CRISTIANISMO PAGANO
La Reforma
Los reformadores del siglo XVI cuestionaron
fuertemente el sacerdocio católico.
Atacaron la idea de que el sacerdote poseía
poderes especiales para convertir el vino en sangre. Rechazaron la sucesión
apostólica. Alentaron al clero a casarse. Revisaron la liturgia para dar a la
congregación más participación. También abolieron el cargo de obispo y
redujeron el sacerdote nuevamente a presbítero. 160
Pero, lamentablemente, los reformadores
llevaron la distinción católica entre clero y laicos directamente al movimiento
protestante. También mantuvieron la idea católica de la ordenación.161 Si bien
abolieron el cargo de obispo, resucitaron, con otro disfraz, el gobierno del
obispo único.
El grito de batalla de la Reforma fue la
restauración del sacerdocio de todos los creyentes. Sin embargo, esta
restauración fue sólo parcial. Lutero (1483-1546), Calvino (1509-1564) y
Zwinglio (1484-1531) afirmaron el sacerdocio de los creyentes con respecto a su
relación individual con Dios.
Enseñaron, correctamente, que todo
cristiano tiene acceso directo a Dios, sin necesidad de un mediador humano.
Esta fue una restauración maravillosa. Pero fue parcial.
Lo que los reformadores no hicieron fue
recuperar la dimensión corporativa del sacerdocio de los creyentes. Restauraron
la doctrina del sacerdocio de los creyentes soteriológicamente, es decir con
relación a la salvación. Pero no la restauraron eclesiásticamente, con relación
a la iglesia.162
159 Ordination: A Biblical–Historical View, p. 51; The
Organization of the Early Christian Churches, pp. 126-131. La ordenación se convirtió en un instrumento de
consolidación del poder clerical. A través de ella, el clero podía enseñorearse
sobre el pueblo de Dios así como las autoridades seculares. El efecto neto es
que la ordenación moderna crea barreras artificiales entre cristianos y
obstaculiza el ministerio mutuo.
160 Christian
Priesthood Examined, p. 82.
161 Si bien
Lutero rechazaba la idea de que la ordenación cambia el carácter de la persona
ordenada, no obstante sostuvo su importancia. Para Lutero, la ordenación es un
rito de la iglesia. Y se necesitaba una ceremonia especial para llevar a cabo
los deberes pastorales (Christian Liturgy, p. 297).
La primacía del Pastor
En breve, la Reforma protestante asestó un
golpe al sacerdotalismo católico romano.
Pero no fue un golpe mortal. Los
reformadores siguieron manteniendo el gobierno de un solo obispo. Simplemente
sufrió un cambio semántico. Ahora el Pastor cumplía el papel de obispo. Llegó a
ser considerado como la cabeza local de una iglesia, el anciano principal.208
Como escribió un escritor: “En el
protestantismo, los predicadores tienden a ser los voceros y representantes de
la iglesia, y la iglesia suele ser la iglesia del predicador. Esto es un gran
peligro y amenaza para la religión cristiana, muy relacionado con el clericalismo”.209
Las reformas hechas por los reformadores no
fueron lo suficientemente radicales como para cambiar el curso que habían
comenzado Ignacio y Cipriano. La Reforma abrazó la estructura jerárquica
católica con una aceptación irreflexiva. También mantuvo la distinción
antibíblica entre ordenados y no ordenados.
En su retórica, los reformadores
denunciaron la división entre el clero y los laicos. Pero en su práctica la
retuvieron completamente. Como dijo Kevin Giles: “Las diferencias entre el
clero católico y el clero protestante se desdibujaron en la práctica y en la
teología. En ambos tipos de iglesias, el clero era una clase aparte; en ambas,
su estatus especial se basaba en iniciativas divinas (mediadas de diferentes
maneras); y, en ambas, ciertas tareas eran reservadas para ellos”.210
La larga tradición posbíblica del gobierno
del obispo único (ahora personificado en el Pastor) prevalece en la iglesia
protestante hoy. Debido a que la línea
de falla entre el clero y los laicos está grabada en piedra, existen tremendas
presiones psicológicas que hacen que los denominados “laicos” sientan que el
ministerio es la responsabilidad del Pastor. “Es su trabajo. Él es el experto”,
es la forma de pensar.
