3 CIELOS
TEXTO CENTRAL
“Conozco a un hombre en
Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo no lo sé; si fuera el cuerpo no
lo sé; Dios lo sabe) que fue arrebatado hasta el tercer cielo” (2 Co. 12:2)
El
tiempo de Dios
INTRODUCCION
Después que Dios crea la Luz, hizo que
se descubriera la expansión y llamó a la expansión cielos. La Biblia nos deja
ver muy claramente que Dios primero creó la Luz con el objetivo de disipar las
tinieblas; porque iba a ordenar los cielos y de esa manera se pudiesen
contemplar los cielos con facilidad.
De igual forma Dios envía a Jesucristo
como Luz para que el hombre pudiera primeramente contemplar los cielos estando
ya Cristo en su corazón. De otra manera se iba a limitar a pensar que sólo lo
que nuestros ojos ven es real y de que no existe otro lugar más allá del sol
llamado tercer cielo, trono de Dios o el Paraíso donde un día podríamos entrar.
Tampoco podría darse cuenta de que hay un mundo espiritual que se interpone
entre Dios y el hombre.
1. El primer cielo
De acuerdo a la Biblia este
es el cielo atmosférico por encima de nuestras cabezas y es hasta donde
nuestros ojos naturales alcanzan a mirar. Es el lugar donde se mueven las aves
y las nubes y sobre el cual se le dio al hombre autoridad (Génesis 1:30). No
podemos dudar que Adán tenía capacidades súper desarrolladas para movilizarse
sobre este cielo que Dios le había dado; más de lo que el hombre actual posee
pues era el varón perfecto. En ese entonces ejercía capacidades que el hombre
caído no tiene. Aunque el hombre mismo se jacte de crear aviones supersónicos
para gobernar los aires, cuando más el primer hombre lo haría. Y es por eso que
en Libro de Eclesiastés “aunque no supo mantener su cielo y le fue arrebatado
por el maligno, Dios lo recuperará a través de Cristo.
Veremos en primer lugar que
además del cielo atmosférico, Dios crea el segundo cielo o firmamento donde
están localizados el Sol y las estrellas. Además de esto la Biblia nos habla de
regiones celestes (segundo cielo) en la cual también habitan huestes de maldad,
tales como principados, potestades, poderes de las tinieblas (Efesios 6:12).
Aunque estas huestes de maldad pueden incursionar a la tierra para estorbar a
los seres humanos (Job 1:6), su morada está en las regiones celestes o segundo
cielo. En Apocalipsis 12:12, se nos advierte que un día Dios permitirá que
estas huestes de maldad bajen por completo a la tierra para apoderarse de ella.
Esta es la morada de Dios
(Salmos 2:4 y Deuteronomio 26:15). Además de ser la morada de Dios, Pablo
también le llama el Paraíso (2 Co. 12:4) y que
también será la morada de todo aquel que crea en Jesucristo y le reciba como
Señor y único Salvador (Lucas 23:40-43)
4.- Cielo Nuevo
En Apocalipsis 21:5 “he
aquí Yo hago nuevo todas las cosas”. El Cielo Nuevo no es más que la total
recuperación del primer cielo (Apocalipsis 21:1) , véase también (El primer
cielo). Primero será purificado por fuego (Malaquías 4:1) y después Dios se lo
volverá a entregar al hombre (Apocalipsis 21:24). Ahora nuestro Adán será
Cristo y Eva será la Iglesia y \juntos reinaran por la Eternidad
“Cuando veo tus cielos, obra de tus
dedos, La luna y las estrellas que tú formaste...” (Salmos 8:3)
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