que no peca es nuestro Espíritu, fue lo primero que Dios
perfecciono cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador y Señor, pero falta
perfeccionar nuestra alma y nuestro cuerpo.
Segundo es la
perfección del Alma
El proceso de perfeccionar nuestra alma es lo que está
haciendo el Espíritu Santo en nosotros, aquí debemos entender algo bien
importante, el alma eres realmente tú, es tu esencia como persona, el Espíritu
es lo que tienes de Dios y el cuerpo es lo que tienes del mundo, pero tú eres
un alma viviente, el proceso de perfeccionar nuestra alma dura toda la vida, tu
estado de ánimo, tus pensamientos, tus sentimientos, tu voluntad se encuentra
en tu alma, tu alma con poco se entristece, con cualquier problema se carga,
con cualquier malentendido se resiente, en fin, creo que el proceso de
perfeccionamiento más difícil es perfeccionar nuestra alma y esto lo realiza el
Espíritu Santo y a través de la palabra de Dios:
Salmo 19:7 La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma; el
testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo.
Ahora veamos la perfección en el cuerpo, nuestro
cuerpo en la actualidad es de carne y sangre y lo recibimos a consecuencia del
pecado, por eso la escritura declara que carne y sangre no pueden heredar el
reino de Dios, es decir que este cuerpo imperfecto por el pecado no puede
ingresar al reino de Dios, debe ser perfeccionado, restaurado a la perfección
que tuvo cuando fue creado, y eso sucederá en la resurrección, recuerda que
cuando Jesús resucito el tenia un cuerpo de carne y hueso, no de carne y
sangre, su nuevo cuerpo al resucitar había sido perfeccionado, por eso el
Apóstol Pablo declara:
Tercero y último es la perfección del
Cuerpo
1 Corintios 15:50 Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no
pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
51 He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos
transformados 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta
final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y
nosotros seremos transformados. 53 Porque es necesario que esto corruptible se
vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.
Como aprendimos en el estudio anterior
(“Tú no eres de la tierra”), nuestro cuerpo es solo un tabernáculo, un estuche
para nuestro ser interior (espíritu y alma), y que al venir nuestro Señor
Jesús, cuando suene esa trompeta de Dios, nuestro cuerpo será transformado,
será perfecto, sin pecado, el perfeccionamiento del cuerpo será en un momento,
en un abrir y cerrar de ojo, y será lo último que nos perfeccione Dios,
entonces seremos completamente perfectos.
El proceso de perfeccionamiento de nuestro ser:
·
El Espíritu: Es perfeccionado cuando aceptamos a al Señor Jesús como nuestro
salvador y es lo único que tenemos nacido de Dios y que no peca.
·
El Alma: La está perfeccionando el Espíritu Santo, es un proceso de toda la
vida
·
El Cuerpo: Será perfeccionado cuando suene la trompeta ya sea que estemos vivos
o muertos.
Amado hermano, Dios nos ha creado en Cristo y nos ha
destinado para ser perfecto como El, es el que hace la obra de perfeccionarnos,
es un proceso y requiere paciencia, pero confía, cuando suene esa trompeta
seremos completamente perfectos, aunque hayan momentos difíciles y nos parezca
que no terminaran en nuestra realidad, pero en la realidad de Dios esto es un
poco de tiempo, un tiempo para perfeccionarnos y así heredar la gloria eterna,
¡Aleluya!:
1 Pedro: 5-10 Y después de que hayáis sufrido un poco de tiempo, el
Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, El mismo os perfeccionará, afirmará,
fortalecerá y establecerá.
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