La palabra del Nuevo Testamento para
ministro es diakonos. Significa ‘siervo’. Pero, esta palabra ha sido
prostituida porque los hombres han profesionalizado el ministerio. Hemos tomado la palabra “ministro” y la hemos equiparado con el Pastor sin ninguna justificación
bíblica. De la misma manera, hemos equiparado erróneamente la predicación y el
ministerio con el sermón del púlpito. Otra vez, sin justificación bíblica.
Siguiendo la tendencia de Calvino y Lutero,
los escritores puritanos John Owen (1616-1683) y Thomas Goodwin (1600-1680)
elevaron el pastorado a un aditamento fijo en la casa de Dios.211 Owen y
Goodwin llevaron a los puritanos a centrar toda la autoridad en el papel
pastoral.212 Para ellos, al Pastor se le da “el poder de las llaves”. Sólo él
está ordenado para predicar,213 administrar a los sacramentos,214 leer las
Escrituras públicamente215 y ser capacitado en los idiomas originales de la
Biblia, así como en lógica y filosofía.
Tanto los reformadores como los puritanos
sostenían que los ministros de Dios debían ser profesionales competentes. Por
lo tanto, los Pastores debían tener una amplia capacitación académica para
cumplir su función.216
Todas estas características explican cómo y
por qué hoy se trata al Pastor como una clase de elite… un cristiano especial…
alguien que merece ser reverenciado (de ahí el título de “Reverendo”). El
Pastor y su púlpito son centrales para el culto protestante.217
213 The Doctrines of Ministerial Order
in the Reformed Churches of the 16th and 17th Centuries, pp. 37, 49,
59, 61–69.
214 True Nature of a Gospel Church, p.
68; The Doctrines of Ministerial Order in the Reformed Churches of
the 16th and 17th Centuries, pp. 56, 63,
65; Thomas Goodwin, Works, Vol. 11, p. 309.
215 Baptist Reformation Review: Vol. 10,
No. 2, 1981, pp. 21–22.
216 The Faithful Shepherd, pp. 28–29.
217 The Doctrines of Ministerial Order
in the Reformed Churches of the 16th and 17th Centuries, p. 51.
Cómo se autodestruye el
Pastor
El Pastor moderno no solamente perjudica al
pueblo de Dios, sino que se perjudica a sí mismo. La función pastoral tiene la
virtud de destruir todo lo que se le acerca. Las depresiones, los agotamientos,
el estrés y las crisis emocionales son sumamente frecuentes entre los Pastores.
Al momento de escribir esto, hay más de 500.000 pastores trabajando en iglesias
de Estados Unidos.221 Entre este gran número, considere las siguientes
estadísticas que dejan al descubierto el peligro mortal del cargo pastoral:
• El 94% se siente
presionado para tener una familia ideal.
• El 90% trabaja más de 46
horas semanales.
• El 81% dice que pasa
tiempo insuficiente con su cónyuge.
• El 80% cree que el
ministerio pastoral afecta a su familia negativamente.
• El 70% no tiene alguien
que consideren un amigo íntimo.
• El 70% tiene una autoestima más baja ahora que cuando
ingresó al ministerio.
• El 50% se siente incapaz
de cumplir los requisitos del cargo.222
• El 80% está desanimado o
tratando con la depresión.
