CRISTIANISMO PAGANO
Los
orígenes de las prácticas de la iglesia contemporánea
Frank Viola
www.ptmin.org/espanol.htm
El término
“catedral” se deriva de cathedra. Es el edificio que alberga la cathedra, la
silla del obispo. ¡Es la iglesia que contiene el “trono” del obispo!
The Oxford Dictionary of the Christian Church,
Third Edition, p. 302. Frank Senn explica cómo la estructura gótica dispersaba
a la congregación y reflejaba la compartimentalización entre el clero y los
laicos (Christian Liturgy, pp. 212-216)
Platón enseñaba que el sonido, el color y
la luz poseen significados místicos elevados. Pueden inducir estados de ánimo y
ayudar a llevar a una persona más cerca del “Bien Eterno”.170 Los
diseñadores góticos tomaron las enseñanzas de Platón y las transformaron en
ladrillos y piedras. Crearon una iluminación sobrecogedora para evocar un
sentido de esplendor y adoración abrumadores.171
170 The Gothic Cathedral, pp. 22-42, 50-55, 58,
188-191, 234-235. Von Simon muestra cómo la metafísica de Platón dio forma a la
arquitectura gótica. La luz y la luminosidad alcanzan su perfección en los
vitrales góticos. Números de proporciones perfectas armonizan todos los elementos
del edificio. La luz y la armonía son imágenes del cielo; son los principios
ordenadores de la creación. Platón enseñaba que la luz es el más notable de los
fenómenos naturales, el más cercano a la forma pura. Los neoplatónicos
consideraban a la luz como una realidad trascendente que ilumina nuestro
intelecto para comprender la verdad. El diseño gótico era, esencialmente, una
mezcla de las visiones de Platón, Agustín y el Pseudo Dionisio Areopagita (un
conocido neoplatónico).
171 Protestant
Worship and Church Architecture, p. 6.
“Entre todos
los grandes maestros del cristianismo, Martín Lutero percibió más claramente la
diferencia entre la ecclesia del
Nuevo Testamento y la iglesia institucional, y fue quien reaccionó más
fuertemente contra el quid pro quo ('algo
a cambio de algo') que buscaba
identificarlos. Por lo tanto, se rehusó a tolerar la mera palabra ‘iglesia’; la
denominó un término ambiguo y oscuro. En su traducción de la Biblia, tradujo ecclesia como ‘congregación’… se dio
cuenta de que la ecclesia del Nuevo
Testamento no es sólo un ‘algo’, una ‘institución’, sino más bien una unidad de
personas, un pueblo, una comunión… Por fuerte que era la aversión de Lutero a
la palabra ‘iglesia’, los hechos de la historia demostraron ser más fuertes. El
uso lingüístico, tanto de la era de la Reforma como de la Post-reforma, ha
aceptado la idea tan poderosamente desarrollada de la iglesia y, en
consecuencia, toda la confusión que depende del uso de esta palabra ‘ambigua y
oscura’ penetró en la teología reformada. Fue imposible retrasar el reloj un
milenio y medio. El concepto de ‘iglesia’ permaneció moldeado irrevocablemente
por este proceso histórico de 1500 años...” (Emil Brunner, The Misunderstanding of
the Church, London: Lutterworth Press, 1952, pp. 15-16).
El púlpito
Los primeros sermones fueron dados desde la
silla del obispo, o cathedra, que estaba ubicada detrás del altar.201 Más
adelante, el ambón, 202 un pupitre elevado al lado del antealtar desde donde se
leían las lecciones bíblicas, se convirtió en el lugar desde donde se daban los
sermones.203 El ambón fue tomado de la sinagoga judía.204 Sin embargo, tiene
raíces anteriores en los pupitres y plataformas de lectura de la antigüedad
grecorromana.
