Los fundamentos de la vida cristiana
El Señor Jesucristo es nuestro fundamento. Así lo enseña la Biblia y nosotros los cristiano somos llamados a
vivir y a conocer los principios para permanecer, edificar y solidificar sobre
el gran fundamento. Cualquier cosa que hagamos por buena que sea o si está
basada únicamente en la moralidad o en la educación estaremos edificando sobre
la arena. Esto quiere decir que cualquier tormenta que se desate sobre lo que
estamos construyendo va a ser destruido.
Esto sucedió en el gran terremoto de San Francisco en
los años 1872, cuando las autoridades de esa ciudad mandaron a hacer un estudio
sobre la situación geográfica de la tierra. El informe mostraba las fallas que
pasaban de bajo de la tierra. Por lo tanto, era un suicidio edificar ciudades
sobre aquellos terrenos, pero la ambición de ellos era más grande que su
compromiso con la vida. Destruyeron el informe e iniciaron sus proyectos como
se lo habían propuesto, cuando vino el terremoto desnudó los graves errores que
habían cometido los líderes de aquella ciudad. El precio: cientos de vidas perdieron
sus casas y otros murieron. Qué pasará con nosotros que sabemos cómo edificar y
cuáles son los fundamentos si no trabajamos como se nos ha enseñando y las
consecuencias que tendremos que sufrir.
Un tesoro en la tierra, el libro de los libros, una
palabra que da vida. Por ella fueron constituidos los Universos. Y por
ella fuimos formados nosotros. Un verdadero milagro que ha trascendido el
tiempo. El diablo ha querido destruirla, ha tratado de obstaculizar su
vivencia, ha logrado que muchos no la lean. Pero la Biblia sigue siendo la
Palabra de Dios. Qué tan importante es, que muchos hombres han arriesgado su
vida llevándola a aquellas ciudades donde prohíben leerla. Muchos otros nos han
entregado varias décadas de su vida para que la Biblia pueda ser leída en el
idioma de cada pueblo. Como el viajero de Dios, recorriendo a lomo de mula casi
todo el continente americano. En su vida Penzotti sufrió persecución y largos
meses de prisión. En su titánica labor distribuyó en forma personal 125, mil
ejemplares de la Biblia y bajo su dirección fueron distribuidos algo más de dos
millones. Conocido como el apóstol de la verdad y de la libertad.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que
cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del
espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y es poderosa para discernir los
pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12
Oración
Otro fundamento de la vida cristiana, yo diría que la
oración es para el cristiano, como es la sangre para el cuerpo humano. Sin ella
no hay vida, ni en cuerpo biológico, ni en lo espiritual. Es el número de
teléfono que nos permite hablar directamente con Dios. Es el vehículo en el
cual nos subimos y como llevado a control remoto nos lleva en un viaje hasta el
trono de Dios. Más la realidad y la vivencia de la iglesia hoy en día es un
enfriamiento total de la búsqueda del Señor. Hay muy poca oración y por eso hay
muy poca pasión, hay muy poca oración y por eso no hay comunión. La Biblia nos
enseña toda la verdad sobre la oración. Veamos algunas cosas vitales. Nos
invita a orar en todo tiempo, Efesios 6:18. Sin cesar 1ª Tesalonicenses 5:17.
No entrar en tentación Marcos 14:38. También nos habla del poder de la oración
del justo. Para muchos hoy en día la oración es algo obsoleto, muchas Iglesias
no le damos la importancia que realmente tiene. O vivimos si oramos o morimos
si no oramos. Abraham oró y logró que Dios accediera a casi todas sus
condiciones. Elías oró e hizo descender fuego del cielo. Daniel oró y fue
salvado de los leones. Pablo oró y fueron estremecidos los muros de la prisión.
Lutero oró y las puertas de Roma se conmovieron. Juan Knox oró y la reina María
tembló. Wesley oró y un gran avivamiento salvó a Inglaterra. Muller oró y
surgieron grandes orfanatos.
Difiere de la oración por la forma de comunión. La
adoración nos permite entrar al corazón de Dios, la oración al trono de
Él. No todos los que oran han crecido en la adoración, pero sin lugar a
dudas todos aquellos que adoran han aprendido a orar. En ninguna parte de la
Biblia encuentro que el Padre viene a buscar cristianos que oran. Pero si dice
la palabra que Dios busca adoradores en espíritu y verdad. Aquel fariseo
orgulloso podía orar, ¿qué hubiese pasado si lo hubieran invitado a adorar? La
adoración está directamente relacionada con la calidad de nuestro amor a Dios.
Y no estamos hablando solamente de una expresión verbal, pues ya lo expresó el
Señor, me honráis solamente de labios pero vuestro corazón está lejos de mí.
Cuando se habla de adoración en la Biblia se habla de obediencia, rectitud y
de santidad, como lo dice el salmista en el Salmo 96:9. Hay una diferencia
cuando el hijo llega con su padre para hacerle conocer su necesidad, a cuando
el hijo se acerca a su padre para mostrarle cuánto le ama haciendo su voluntad
y expresándole su amor.
Las iglesias están llenas de cristianos tortugas, es
decir; hombres y mujeres que cuando sienten o ven algún peligro se enconchan, y
lo hacen para siempre. Se convierten en cristianos antisociales. Asisten a la
iglesia pero no comparten con nadie y mucho menos en las casas. Mas la comunión
con todos los santos es un principio de La Palabra. Hay otros que asisten a la
iglesia eventualmente, tienen por costumbre no congregarse. Congregarse no
implica ir una vez a la iglesia, este término quiere decir pertenecer a una
comunidad. 1ª Juan 1:7 nos habla de la comunión unos con otros. Cuando Dios
ve un cristiano buscando la comunión Él va agradarse, así lo dice el Salmo 133.
Mirad cuan bueno y agradable es que los hermanos habiten juntos y en armonía.
Si los fundamentos son destruidos; ¿qué puede hacer el
justo? Salmo 11:3
Apóstol
Victor Archila –
Iglesia
de Cristo Hosanna, Dallas TX
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