lunes, 14 de enero de 2013

LOS ORIGENES DE LAS PRACTICAS DE LA IGLESIA CONTEMPORANEA (Cristianismo Pagano)


CRISTIANISMO PAGANO
Los orígenes de las prácticas de la iglesia contemporánea
Frank Viola
www.ptmin.org/espanol.htm

El término “catedral” se deriva de cathedra. Es el edificio que alberga la cathedra, la silla del obispo. ¡Es la iglesia que contiene el “trono” del obispo!
 The Oxford Dictionary of the Christian Church, Third Edition, p. 302. Frank Senn explica cómo la estructura gótica dispersaba a la congregación y reflejaba la compartimentalización entre el clero y los laicos (Christian Liturgy, pp. 212-216)

Platón enseñaba que el sonido, el color y la luz poseen significados místicos elevados. Pueden inducir estados de ánimo y ayudar a llevar a una persona más cerca del “Bien Eterno”.170 Los diseñadores góticos tomaron las enseñanzas de Platón y las transformaron en ladrillos y piedras. Crearon una iluminación sobrecogedora para evocar un sentido de esplendor y adoración abrumadores.171

170 The Gothic Cathedral, pp. 22-42, 50-55, 58, 188-191, 234-235. Von Simon muestra cómo la metafísica de Platón dio forma a la arquitectura gótica. La luz y la luminosidad alcanzan su perfección en los vitrales góticos. Números de proporciones perfectas armonizan todos los elementos del edificio. La luz y la armonía son imágenes del cielo; son los principios ordenadores de la creación. Platón enseñaba que la luz es el más notable de los fenómenos naturales, el más cercano a la forma pura. Los neoplatónicos consideraban a la luz como una realidad trascendente que ilumina nuestro intelecto para comprender la verdad. El diseño gótico era, esencialmente, una mezcla de las visiones de Platón, Agustín y el Pseudo Dionisio Areopagita (un conocido neoplatónico).
171 Protestant Worship and Church Architecture, p. 6.


 “Entre todos los grandes maestros del cristianismo, Martín Lutero percibió más claramente la diferencia entre la ecclesia del Nuevo Testamento y la iglesia institucional, y fue quien reaccionó más fuertemente contra el quid pro quo ('algo a cambio de algo') que buscaba identificarlos. Por lo tanto, se rehusó a tolerar la mera palabra ‘iglesia’; la denominó un término ambiguo y oscuro. En su traducción de la Biblia, tradujo ecclesia como ‘congregación’… se dio cuenta de que la ecclesia del Nuevo Testamento no es sólo un ‘algo’, una ‘institución’, sino más bien una unidad de personas, un pueblo, una comunión… Por fuerte que era la aversión de Lutero a la palabra ‘iglesia’, los hechos de la historia demostraron ser más fuertes. El uso lingüístico, tanto de la era de la Reforma como de la Post-reforma, ha aceptado la idea tan poderosamente desarrollada de la iglesia y, en consecuencia, toda la confusión que depende del uso de esta palabra ‘ambigua y oscura’ penetró en la teología reformada. Fue imposible retrasar el reloj un milenio y medio. El concepto de ‘iglesia’ permaneció moldeado irrevocablemente por este proceso histórico de 1500 años...” (Emil Brunner, The Misunderstanding of the Church, London: Lutterworth Press, 1952, pp. 15-16).

El púlpito
Los primeros sermones fueron dados desde la silla del obispo, o cathedra, que estaba ubicada detrás del altar.201 Más adelante, el ambón, 202 un pupitre elevado al lado del antealtar desde donde se leían las lecciones bíblicas, se convirtió en el lugar desde donde se daban los sermones.203 El ambón fue tomado de la sinagoga judía.204 Sin embargo, tiene raíces anteriores en los pupitres y plataformas de lectura de la antigüedad grecorromana.
Juan Crisóstomo (347-407) se destacó por hacer del ambón un lugar para la predicación.205

Ya en el año 250 d.C., el ambón fue reemplazado por el púlpito. Cipriano (200-258) habla de instalar al líder de la iglesia en el cargo público sobre el pulpitum.206 Nuestra palabra “púlpito” se deriva de la palabra latina pulpitum, ¡que significa ‘escenario’!207 El pulpitum, o púlpito, estaba colocado en el lugar más elevado de la congregación.208  Con el tiempo, la frase “ascender a la plataforma” (ad pulpitum venire) se convirtió en parte del vocabulario religioso del clero.209 Para el año 252, Cipriano alude a la plataforma elevada que segregaba al clero de los laicos como “¡el congestum sagrado y venerado del clero!”.210
Para fines de la Edad Media, el púlpito se volvió habitual en las parroquias.211 Con la Reforma, se convirtió en el mueble central del edificio de iglesia.212 El púlpito simbolizaba el reemplazo de la centralidad de la acción ritualista (la misa) por la instrucción verbal clerical (el sermón).213

202 Ambo es el término latino para “púlpito”. Se deriva de ambon, que significa “cresta de una colina”. La mayoría de los ambones eran elevados y se subía a ellos por escaleras (Encyclopedia of Early Christianity, p.

El púlpito es la decoración central de la iglesia protestante. Al punto que un pastor muy conocido que habló durante una conferencia patrocinada por la Asociación Evangelística Billy Graham afirmó: “Si la iglesia está viva, es porque el púlpito está vivo; si la iglesia está muerta, es porque el púlpito está muerto”.216


El Pastor
Él es la figura fundamental de la fe protestante. Es el hombre orquesta del cristianismo de hoy. ¡El Pastor es tan preponderante en la mente de la mayoría de los cristianos que se lo conoce mejor, se lo alaba más y dependen más de él que de Jesucristo mismo!

Quite el Pastor, y el cristianismo moderno se viene abajo. Quite el Pastor y prácticamente todas las iglesias protestantes entrarían en pánico. Quite el Pastor y el protestantismo, tal como lo conocemos, se muere. El Pastor es el punto focal dominante, el sostén principal y la pieza central de la iglesia moderna. Es la personificación del cristianismo protestante.

Pero he aquí la profunda ironía. ¡No hay un solo versículo en todo el Nuevo Testamento que apoye la existencia del Pastor moderno! Simplemente no existía en la iglesia primitiva.

(Note que estoy utilizando el término “Pastor” en todo este capítulo para describir el cargo y el papel pastoral modernos. No estoy hablando de los individuos específicos que cumplen este papel. En general, quienes ocupan el cargo de Pastor son personas maravillosas. Son cristianos honrados, decentes y frecuentemente dotados que aman a Dios y tienen celo por servir a su pueblo. Pero tanto la Biblia como la historia de la iglesia se oponen al papel que cumplen, como veremos en este capítulo.)

“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, PASTORES y maestros” (Efesios 4:11).

Podemos hacer las siguientes observaciones acerca de este texto.

·         Este es el único versículo en el Nuevo Testamento donde se emplea la palabra “Pastor”.3 ¡Un versículo solitario es una pieza de evidencia bastante escasa sobre la cual basar todo la fe protestante! En este sentido, hay más autoridad bíblica para manipular serpientes que para el Pastor moderno (Tanto Marcos 16:18 como Hechos 28:3-6 mencionan la manipulación de serpientes. Así que esta práctica gana por dos versículos contra uno.)4
·         La palabra es usada en plural. Es “Pastores”. Esto es significativo. Porque, quienesquiera sean estos “Pastores”, son plurales en la iglesia, no singulares. Por consiguiente, no hay ningún apoyo bíblico para la práctica de Sola Pastora (un único Pastor). 
·         La palabra griega que se traduce como “Pastores” es poimen. Quiere decir pastores de ganado. Así que “Pastor” es una metáfora para describir una función específica en la iglesia.  No es un cargo ni un título.5 Un pastor del primer siglo no tenía nada que ver con el sentido especializado y profesional que ha llegado a tener en el cristianismo moderno. Por lo tanto, Efesios 4:11 no visualiza un cargo pastoral, sino meramente una de las muchas funciones en una iglesia. Los pastores son los que proveen naturalmente sustento y cuidado a las ovejas de Dios. Por lo tanto, es un error profundo confundir a los pastores con un cargo o título, como suele concebirse hoy.6

1.       En el mejor de los casos, este texto es indirecto. No ofrece absolutamente ninguna definición o descripción de quiénes son los Pastores. Simplemente los menciona.
Lamentablemente, hemos llenado esta palabra con nuestro propio concepto occidental de lo que es un Pastor. Hemos querido leer la idea moderna del Pastor moderno en el Nuevo Testamento. ¡Ningún cristiano del primer siglo soñaría siquiera con el moderno cargo de Pastor! Los católicos han cometido el mismo error con la palabra “sacerdote”.
Uno puede encontrar la palabra “sacerdote” en el Nuevo Testamento tres veces para referirse a un cristiano.7 Sin embargo, ¡un sacerdote de la iglesia del primer siglo distaba mucho del hombre vestido de negro con un collar puesto al revés!3