Juan Crisóstomo (347-407) se destacó por hacer
del ambón un lugar para la predicación.205
Ya en el año 250 d.C., el ambón fue
reemplazado por el púlpito. Cipriano (200-258) habla de instalar al líder de la
iglesia en el cargo público sobre el pulpitum.206 Nuestra palabra
“púlpito” se deriva de la palabra latina pulpitum, ¡que significa ‘escenario’!207
El pulpitum, o púlpito, estaba
colocado en el lugar más elevado de la congregación.208 Con el tiempo, la frase “ascender a la
plataforma” (ad pulpitum venire) se
convirtió en parte del vocabulario religioso del clero.209 Para el año 252,
Cipriano alude a la plataforma elevada que segregaba al clero de los laicos
como “¡el congestum sagrado y
venerado del clero!”.210
Para fines de la Edad Media, el púlpito se
volvió habitual en las parroquias.211 Con la Reforma, se convirtió en el mueble
central del edificio de iglesia.212 El púlpito simbolizaba el reemplazo de la
centralidad de la acción ritualista (la misa) por la instrucción verbal
clerical (el sermón).213
202 Ambo es el
término latino para “púlpito”. Se deriva de ambon, que significa “cresta de una
colina”. La mayoría de los ambones eran elevados y se subía a ellos por
escaleras (Encyclopedia of Early Christianity, p.
El púlpito es la decoración central de la
iglesia protestante. Al punto que un pastor muy conocido que habló durante una
conferencia patrocinada por la Asociación Evangelística Billy Graham afirmó: “Si la iglesia está viva, es porque el
púlpito está vivo; si la iglesia está muerta, es porque el púlpito está muerto”.216
El Pastor
Él es la figura fundamental de la fe
protestante. Es el hombre orquesta del cristianismo de hoy. ¡El Pastor es tan
preponderante en la mente de la mayoría de los cristianos que se lo conoce
mejor, se lo alaba más y dependen más de él que de Jesucristo mismo!
Quite el Pastor, y el cristianismo moderno
se viene abajo. Quite el Pastor y prácticamente todas las iglesias protestantes
entrarían en pánico. Quite el Pastor y el protestantismo, tal como lo
conocemos, se muere. El Pastor es el punto focal dominante, el sostén principal
y la pieza central de la iglesia moderna. Es la personificación del
cristianismo protestante.
Pero he aquí la profunda ironía. ¡No hay un
solo versículo en todo el Nuevo Testamento que apoye la existencia del Pastor
moderno! Simplemente no existía en la iglesia primitiva.
(Note que estoy utilizando el término
“Pastor” en todo este capítulo para describir el cargo y el papel pastoral
modernos. No estoy hablando de los individuos específicos que cumplen este
papel. En general, quienes ocupan el cargo de Pastor son personas maravillosas.
Son cristianos honrados, decentes y frecuentemente dotados que aman a Dios y
tienen celo por servir a su pueblo. Pero tanto la Biblia como la historia de la
iglesia se oponen al papel que cumplen, como veremos en este capítulo.)
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, PASTORES y maestros” (Efesios
4:11).
Podemos hacer las siguientes observaciones
acerca de este texto.
·
Este es el único versículo en el Nuevo
Testamento donde se emplea la palabra “Pastor”.3 ¡Un versículo solitario es una
pieza de evidencia bastante escasa sobre la cual basar todo la fe protestante!
En este sentido, hay más autoridad bíblica para manipular serpientes que para
el Pastor moderno (Tanto Marcos 16:18 como Hechos 28:3-6 mencionan la
manipulación de serpientes. Así que esta práctica gana por dos versículos contra
uno.)4
·
La palabra es usada en plural. Es
“Pastores”. Esto es significativo. Porque, quienesquiera sean estos “Pastores”,
son plurales en la iglesia, no singulares. Por consiguiente, no hay ningún
apoyo bíblico para la práctica de Sola
Pastora (un único Pastor).
·
La palabra griega que se traduce como
“Pastores” es poimen. Quiere decir pastores de ganado. Así que “Pastor” es
una metáfora para describir una función específica en la iglesia. No es un cargo ni un título.5 Un pastor del
primer siglo no tenía nada que ver con el sentido especializado y profesional
que ha llegado a tener en el cristianismo moderno. Por lo tanto, Efesios 4:11
no visualiza un cargo pastoral, sino meramente una de las muchas funciones en
una iglesia. Los pastores son los que proveen naturalmente sustento y cuidado a
las ovejas de Dios. Por lo tanto, es un error profundo confundir a los pastores
con un cargo o título, como suele concebirse hoy.6
1.
En el mejor de los casos, este texto es
indirecto. No ofrece absolutamente ninguna definición o descripción de quiénes
son los Pastores. Simplemente los menciona.
Lamentablemente, hemos llenado esta palabra
con nuestro propio concepto occidental de lo que es un Pastor. Hemos querido
leer la idea moderna del Pastor moderno en el Nuevo Testamento. ¡Ningún
cristiano del primer siglo soñaría siquiera con el moderno cargo de Pastor! Los
católicos han cometido el mismo error con la palabra “sacerdote”.
Uno puede encontrar la palabra “sacerdote”
en el Nuevo Testamento tres veces para referirse a un cristiano.7 Sin embargo,
¡un sacerdote de la iglesia del primer siglo distaba mucho del hombre vestido
de negro con un collar puesto al revés!3
3 Una forma
derivada de poimen se usa en Hechos
20:28 y en 1 Pedro 5:2, 3.
4 Hay tanto apoyo
bíblico para el Pastor como para el bautismo de los muertos. ¡Ambos se
mencionan una sola vez en toda la Biblia (1 Corintios 15:29)!
5 El Nuevo
Testamento nunca usa las palabras griegas seculares para las autoridades
civiles y religiosas para describir a ministros de la iglesia. Además, aun
cuando la mayoría de los autores del Nuevo Testamento estaban embebidos del
sistema sacerdotal judío del Antiguo Testamento, nunca usan hiereus (sacerdote)
para referirse al ministerio cristiano. El ordenamiento al cargo presupone un
papel de liderazgo eclesiástico estático y definible que no existía en las
iglesias apostólicas. Marjorie Warkentin, Ordination: A Biblical–Historical
View (Grand Rapids: Eerdmans, 1982), pp. 160–161, 166; ¿Quién es su cobertura?
Chapters 1–3.
6 Trágicamente,
hay hombres que harían lo imposible sólo para ser llamados “Pastor” o
“Reverendo”. Vienen a la mente las palabras de Job: “No haré ahora acepción de
personas, ni usaré con nadie de títulos lisonjeros” (Job 32:21).
19 F. W. Grant, Nicolaitanism or the Rise and Growth
of Clergy (Bedford: MWTB), pp. 3-6. La
palabra griega nicolaitane quiere decir ‘conquistando al pueblo’. Nikos
significa ‘conquistar’ y laos significa ‘pueblo’. Grant cree que los nicolaítas
son los que producen “laicos” en el pueblo de Dios levantando al “clero” para dominarlos.
Ver también Alexander Hay, What Is Wrong in the Church?, p. 54.
De presbítero a sacerdote
Ya para mediados del tercer siglo la
autoridad del obispo se había rigidizado en un cargo fijo.41 Entonces apareció
Cipriano de Cartago (200-258 d. C.), y el daño se extendió.
Cipriano era un ex orador y maestro de
retórica pagano.42 Cuando se hizo cristiano, empezó a escribir prolíficamente.
Pero nunca abandonó algunas de sus ideas paganas. 31 Ibid.,
Debido a la influencia de Cipriano, la puerta quedó abierta para
resucitar el sistema de sacerdotes, templos, altares y sacrificios del Antiguo
Testamento.43 Los obispos comenzaron a ser llamados sacerdotes”,44 una
costumbre que llegó a ser común en el tercer siglo.45 También fueron llamados
“Pastores” en ocasiones.46 En el tercer siglo, cada iglesia tenía su propio
obispo.47 Y los obispos y presbíteros, en conjunto, comenzaron a ser llamados
“el clero”.48 Cipriano también enseñaba
que una porción del rebaño del Señor era asignada a cada pastor (obispo) individual.51
Después del Concilio de Nicea (325 d.C.),
los obispos empezaron a delegar la responsabilidad de la Cena del Señor a los
presbíteros.52 Los presbíteros eran poco más que delegados del obispo que
ejercían la autoridad de él en sus iglesias.
Debido a que los presbíteros eran quienes
administraban la Santa Cena, empezaron a ser llamados “sacerdotes”.53 ¡Aun más
sorprendente fue que el obispo llegó a ser considerado como el “sumo sacerdote”
que podía perdonar pecados!54 Todas estas tendencias oscurecían la realidad
neotestamentaria de que todos los creyentes son sacerdotes para Dios.
44 Early
Christians Speak, p. 168. Cipriano normalmente denominaba al obispo sacerdos, la palabra latina para
“sacerdote”. El lenguaje sacerdotal tomado del Antiguo Testamento para definir
los cargos de la Iglesia prendió rápidamente (Ordination: A Biblical–Historical
View, p. 177; From Christ to Constantine, p. 136). J. B. Lightfoot escribió que
“la visión sacerdotal del ministerio es uno de los fenómenos más llamativos e importantes
de la historia de la Iglesia” (J. B. Lightfoot, Saint Paul’s Epistle to the
Philippians, London: Macmillian & Co., 1888, p. 144.).
45 Christian
Priesthood Examined, pp. 35, 95. No hay ninguna evidencia de que alguien
considerara a los ministros cristianos como sacerdotes hasta el año 200 d.C.
Tertuliano es el primero en aplicar el término “sacerdote” a obispos y
presbíteros. A lo largo de sus escritos denomina al obispo y a los presbíteros
sacerdos (sacerdotes) y llama al obispo sacerdos summus (sumo sacerdote). Lo
hace sin ninguna explicación, indicando que sus lectores estaban familiarizados
con estos títulos (p. 38). Ver también Hans Von Campenhausen, Tradition and Life
in the Church (Philadelphia: Fortress Press, 1968), p. 220. También se le acredita a Cipriano haber dicho que el
obispo es el equivalente del sumo sacerdote del Antiguo Testamento (From Christ
to Constantine, p. 136). El historiador Eusebio llama regularmente al clero
“sacerdotes” en sus voluminosos escritos (Christian Priesthood Examined, p.
61).
46 “Por lo tanto,
fue el obispo, el Pastor principal de la iglesia local, quien llegó a
representar la totalidad del ministerio. Era profeta, maestro, celebrante
principal en la asamblea litúrgica y presidente de la junta de supervisores de
la ‘sinagoga’ cristiana” (The Ministry in Historical Perspectives, p. 28). La
obra de Gregorio Magno, Regla Pastoral, escrita en 591 d.C., es una discusión
de las tareas del cargo de obispo. Para Gregorio, el obispo es un Pastor, y la
predicación es una de sus tareas más importantes. El libro de Gregorio es un clásico
cristiano y aún es usado para capacitar a Pastores en seminarios protestantes
hoy. Ver también Philip Culbertson and Arthur Bradford Shippee, The Pastor:
Readings from the Patristic Period (Minneapolis:
Fortress Press,
1990).
47 Note que los
obispos de este tiempo eran esencialmente cabezas de iglesias locales. No eran superintendentes
diocesanos, como hoy en el catolicismo romano. Para una discusión de este
desarrollo, ver Early Christians Speak, pp. 13–14.
A lo largo de sus escritos, Cipriano emplea
el lenguaje oficial del sacerdocio del Antiguo Testamento para justificar esta
práctica.61 Al igual que Tertuliano (160-225) e Hipólito (170-236) antes que
él, Cipriano utilizaba el término sacerdotes para describir a los presbíteros y
obispos.62 Pero dio un paso más.
Podemos atribuir a Cipriano el concepto
contrario al Nuevo Testamento del sacerdotalismo: la creencia de que existe una
persona divinamente designada para mediar entre Dios y el pueblo. ¡Cipriano
sostenía que, debido a que los clérigos cristianos son sacerdotes que ofrecen
el sacrificio santo (la Eucaristía), ellos mismos son sacrosantos!63
También podemos acreditar a Cipriano el
concepto de que, cuando el sacerdote ofrece la Eucaristía, en realidad está
ofreciendo la muerte de Cristo en nombre de la congregación.64 En la mente de
Cipriano, el cuerpo y la sangre de Cristo se vuelven a sacrificar a través de
la Eucaristía.65 Por consiguiente, es en Cipriano donde encontramos las
semillas de la misa católica medieval.66 Esta idea agrandó la cuña entre el
clero y los laicos. También creó una dependencia insalubre del clero de parte
de los laicos.
El papel del sacerdote
Hasta la Edad Media, los presbíteros (ahora
conocidos comúnmente como “sacerdotes”) desempeñaron un papel secundario con
relación al obispo. Pero, durante la Edad Media, hubo un cambio. Los
presbíteros empezaron a representar a los sacerdotes, mientras los obispos se
ocupaban de las tareas políticas.67 Los sacerdotes parroquiales (locales) se volvieron
más centrales para la vida de la iglesia que el obispo.68 Era el sacerdote
quien ahora ocupaba el lugar de Dios y controlaba los sacramentos.
Al convertirse el latín en el lenguaje
popular a mediados del cuarto siglo, el sacerdote acostumbraba a invocar la
frase hoc est corpus meum. Estas palabras latinas quieren decir: “Esto
es mi cuerpo”.
Con estas palabras, el sacerdote se
convirtió en el supervisor de la pretensiosa palabrería que empezó a marcar la
misa católica. Se le puede acreditar a Ambrosio de Milán (339-397) la idea de
que la mera pronunciación de hoc est corpus meum convertía
mágicamente el pan y el vino en el cuerpo y la sangre físicos del Señor.69 (La
frase de magia en inglés “hocus pocus” –“abracadabra” en
español– viene de hoc est corpus meum.) Según Ambrosio, ¡el sacerdote estaba
dotado de poderes especiales para hacer bajar a Dios del cielo y entrar dentro
del pan!
Debido a su función sacerdotal, la palabra presbyteros
llegó a significar sacerdos
(sacerdote). Por consiguiente, cuando la
palabra latina para presbítero fue adoptada por el
inglés, tuvo el significado de “sacerdote”
en vez de “anciano”.70
70 The Elders,
pp. 234-235, La palabra inglesa “priest”
(sacerdote) es, etimológicamente, una contracción de “presbyter” (presbítero). Para el final del período del inglés
antiguo, el término inglés “priest”
ya se había convertido en la palabra de uso habitual para “presbyter” y “sacerdos”
(The Oxford Dictionary of The Christian Church, Third Edition, p. 1325).
Como ya hemos visto, el papel del obispo
empezó a cambiar, de ser la cabeza de una iglesia local hasta convertirse en el
representante de todos en una región dada.76 Los obispos gobernaban las
iglesias de la misma forma que los gobernadores romanos sus provincias.77 Con
el tiempo, al obispo de Roma se le otorgó la mayor autoridad y finalmente
evolucionó para convertirse en el “Papa”.78
78
Antes de Constantino, el obispo romano no ejercía ninguna jurisdicción fuera de
Roma. Si bien era honrado, no tenía ese tipo de autoridad eclesiástica (Church
History in Plain Language, p. 151). La palabra “papa” es un término usado para
expresar el cuidado paterno de cualquier obispo. Recién en el sexto siglo el
término comenzó a ser usado exclusivamente para el obispo de Roma. He aquí un
breve bosquejo del origen del Papa católico romano. A fines del segundo siglo,
se les daba gran honor a los obispos romanos. Esteban I (f. 257) fue el primero
en usar el texto petrino (Mateo 16:18) en apoyo de la preeminencia del obispo
romano.
Pero
esto no era sostenido universalmente. El surgimiento del Papa moderno puede
rastrearse a León el Grande (440–461). León fue el primero en hacer un reclamo
teológico y bíblico a favor de la primacía del obispo romano. Bajo él, la
primacía de Roma fue establecida finalmente. Con la llegada de Gregorio Magno
(540–604), la “silla papal” fue extendida y realzada.
106
Ibid., p. 163. Durante los primeros tres siglos del cristianismo, no se les
exigía a los sacerdotes que fueran célibes. En Occidente, el Concilio de
Elvira, celebrado en España en 306. fue el primero en exigir que el clero fuera
célibe. Esto fue reafirmado por el papa Siricio, en 386. Todo sacerdote que se
casaba o seguía viviendo con su esposa debía dejar los hábitos. En Oriente, los
sacerdotes y diáconos podían casarse antes de la ordenación, pero no después.
Los obispos debían ser célibes. Gregorio Magno hizo mucho para promover el
celibato del clero, que muchos no estaban siguiendo. El celibato clerical sólo ensanchó la brecha entre el clero y el
denominado pueblo “común” de Dios (The Oxford Dictionary of the Christian
Church, Third Edition, p. 310; History of the Christian Church, Volume I, pp.
441-446; The Story of Christianity: Volume 1 (González), p. 246; The Age of
Faith, p. 45).
107
La vestimenta del obispo era la antigua túnica de un magistrado romano. Los
clérigos no debían dejar su cabello largo como los filósofos paganos (The
Organization of the Early Christian Church, pp. 164–165).
Tertuliano es el primer escritor en usar la
palabra “clero” para referirse a una clase separada de cristianos. Tanto Tertuliano como Clemente de Alejandría
(150-215) popularizaron la palabra “clero” en sus escritos. Para el tercer siglo, la brecha entre el
clero y los laicos se ensanchó a un punto de no retorno. Los clérigos eran los líderes capacitados de
la iglesia −los guardianes de la ortodoxia−, los gobernantes y maestros de la gente. Ellos poseían los dones y las gracias que no
estaban al alcance de los mortales menores.
Los laicos eran los cristianos no
capacitados y de segunda clase. El gran teólogo Karl Barth dijo, correctamente:
“El término ‘laico’ es uno de los peores del vocabulario religioso y debería
ser desterrado de la conversación cristiana”. Los términos “clero” y “laico” no aparecen en
el Nuevo Testamento.124 Tampoco se encuentra el concepto de que hay quienes
realizan el ministerio (clero) y quienes son objeto del ministerio (laicos).
Por lo tanto, lo que tenemos en Tertuliano y en los dos Clementes es una clara
ruptura con la mentalidad de los cristianos del primer siglo, donde todos los creyentes
compartían el mismo estatus.
124El
término “laico” se deriva de la palabra griega laos, que quiere decir ‘pueblo
de Dios’ (ver 1 Pedro 2: 9, 10). El término “clero” se deriva de la palabra
griega kleros que quiere decir ‘lote, parte o herencia’. El Nuevo Testamento
nunca usa la palabra kleros para los líderes. Más bien, lo usa para todo pueblo
de Dios. Porque es el pueblo de Dios que es la herencia de Dios (ver Colosenses
1:12; Efesios 1:11; Gálatas 3:29; 1 Pedro 5:3).
En
este sentido, ¡es irónico que Pedro, en 1 Pedro 5:3, exhorta a los ancianos de
la iglesia a no enseñorearse del kleros! De nuevo, tanto kleros como laos se
refieren a toda la grey de Dios.
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