• Más del 40% dice que
sufre de agotamiento, horarios frenéticos y expectativas irreales.223
• El 33% considera que el
ministerio pastoral es un claro peligro para la familia.224
• El 33% ha pensado
seriamente en renunciar a su cargo durante el último año.225
• El 40% de las renuncias
pastorales se deben al agotamiento.226
Se espera de la mayoría de los pastores que
hagan 16 tareas importantes a la vez.227 Y la mayoría se derrumba bajo la
presión. Por esta razón, 1.600 ministros de todas las denominaciones de Estados
Unidos son despedidos u obligados a renunciar cada mes.228
221 Esta cifra viene de Barna Research
Group (East Hillsborough Christian Voice, February 2002, p. 3). La mitad de estas iglesias
tienen menos de 100 miembros activos (“Flocks in Need of Shepherds,” The Washington
Times, July 2, 2001).
222 1991 Survey of Pastors (Fuller
Institute of Church Growth), citado por London and Wiseman, Pastors at
Risk, Victor Books, 1993; “Is the
Pastor’s Family Safe at Home?,” Leadership, Fall 1992; Physician Magazine,
September/October 1999, p. 22.
223 Compilación de encuestas de Focus on
the Family Pastors Gatherings.
224 Fuller Institute of Church Growth
(Pasadena: Fuller Theological Seminary, 1991).
225 “Flocks in Need of Shepherds,” The
Washington Times, July 2, 2001.
226 Vantage Point, Denver Seminary, June
1998, p. 2.
227 East Hillsborough Christian Voice,
February 2002, p. 3.
228
Ibid. Desde el 2 de julio al 6 de julio de 2001, The Christian Citizen
(November 2000) informó que 1400 Pastores dejan el pastorado cada mes.
Siguiendo la misma línea, The Washington Times publicó una serie de cinco
artículos sobre la “crisis del clero” que está barriendo Estados Unidos (por
Larry Witham). Decía lo siguiente: Muy pocos integrantes del clero de este país
son jóvenes. Sólo el 8% tiene 35 años o menos. De los70.000 estudiantes
inscriptos en los 237 seminarios teológicos acreditados del país, sólo un
tercio quiere dirigir una iglesia como Pastor. El pastorado atrae a candidatos
mayores. Generalmente a quienes llegan luego de trabajos sin futuro o
divorcios. De forma similar, una escasez clerical ha afectado a las principales
iglesias protestantes de Canadá. “Si bien podría ser enriquecedor personalmente
ministrar a un rebaño, es también aterrador −por
poco dinero− cumplir con las expectativas como
teólogo, consejero, orador público, administrador y organizador comunitario,
todo en uno” (Christian Century, October 10, 2001, p. 13).
Durante los últimos 20 años, ¡la duración
promedio de un pastorado ha bajado, de siete años a poco más de dos!229
Lamentablemente, pocos pastores han unido
los puntos para descubrir que es su cargo de pastor el que causa esta
turbulencia subyacente.230 Sencillamente, ¡nunca fue la intención de Jesucristo
que ninguna persona usara todos los sombreros que se espera que use el Pastor!
Jamás fue su intención que ningún hombre llevara una carga tal.
Las demandas del pastorado son abrumadoras.
A tal punto que pueden agotar a cualquier mortal. Imagínese por un momento que
usted estuviera trabajando para una compañía que le pagara de acuerdo con lo bien
que hace que se sientan las personas que están con usted. ¿Y si su pago
dependiera de cuán entretenido, cuán amistoso es usted, cuán populares son su
esposa y sus hijos, lo bien que se viste y lo perfecto de su comportamiento?
¿Puede imaginarse el profundo estrés que le
causaría? ¿Puede ver cómo esta presión lo obligaría a cumplir el papel de una
persona altanera para mantener su poder, su prestigio y la seguridad de su
trabajo? (Por esta razón, la mayoría de los Pastores se resisten a recibir cualquier
tipo de ayuda.)