3 Una forma derivada de poimen se usa en Hechos 20:28 y en 1 Pedro 5:2, 3.
4 Hay tanto apoyo bíblico para el Pastor como para el bautismo de los muertos. ¡Ambos se mencionan una sola vez en toda la Biblia (1 Corintios 15:29)!
5 El Nuevo Testamento nunca usa las palabras griegas seculares para las autoridades civiles y religiosas para describir a ministros de la iglesia. Además, aun cuando la mayoría de los autores del Nuevo Testamento estaban embebidos del sistema sacerdotal judío del Antiguo Testamento, nunca usan hiereus (sacerdote) para referirse al ministerio cristiano. El ordenamiento al cargo presupone un papel de liderazgo eclesiástico estático y definible que no existía en las iglesias apostólicas. Marjorie Warkentin, Ordination: A Biblical–Historical View (Grand Rapids: Eerdmans, 1982), pp. 160–161, 166; ¿Quién es su cobertura? Chapters 1–3.
6 Trágicamente, hay hombres que harían lo imposible sólo para ser llamados “Pastor” o “Reverendo”. Vienen a la mente las palabras de Job: “No haré ahora acepción de personas, ni usaré con nadie de títulos lisonjeros” (Job 32:21).

19 F. W. Grant, Nicolaitanism or the Rise and Growth of Clergy (Bedford: MWTB), pp. 3-6. La palabra griega nicolaitane quiere decir ‘conquistando al pueblo’. Nikos significa ‘conquistar’ y laos significa ‘pueblo’. Grant cree que los nicolaítas son los que producen “laicos” en el pueblo de Dios levantando al “clero” para dominarlos. Ver también Alexander Hay, What Is Wrong in the Church?, p. 54.

De presbítero a sacerdote
Ya para mediados del tercer siglo la autoridad del obispo se había rigidizado en un cargo fijo.41 Entonces apareció Cipriano de Cartago (200-258 d. C.), y el daño se extendió.
Cipriano era un ex orador y maestro de retórica pagano.42 Cuando se hizo cristiano, empezó a escribir prolíficamente. Pero nunca abandonó algunas de sus ideas paganas.  31 Ibid.,  Debido a la influencia de Cipriano, la puerta quedó abierta para resucitar el sistema de sacerdotes, templos, altares y sacrificios del Antiguo Testamento.43 Los obispos comenzaron a ser llamados sacerdotes”,44 una costumbre que llegó a ser común en el tercer siglo.45 También fueron llamados “Pastores” en ocasiones.46 En el tercer siglo, cada iglesia tenía su propio obispo.47 Y los obispos y presbíteros, en conjunto, comenzaron a ser llamados “el clero”.48  Cipriano también enseñaba que una porción del rebaño del Señor era asignada a cada pastor (obispo) individual.51
Después del Concilio de Nicea (325 d.C.), los obispos empezaron a delegar la responsabilidad de la Cena del Señor a los presbíteros.52 Los presbíteros eran poco más que delegados del obispo que ejercían la autoridad de él en sus iglesias.

Debido a que los presbíteros eran quienes administraban la Santa Cena, empezaron a ser llamados “sacerdotes”.53 ¡Aun más sorprendente fue que el obispo llegó a ser considerado como el “sumo sacerdote” que podía perdonar pecados!54 Todas estas tendencias oscurecían la realidad neotestamentaria de que todos los creyentes son sacerdotes para Dios.

44 Early Christians Speak, p. 168. Cipriano normalmente denominaba al obispo sacerdos, la palabra latina para “sacerdote”. El lenguaje sacerdotal tomado del Antiguo Testamento para definir los cargos de la Iglesia prendió rápidamente (Ordination: A Biblical–Historical View, p. 177; From Christ to Constantine, p. 136). J. B. Lightfoot escribió que “la visión sacerdotal del ministerio es uno de los fenómenos más llamativos e importantes de la historia de la Iglesia” (J. B. Lightfoot, Saint Paul’s Epistle to the Philippians, London: Macmillian & Co., 1888, p. 144.).
45 Christian Priesthood Examined, pp. 35, 95. No hay ninguna evidencia de que alguien considerara a los ministros cristianos como sacerdotes hasta el año 200 d.C. Tertuliano es el primero en aplicar el término “sacerdote” a obispos y presbíteros. A lo largo de sus escritos denomina al obispo y a los presbíteros sacerdos (sacerdotes) y llama al obispo sacerdos summus (sumo sacerdote). Lo hace sin ninguna explicación, indicando que sus lectores estaban familiarizados con estos títulos (p. 38). Ver también Hans Von Campenhausen, Tradition and Life in the Church (Philadelphia: Fortress Press, 1968), p. 220. También se le acredita a Cipriano haber dicho que el obispo es el equivalente del sumo sacerdote del Antiguo Testamento (From Christ to Constantine, p. 136). El historiador Eusebio llama regularmente al clero “sacerdotes” en sus voluminosos escritos (Christian Priesthood Examined, p. 61).
46 “Por lo tanto, fue el obispo, el Pastor principal de la iglesia local, quien llegó a representar la totalidad del ministerio. Era profeta, maestro, celebrante principal en la asamblea litúrgica y presidente de la junta de supervisores de la ‘sinagoga’ cristiana” (The Ministry in Historical Perspectives, p. 28). La obra de Gregorio Magno, Regla Pastoral, escrita en 591 d.C., es una discusión de las tareas del cargo de obispo. Para Gregorio, el obispo es un Pastor, y la predicación es una de sus tareas más importantes. El libro de Gregorio es un clásico cristiano y aún es usado para capacitar a Pastores en seminarios protestantes hoy. Ver también Philip Culbertson and Arthur Bradford Shippee, The Pastor: Readings from the Patristic Period (Minneapolis:
Fortress Press, 1990).
47 Note que los obispos de este tiempo eran esencialmente cabezas de iglesias locales. No eran superintendentes diocesanos, como hoy en el catolicismo romano. Para una discusión de este desarrollo, ver Early Christians Speak, pp. 13–14.

A lo largo de sus escritos, Cipriano emplea el lenguaje oficial del sacerdocio del Antiguo Testamento para justificar esta práctica.61 Al igual que Tertuliano (160-225) e Hipólito (170-236) antes que él, Cipriano utilizaba el término sacerdotes para describir a los presbíteros y obispos.62 Pero dio un paso más.
Podemos atribuir a Cipriano el concepto contrario al Nuevo Testamento del sacerdotalismo: la creencia de que existe una persona divinamente designada para mediar entre Dios y el pueblo. ¡Cipriano sostenía que, debido a que los clérigos cristianos son sacerdotes que ofrecen el sacrificio santo (la Eucaristía), ellos mismos son sacrosantos!63

También podemos acreditar a Cipriano el concepto de que, cuando el sacerdote ofrece la Eucaristía, en realidad está ofreciendo la muerte de Cristo en nombre de la congregación.64 En la mente de Cipriano, el cuerpo y la sangre de Cristo se vuelven a sacrificar a través de la Eucaristía.65 Por consiguiente, es en Cipriano donde encontramos las semillas de la misa católica medieval.66 Esta idea agrandó la cuña entre el clero y los laicos. También creó una dependencia insalubre del clero de parte de los laicos. 

El papel del sacerdote
Hasta la Edad Media, los presbíteros (ahora conocidos comúnmente como “sacerdotes”) desempeñaron un papel secundario con relación al obispo. Pero, durante la Edad Media, hubo un cambio. Los presbíteros empezaron a representar a los sacerdotes, mientras los obispos se ocupaban de las tareas políticas.67 Los sacerdotes parroquiales (locales) se volvieron más centrales para la vida de la iglesia que el obispo.68 Era el sacerdote quien ahora ocupaba el lugar de Dios y controlaba los sacramentos.
Al convertirse el latín en el lenguaje popular a mediados del cuarto siglo, el sacerdote acostumbraba a invocar la frase hoc est corpus meum. Estas palabras latinas quieren decir: “Esto es mi cuerpo”.

Con estas palabras, el sacerdote se convirtió en el supervisor de la pretensiosa palabrería que empezó a marcar la misa católica. Se le puede acreditar a Ambrosio de Milán (339-397) la idea de que la mera pronunciación de hoc est corpus meum convertía mágicamente el pan y el vino en el cuerpo y la sangre físicos del Señor.69 (La frase de magia en inglés “hocus pocus” –“abracadabra” en español– viene de hoc est corpus meum.) Según Ambrosio, ¡el sacerdote estaba dotado de poderes especiales para hacer bajar a Dios del cielo y entrar dentro del pan!
Debido a su función sacerdotal, la palabra presbyteros llegó a significar sacerdos
(sacerdote). Por consiguiente, cuando la palabra latina para presbítero fue adoptada por el
inglés, tuvo el significado de “sacerdote” en vez de “anciano”.70

70 The Elders, pp. 234-235, La palabra inglesa “priest” (sacerdote) es, etimológicamente, una contracción de “presbyter” (presbítero). Para el final del período del inglés antiguo, el término inglés “priest” ya se había convertido en la palabra de uso habitual para “presbyter” y “sacerdos” (The Oxford Dictionary of The Christian Church, Third Edition, p. 1325).

Como ya hemos visto, el papel del obispo empezó a cambiar, de ser la cabeza de una iglesia local hasta convertirse en el representante de todos en una región dada.76 Los obispos gobernaban las iglesias de la misma forma que los gobernadores romanos sus provincias.77 Con el tiempo, al obispo de Roma se le otorgó la mayor autoridad y finalmente evolucionó para convertirse en el “Papa”.78

78 Antes de Constantino, el obispo romano no ejercía ninguna jurisdicción fuera de Roma. Si bien era honrado, no tenía ese tipo de autoridad eclesiástica (Church History in Plain Language, p. 151). La palabra “papa” es un término usado para expresar el cuidado paterno de cualquier obispo. Recién en el sexto siglo el término comenzó a ser usado exclusivamente para el obispo de Roma. He aquí un breve bosquejo del origen del Papa católico romano. A fines del segundo siglo, se les daba gran honor a los obispos romanos. Esteban I (f. 257) fue el primero en usar el texto petrino (Mateo 16:18) en apoyo de la preeminencia del obispo romano.
Pero esto no era sostenido universalmente. El surgimiento del Papa moderno puede rastrearse a León el Grande (440–461). León fue el primero en hacer un reclamo teológico y bíblico a favor de la primacía del obispo romano. Bajo él, la primacía de Roma fue establecida finalmente. Con la llegada de Gregorio Magno (540–604), la “silla papal” fue extendida y realzada.

106 Ibid., p. 163. Durante los primeros tres siglos del cristianismo, no se les exigía a los sacerdotes que fueran célibes. En Occidente, el Concilio de Elvira, celebrado en España en 306. fue el primero en exigir que el clero fuera célibe. Esto fue reafirmado por el papa Siricio, en 386. Todo sacerdote que se casaba o seguía viviendo con su esposa debía dejar los hábitos. En Oriente, los sacerdotes y diáconos podían casarse antes de la ordenación, pero no después. Los obispos debían ser célibes. Gregorio Magno hizo mucho para promover el celibato del clero, que muchos no estaban siguiendo. El celibato clerical sólo ensanchó la brecha entre el clero y el denominado pueblo “común” de Dios (The Oxford Dictionary of the Christian Church, Third Edition, p. 310; History of the Christian Church, Volume I, pp. 441-446; The Story of Christianity: Volume 1 (González), p. 246; The Age of Faith, p. 45).
107 La vestimenta del obispo era la antigua túnica de un magistrado romano. Los clérigos no debían dejar su cabello largo como los filósofos paganos (The Organization of the Early Christian Church, pp. 164–165).

Tertuliano es el primer escritor en usar la palabra “clero” para referirse a una clase separada de cristianos.  Tanto Tertuliano como Clemente de Alejandría (150-215) popularizaron la palabra “clero” en sus escritos.  Para el tercer siglo, la brecha entre el clero y los laicos se ensanchó a un punto de no retorno.  Los clérigos eran los líderes capacitados de la iglesia los guardianes de la ortodoxia, los gobernantes y maestros de la gente.  Ellos poseían los dones y las gracias que no estaban al alcance de los mortales menores.

Los laicos eran los cristianos no capacitados y de segunda clase. El gran teólogo Karl Barth dijo, correctamente: “El término ‘laico’ es uno de los peores del vocabulario religioso y debería ser desterrado de la conversación cristiana”.  Los términos “clero” y “laico” no aparecen en el Nuevo Testamento.124 Tampoco se encuentra el concepto de que hay quienes realizan el ministerio (clero) y quienes son objeto del ministerio (laicos). Por lo tanto, lo que tenemos en Tertuliano y en los dos Clementes es una clara ruptura con la mentalidad de los cristianos del primer siglo, donde todos los creyentes compartían el mismo estatus.

124El término “laico” se deriva de la palabra griega laos, que quiere decir ‘pueblo de Dios’ (ver 1 Pedro 2: 9, 10). El término “clero” se deriva de la palabra griega kleros que quiere decir ‘lote, parte o herencia’. El Nuevo Testamento nunca usa la palabra kleros para los líderes. Más bien, lo usa para todo pueblo de Dios. Porque es el pueblo de Dios que es la herencia de Dios (ver Colosenses 1:12; Efesios 1:11; Gálatas 3:29; 1 Pedro 5:3).
En este sentido, ¡es irónico que Pedro, en 1 Pedro 5:3, exhorta a los ancianos de la iglesia a no enseñorearse del kleros! De nuevo, tanto kleros como laos se refieren a toda la grey de Dios.

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