LA SUJECIÓN2

LA SUJECIÓN2Ef. 4:16

 

INTRODUCCIÓN:

Desde el punto de vista cristiano entendemos por "sujeción", como la obediencia o fidelidad que los miembros del cuerpo de Cristo tienen hacia sus coberturas espirituales.

La sujeción va mas allá de obedecer, vemos en la Biblia como El Señor Jesús se sujeta en todo al Padre reconociendo su autoridad por amor, cumpliendo de esta manera el ministerio que se le había encomendado. La autoridad no se impone, se reconoce. Para caminar agradablemente delante de Dios, debemos de vivir lo establecido en su palabra, la esposa se sujeta al varón, la iglesia a Cristo (Ef. 5:22-23). Definición: Gr. Hupotage que significa obediencia, sumisión (Gá.  2:5), poder de una cosa, de estar sujeta a otra, afirmar o someter algo o a alguien con poder, sujetar, afirmar un objeto con poder .

DESARROLLO:

En el reino espiritual de Dios se obedece a una "ley máxima" que sujeta todas las cosas en perfecto orden y armonía.

Cada miembro o parte del cuerpo espiritual (la iglesia) busca su lugar dentro de ella y se sujeta a sus coberturas e interactúa con los demás en armonía, sujetándose a los de mayor jerarquía en mansedumbre (Mt. 11:29). El máximo ejemplo es el Señor Jesucristo sujetando para sí a su amada, la iglesia y cuando todo le sea sujetado, Él mismo se sujeta en todo al Padre Eterno (1 Co. 15:27-28).

LA SUJECIÓN ES UN PROCESO.

·         Cuando una persona está  sin Cristo obedece a las leyes de pecado o del reino de las tinieblas en un sistema caótico y de desorden (Ro. 6:6).

·         El Señor anula esa cautividad a través del plan de salvación y nos hace libres del pecado (Gá. 5:1).

·         Luego se inicia un proceso de restauración en nuestro ser integral, cuerpo, alma y espíritu para que sean sujetos a las leyes de Dios y puedan dar fruto al 30, 60, 100 por uno (Mt. 13:8).

Podemos ver al apóstol Pablo al inicio de su carrera que su espíritu está  sujeto a Cristo pero su alma y cuerpo no lo están (Ro. 7:21-24). En Filipenses 3:12-14 vemos al apóstol Pablo en una faceta de su vida habiendo avanzado en la sujeción. En 2 Timoteo 4:6-8 presenta al mismo apóstol afirmando que ya terminó su carrera y que está  siendo ofrecido como ofrenda de libación (siendo libre aún en su cuerpo de pecado). Otros textos que muestran que la sujeción es un proceso son: Hebreos 5:8, Juan 21:18-19.

COMO ALCANZAR LA SUJECIÓN

Est. 2:1: En este libro podemos aprender algunas formas de como alcanzar la sujeción y poder ser agradables delante del Rey. El rey Asuero fig. de Cristo, Éster fig. de la iglesia, Hegai fig. de los ministros, Mardoqueo fig. del Espíritu Santo, Vasti fig. de los que no reconocen autoridad (ser inicuo = sin ley).

·         Éster sustituye a una reina in sujeta, Vasti (Est. 2:1).

·         Se deja guiar por el Espíritu Santo (Est. 2:7; Jn. 14:26).

·         Se deja ministrar por los ministerios delegados (Est. 2:8-9; Ef. 4:11-13).

·         Se deja trabajar por la doctrina (Est. 2:12; Ro. 6:17; Tit. 1:9) hay 2 períodos de 6 meses = 66 libros de la Biblia; tres meses con óleo y mirra que son figura de sufrimiento, prueba, etc.; tres meses con perfumes y cosméticos figura de intimidad con Cristo, estos períodos son importantes para nuestra preparación, Cristo por lo que padeció aprendió obediencia (He 5:7).

BENEFICIOS DE LA SUJECIÓN:

·         Llegar a ser esposa del Cordero Santo (Ést. 2:17).

·         No morir, poder ser transformado (Fil. 3:11).

ENEMIGOS DE LA SUJECIÓN:

·         Rebelarse contra Dios y sus ministros (Os. 11:4-5).

·         Las obras de la carne que batallan contra los frutos del Espíritu (Ro. 8:6-8).

·         Falsas doctrinas y falsos ministros (Jud. 1:10-13).

·         El de doble  ánimo (Stg. 1:8 y 4:8).

 

CONCLUSIÓN: Cuando permitimos que nuestro ser se llene del amor de Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, y su doctrina se va convirtiendo en nosotros en una forma de vida, vamos a poder sujetarnos a Dios, a Cristo, vamos a ser guiados por el Espíritu Santo para poder sujetarnos a los ministerios y sus delegaciones y aún a las autoridades terrenales puestas por Dios cuando estas no contradicen las leyes divinas.