La profesión pastoral fija normas de
conducta, como cualquier otra profesión, sea maestro, médico o abogado. La
profesión dicta cómo el Pastor debe vestirse, hablar y actuar. Esta es una de
las principales razones por las que tantos Pastores viven vidas muy artificiales.
En este sentido, la función pastoral
fomenta la deshonestidad. Los feligreses esperan que su Pastor siempre esté
alegre, disponible al instante ante cualquier llamado, nunca ofendido, nunca Amargado,
con una familia perfectamente disciplinada, y completamente espiritual en todo
momento.231 Los Pastores cumplen este papel como actores en un drama griego.
Esto explica el extraño cambio de voz cuando ora la mayoría de los Pastores.
Explica su manera piadosa de unir las
manos. La manera particular de pronunciar la frase “el Señor”. Y la forma
especial de vestirse.232
Todas estas cosas son mayormente cartón
pintado, completamente vacías de realidad espiritual. La mayoría de los
Pastores no pueden mantenerse en su cargo sin corromperse en alguna medida. La
política del poder endémica del cargo es un enorme problema que aísla a muchos
de ellos y contamina su relación con los demás.
En un agudo artículo para Pastores titulado
Preventing Clergy Burnout (Cómo impedir el agotamiento del clero), el autor
sugiere algo asombroso. Su consejo a los Pastores nos da una clara mirada a la
política del poder que acompaña el pastorado.233 Implora a los Pastores que
“fraternicen con el clero de otras denominaciones. Estas personas no lo pueden
dañar eclesiásticamente, ya que no pertenecen a su círculo oficial. No hay
hilos políticos que puedan tirar para deshacerlo a usted”.
La soledad profesional es otro virus muy
frecuente entre Pastores. La plaga del llanero solitario impulsa a algunos
pastores a otras carreras. A otros, los lleva a destinos más crueles.
Todas estas patologías encuentran su raíz
en la historia del pastorado. Se está “muy solo en la cima” porque Dios nunca
quiso que alguien estuviera en la cima, ¡salvo su Hijo! En efecto, el pastor
moderno trata de cargar sobre sus hombros las cincuenta y ocho exhortaciones de
“unos a otros” del Nuevo Testamento por su cuenta. No es de extrañar que la mayoría termine
aplastada por el peso.
229 Vantage Point, Denver Seminary, June
1998, p. 2.
230
Para comercializar The Zondervan 2002 Pastor’s Annual, un famoso distribuidor
de libros utilizó esta promoción irónica: “El hombre trabaja de sol a sol, pero
el trabajo del Pastor nunca termina. Eso es porque debe usar tantos sombreros
diferentes: predicador, maestro, consejero, administrador, líder de adoración
y, a menudo, ¡reparador de muebles también! Para Pastores que quisieran
probarse algunos de estos sombreros, aquí en Christianbook.com tenemos el
recurso preciso para usted”. Por la misma razón, hay una página Web diseñada
para animar al clero herido y agotado en www.woundedshepherds.com. Estos
recursos son como aplicar un apósito para el cáncer. Tratan el síntoma e
ignoran la raíz del problema: el cargo pastoral.
231 East Hillsborough Christian Voice,
February 2002, p. 3.
232
Soy consciente de que no todos los Pastores cumplen este papel. Pero los pocos
que logran resistir esta presión increíble son exóticamente raros. Son
excepciones dramáticas a una regla demasiado trágica.
233
Es alarmante que el 23% de los clérigos protestantes han sido despedidos al
menos una vez, y el 41% de las congregaciones ha despedido al menos dos
Pastores (encuesta hecha por Leadership, publicada en G.
Me especialicé en Biblia en la universidad. Fui al seminario y
me especialicé en lo único que enseñan ahí: el ministerio profesional. Cuando
me gradué, me di cuenta de que podía hablar latín, griego y hebreo, y la única
cosa en la tierra para la cual estaba calificado era ser Papa. Pero alguien ya
tenía el puesto.
–Un Pastor anónimo-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario