LA DESTITUCION

LA DESTITUCION

Heb 12:1

HE PELEADO LA BUENA BATALLA, HE TERMINADO LA CARRERA, HE GUARDADO LA FE.

INTRODUCCIÓN:

Todos al entrar al evangelio automáticamente estamos en una carrera y tenemos como objetivo terminarla, ahora bien, ¿será que la terminaremos?  Para correr mejor debemos atender a la escritura que dice: "Despojémonos de todo peso y pecado que tan fácilmente nos envuelve y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante" Heb.12:1

DESARROLLO:

El destituir a alguien implica el removerlo, quitarlo o privarlo de la posición que ocupa actualmente, de tal forma que no importa quién sea la persona o cuál sea su puesto o labor, si no se está conduciendo conforme a la voluntad de Dios, tarde o temprano será destituido. Tal es el caso de los siguientes personajes, sin embargo no son los únicos, al escudriñar la Biblia nos encontraremos con otros casos.

DESTITUCIÓN DE UN REY

SAUL: 1Sam 15:23 Las razones de su destitución fueron:

Desechó la palabra de Jehová, se reveló, se insubordinó (obstinación).

UZIAS: 2Cr. 26:16 Cuando se hizo fuerte obró corruptamente, fue infiel a Jehová, usurpó el servicio sacerdotal. Nunca le sanaron la lepra y murió fuera del palacio.

DESTITUCIÓN DE UNA REINA

BALAAM: Era asalariado; su error (Num 22:6) fue creerse más justo que Dios; su camino (2P. 2:15) era el jugar con el don que Dios le dio; su doctrina (Ap.2:14) era enseñar a poner tropiezo a los hijos de Dios, comer cosas sacrificadas a los ídolos y cometer fornicación.

DESTITUCIÓN DE UN SACERDOTE

ELI: (Altivo), fue indiferente a la voz de Dios (1 Sam 3:18), no estorbó el pecado de sus hijos (1 Sam 3:13), murió desnucado, sin vista y grueso (no se renovaba).

DESTITUCIÓN DE UN JUEZ

SANSÓN: Jue 13, Su principal problema fue el sexo ilícito, no se percató de que a veces se puede tener victoria espiritual estando derrotados o en pecado, lo cual ocurre por pura misericordia (semejante al problema de Aarón), pero que al final Dios se las cobra todas juntas.

DESTITUCIÓN DE UN SIERVO

GIEZI: 2 Rey 5:27 Inició su carrera como criado, pero no la terminó, no tenía autoridad propia, vivía con un evangelio prestado, quizo lucrar o recibir pagó a través de la obra de Dios, por último paró leproso él y su descendencia.

DESTITUCIÓN DE UN MINISTRO

DIÓTREFES: 3 Jua 1:9-10, ambicionaba el primer lugar en el ministerio, no recibía a los hermanos enviados por el apóstol Juan y tampoco dejaba a los de su congregación, expulsándolos (Perro de Hortelano).

DESTITUCIÓN DE UN DIACONO

NICOLÁS: (vencedor del pueblo), Hech 6:5 formaba parte de los siete diáconos. Parece ser que se desvió de la sana doctrina (Ap.2:6,15). Su nombre que quiere decir "vencedor del pueblo" se puede aplicar como un vencimiento pero con falsa doctrina.

DESTITUCIÓN DE UN PRIMOGENITO

RUBÉN: Gén 35:22, conoció la desnudez de la esposa de su padre, perdió preeminencia (Gén 49:3), caso semejante al de 1 Cor 5:5. Pero descubrir la desnudez de alguien no solo es en el sentido literal, en lo espiritual se puede dar cuando un hijo murmura en contra de su padre o de alguno de sus hermanos, etc; el enemigo opera con un espíritu de desnudez, acusándonos y tratando de descubrir las faltas o errores de los hijos de Dios, mientras que el Señor opera cubriendo nuestra desnudez espiritual, así como lo hizo con Adán y Eva. (Gén 3:21)

DESTITUCIÓN DE UN MATRIMONIO

ANANÍAS Y SAFIRA: Hech.5, se pusieron de acuerdo para hacer el mal, mintieron al Espíritu Santo y tentaron al Espíritu de Cristo (Hech. 5:3 y 9)

DESTITUCIÓN DE UN QUERUBIN

Eze 28:16-19, Se enaltece por su hermosura, se corrompe su sabiduría, profano santuario, quiso ser igual al altísimo. Hecho espanto y deja de ser por siempre.

CONCLUSIONES

Los anteriores fueron unos pocos ejemplos de destitución, y como nos pudimos dar cuenta, habían personajes con puestos elevados y otros no mucho, lo que nos muestra que no importa que papel estemos desempeñando o que puesto tengamos dentro de la iglesia de Cristo, si no corremos la carrera según las reglas (2 Tim 2:5), nos pueden destituir, debemos recordar también que no solo es de correr la carrera, sino también terminarla, y con gozo, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.