El Fuego de Dios
LBA Hechos 1:15 Por aquel tiempo Pedro se puso de
pie en medio de los hermanos (un grupo como de ciento veinte personas
estaba reunido allí) 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos
juntos en un mismo lugar. 2 De repente vino del cielo un ruido como el de una
ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, 3 y
se les aparecieron lenguas como de fuego que, repartiéndose, se posaron sobre
cada uno de ellos.
INTRODUCCIÓN
El
nacimiento de la iglesia de Cristo estuvo ligada con el fuego de Dios. Este
verso en los Hechos relata el nacimiento de la iglesia modelo en el
Pentecostés, donde se les aparecieron lenguas como de fuego. Sin embargo, la
iglesia de ahora, es una entidad que aún no tiene la plena certeza de su
verdadera identidad. Cuando Adán fue creado, Dios dijo que no era bueno
que estuviera solo y que le haría una ayuda idónea. Buscó entre los animales,
pero no halló una ayuda que fuera idónea para él. Así que la sacó de él mismo,
de su costado. Le quitaron algo de su interior y quedó incompleto. Igualmente
el postrer Adán, que es Cristo, no encontró en la creación una ayuda idónea
para él y la sacó de si mismo, de su costado. Esta es nuestra identidad, que
venimos del costado de Cristo, somos parte de su cuerpo, por eso nos llamamos
iglesia de Cristo.
Cristo
dijo al irse, que iba a mandar a otro Consolador que siempre estaría con
nosotros. Y lo mandó en el Pentecostés. Por eso, después que la iglesia nació
vino sobre ella el Espíritu Santo de Dios y se les aparecieron lenguas como de
fuego. La iglesia nació del agua y del fuego, al igual que Cristo, en uno de
sus salmos David escribió sobre sus nacimientos, en
(LBA) Salmos 139:13 Porque tú formaste mis entrañas;
me hiciste en el seno de mi madre. 15 No estaba oculto de ti mi cuerpo, cuando
en secreto fui formado, y entretejido en las profundidades de la tierra.
Estos
versos hablan sobre los dos nacimientos de Jesús: el primero, del agua, cuando
salió del vientre de María. Y el del fuego, cuando bajó a las partes más bajas
de la tierra, al infierno y el Espíritu Santo lo levantó de entre los muertos.
La iglesia nació del agua con el Bautismo en el agua, y del fuego, con el
bautismo de fuego, que sucedió en el Pentecostés. El nacimiento del fuego para
Cristo y para la iglesia sucedió por el Espíritu Santo. La iglesia nació con un
fluido de fuego.
Cuando
Moisés iba a construir el tabernáculo, donde iba a habitar la presencia de
Dios, le fue dicho que lo hiciera todo de acuerdo al modelo que se le había
mostrado. El no tuvo la apertura de dar una sugerencia acerca de algo más o
algo menos para el templo, sino que solamente siguió las instrucciones y
direcciones que se le habían dado, dándonos a comprender que las medidas,
partes, muebles, etc. del tabernáculo de Dios ya estaban previamente
establecidas por el Señor. Ahora el tabernáculo donde Dios vive, somos
nosotros, y al igual que Moisés no tienen los ministros ni los cristianos
mismos, autorización para emitir sus ideas de cómo deberían ser las cosas
porque ya todo está establecido por nuestro Creador.
DESARROLLO
La
naturaleza del modelo de la iglesia es tener fuego en sus venas. Porque Dios
nos habla a través del fuego, se manifiesta en el fuego y en el hay el fuego de
la santidad. Cuando llamó a Moisés, lo hizo a través de una zarza ardiente que
no se consumía. En el nacimiento de la iglesia modelo hubieron ciertas características
que nosotros, la iglesia de Cristo, debemos tener:
CAMBIO DE
DIMENSIÓN
Nace con 120 personas. El
nacimiento de la iglesia ocurrió con un grupo de 120 personas en un aposento
alto. Y nos preguntaremos ¿Por qué con 120 personas? Hay una razón, pero antes,
si pudiéramos nosotros decidir una cantidad de personas para comenzar una
iglesia quizás diríamos 100, porque esa es la cantidad de ovejas que estaban en
el redil que menciona Jesús en el evangelio. ¿Le parece? Sin embargo,
para entender por qué el Señor estableció que la iglesia naciera con 120
personas vamos a escudriñar en las escrituras la respuesta. El Antiguo
Testamento se hace patente en el Nuevo Testamento, y el Nuevo Testamento se
hace latente en el Antiguo Testamento. Y dice la Biblia en LBA Deuteronomio 31:1 Fue Moisés y habló estas palabras a todo Israel, 2 y les dijo: Hoy
tengo ciento veinte años; ya no puedo ir ni venir, y el SEÑOR me ha dicho:
"No pasarás este Jordán." 3 El SEÑOR tu Dios pasará delante de ti; Él
destruirá estas naciones delante de ti y las desalojarás. Josué es el que
pasará delante de ti, tal como el SEÑOR ha dicho. Moisés tenía 120 años, y en la parte final del capítulo 32, Dios mandó a
Moisés a subir a un monte a morir. Moisés no murió de vejez, porque todavía
tenía vigor y visión, sino que su muerte a los 120 años (considerando que otros
habían vivido hasta 969 años) representa un cambio de dimensión. El
cambio es de una dimensión natural a una dimensión espiritual. Cuando el Señor
Jesucristo resucitó se le apareció a más de quinientas personas al mismo
tiempo.
LBA 1 Corintios 15: 3 Porque
yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por
nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 que fue sepultado y que resucitó
al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 que se apareció a Cefas y después a
los doce; 6 luego se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría
de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen; pero cuando se dio el Pentecostés habían solamente 120, los otros 380 no
se integraron a esta unidad. Esto pasó porque no estuvieron dispuestos a
obedecer y cambiar de dimensión. 380= 10 x 38 representa también es un número
de rebelión, porque el pueblo de Israel vagó durante 38 años por el desierto.
Esta
nueva dimensión, de madurez, se caracteriza porque la lucha es contra uno
mismo. Como dijo Pablo a Timoteo: cuídate de ti mismo y de la doctrina. En el
tiempo en que éramos inmaduros, la lucha que teníamos era contra los demás,
pero cuando se llega a la madurez, la lucha es contra uno mismo. Cuando
recibimos el Bautismo del Espíritu Santo cambiamos de dimensión. Entramos a la
dimensión del espíritu donde nuestros sentidos espirituales fueron activados y
ahora somos más sensibles a la voz del Santo Espíritu. Entramos a la era del
Espíritu Santo.
UNIDAD
Juntos unánimes Aunque estas eran personas de diferentes lugares,
razas y edades estaban unánimes, todas compartían el mismo ánimo. Después que
Jesucristo había resucitado y había ascendido al cielo, los cristianos eran
perseguidos y pasaron 10 días solos, preocupados y abrumados porque no estaba
Cristo y el Espíritu Santo aún no había sido enviado, sin embargo, el mismo
ánimo que todos tuvieron fue de prepararse y de esperar en el Dios vivo y por
tal actitud, recibieron pronto la respuesta del Señor. En la unanimidad hay fuerza.
Un ejemplo de lo que la unanimidad y la unidad atraen lo encontramos en el
siguiente texto: LBA 2 Crónicas 5:12 y todos los levitas cantores,
Asaf, Hemán, Jedutún y sus hijos y sus parientes, vestidos de lino fino, con
címbalos, arpas y liras, estaban de pie al oriente del altar, y con ellos ciento
veinte sacerdotes que tocaban trompetas. 13 Cuando los trompeteros y los
cantores, al unísono, se hacían oír a una voz alabando y glorificando al SEÑOR,
cuando levantaban sus voces acompañados por trompetas y címbalos e instrumentos
de música, cuando alababan al SEÑOR diciendo: Ciertamente Él es bueno porque su
misericordia es para siempre, entonces la casa, la casa del SEÑOR, se llenó de
una nube. En la versión del Oso decía que como un solo hombre
alababan a Dios. Este verso nos habla de la unidad. Y cuando hay unidad lo que
ocurre es la manifestación de Dios en el templo, porque la casa del Señor se
llenó de una nube. El modelo de la iglesia incluye a la alabanza, porque esta
es la encargada de crear la atmósfera que va a atraer la presencia de Dios.
Cuando se hacen las cosas de acuerdo al modelo, y hay unidad en la alabanza, la
nube de Dios va a llenar toda la casa. La nube representa su presencia. Dejemos
afuera de las puertas de la iglesia los problemas y entremos todos con u mismo
ánimo, el de adorar a Dios en espíritu y verdad, y el Espíritu Santo va a
descender sobre nosotros con su fuego. En su atmósfera hay respuestas y salidas
a nuestros problemas, malas situaciones, etc. Tengamos todos el mismo sentir y
el mismo propósito, de venir a su casa a buscar su rostro.
Cuando
Moisés construyó el tabernáculo de acuerdo al modelo, la nube estaba sobre el
tabernáculo y cuando la nube se movía, ellos se movían porque la nube los
guiaba. El estar dispuesto a cambiar de dimensión y estar en unanimidad, va a
atraer la nube, y cuando la nube de Dios desciende suceden muchas cosas en el
pueblo:
LBA Números 12:5 Entonces el
SEÑOR descendió en una columna de nube y se puso a la puerta de la tienda;
y llamó a Aarón y a Miriam. 8 Cara a cara hablo con él, abiertamente y no en
dichos oscuros, y él contempla la imagen del SEÑOR. ¿Por qué, pues, no
temisteis hablar contra mi siervo, contra Moisés? 9 Y se encendió la ira del
SEÑOR contra ellos, y Él se fue. 10 Pero cuando la nube se retiró de sobre la
tienda, he aquí que Miriam estaba leprosa, blanca como la nieve. Y cuando Aarón
se volvió hacia Miriam, vio que estaba leprosa.
EVIDENCIA
LO SECRETO EN EL CAMPAMENTO: Cuando la nube
desciende, el Señor habla. Dice la palabra que llamó a Aarón y Miriam, y el
propósito de que la nube bajara era para evidenciar lo que se hacía en oculto,
los pecados escondidos en el campamento. Ellos habían murmurado de Moisés y el
Dios vivo y celoso había escuchado.
DEFIENDE
Y PROTEGE A LOS SIERVOS: El Señor llamó a
los tres hermanos, dos involucrados en una murmuración, y el injuriado, Moisés;
y el Señor tomó parte por el de mayor autoridad, por su amigo y lo defendió.
Dios es justo, y a los ministros que el da autoridad los defiende y los
protege, aún de sus propios hermanos. En muchas ocasiones nos han acusado de
cometer ciertas acciones injustamente, pero confiemos, porque la nube de Dios
nos va a defender, lo que hay que lograr es que la nube de Dios descienda.
HAY
PERDÓN: Dios defendió e hizo justicia a Moisés de lo que sus
hermanos habían murmurado y Moisés los perdonó. Cuando la nube de Dios
desciende, se mueve el perdón, de Dios hacia los hombres y de los hombres hacia
otros hombres.
DEJÓ
EVIDENCIA DE LOS LEPROSOS: Cuando la nube
se retiró, Miriam o María estaba blanca por la lepra. La lepra representa los
problemas con la carne. La Biblia da una lista de las obras de la carne que
causan lepra espiritual: R60
Gálatas 5:19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, 20 idolatría, hechicerías, enemistades,
pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias,
homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las
cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas no heredarán el reino de Dios. Miriam cayó en la obra de la murmuración, celos, envidia y no tuvo temor
de Dios. El Señor es santo, y la santidad va a evidenciar lo que no es
limpio, porque ser santos es ser limpios. Cuando la nube desciende, evidencia
en las personas que practican las obras de la carne, la lepra espiritual.
VA A
HABER DISCIPLINA: Cuando el Señor
evidencia un pecado, no es para destruir a las personas sino para corregirlas y
disciplinarlas. Porque dice la Biblia R60 Hebreos 12:6 Porque el
Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Moisés disciplinó a Miriam sacándola del campamento
durante siete días, el tiempo reglamentario para que fuera ministrada y
limpiada de la lepra. Tuvo que aprender con la disciplina a respetar y
sujetarse a la autoridad, y después de esto, nunca más se lee en la Biblia que
Miriam haya murmurado otra vez. La disciplina es hacer lo que uno no quiere
para después hacer lo que uno quiere.
MUESTRA
MISERICORDIA/DETIENE CAMPAMENTO: Dios ama
hacer misericordia, y esa misericordia se refleja en sus leyes y disposiciones.
Aunque María había pecado, y había sido disciplinada afuera del campamento, no
la dejaron abandonada en el desierto para que fuera santificada de su lepra,
sino que la esperaron, y hasta que estuvo limpia se movieron todos de lugar. Se
detuvo el campamento por misericordia, hasta que María se restauró y volvió al
campamento. Eran un solo pueblo, un solo equipo. Necesitamos que la nube de
Dios descienda sobre el campamento.
FUEGO EN
LAS VENAS: Casa llena con lenguas como de fuego Otra
característica de la iglesia modelo es el fuego que había en sus venas, en las
lenguas como de fuego del Espíritu que hablaban y en todas las cosas que
hacían. Tenían fuego y pasión por Jesús y su obra. Lo normal de la iglesia es que tenga fuego, porque así fue su
nacimiento. Dice la Biblia que para que se manifestaran las lenguas como de
fuego, la casa estaba llena. El fuego de Dios atraerá a
muchas personas a la presencia de Dios, y llenará la casa. Cuando sentimos el
fuego del Señor en nuestras venas y huesos, no podemos resistirlo. Jeremías, no
pudo resistirse al fuego del Señor en sus huesos. R95 Jeremías 20:7 ¡Me
sedujiste, Jehová, y me dejé seducir! ¡Más fuerte fuiste que yo, y me venciste!
¡Cada día he sido escarnecido, cada cual se burla de mí! 8 Cuantas veces hablo,
doy voces, grito: "¡Violencia y destrucción!", porque la palabra de
Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día. 9 Por eso dije: "¡No
me acordaré más de él ni hablaré más en su nombre!". No obstante, había
en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos. Traté de resistirlo,
pero no pude.
La
iglesia modelo tenía fuego en sus venas, en las lenguas como de fuego del
Espíritu que hablaban y en todas las cosas que hacían. Tenían pasión.
Todos tenemos, como la iglesia de Cristo, el fuego de Dios en nuestras venas;
hay sin embargo, algunos que son como hogueras o zarzas ardientes y otros que
son como veladoras o pábilos a punto de apagarse que ya humean porque no tienen
mucho fuego ya. Más Dios no apagará el fuego de aquel que ya humea, sino que lo
encenderá. R60 Isaías 42:3 No quebrará la caña cascada, ni apagará el
pábilo que humeare; Todos tenemos una medida de fuego, encendido o
humeante, y debido a esto le decía el apóstol Pablo a Timoteo R95 2 Timoteo
1:6 Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que
está en ti…Porque Dios viene por una iglesia que arda en el fuego del amor
por él. Debemos llegar a la altura que debemos llegar, no conformarnos con
tener el éxito presente, sino conseguir el éxito futuro. En cuanto al fuego de
Dios que debemos tener, Dios no permite intermedios. El que no es el más
ardiente ni el más frío, es tibio y Dios lo vomitará de su boca. Con Dios no
existen las cosas a medias. Es inaudito, pero el éxito presente puede ser el
enemigo del éxito futuro. El fuego que pueda haber experimentado no debe
bastarle para su futuro sino que continuamente debe avivarlo, hasta que arda de
amor y pasión por el Señor y sea un candidato a ser arrebatado por él. Hay muchos
fuegos y las diferencias entre ellos y lo que causan es grande, por ejemplo un
fuego no controlado causa tragedias.
Fuego extraño: causa
juicio. Ejemplo, los hijos de Aarón, Nadab y Abiú.
R60 Levítico 10:1 Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su
incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y
ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó.
Ellos
ofrecieron un fuego extraño delante de la presencia del Señor y esto les trajo
juicio. Dios mandó un fuego que los consumió en el acto.
Fuego mundano: causa
apostasía. R60 Mateo 26:75 Entonces Pedro se acordó de las palabras de
Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y
saliendo fuera, lloró amargamente.
Pedro,
apóstol de Jesús, se calentó con el fuego del mundo y esto lo llevó a negar y a
darle la espalda a Jesús. El permitió que ese fuego del mundo lo separara
del Señor. El fuego del mundo siempre va a estimular al pecado y a darle la
espalda la Señor.
Fuego fingido: causa
religión. LBLA Mateo 23:2
diciendo: Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de
Moisés. 3 De modo que haced y observad todo lo que os digan; pero no
hagáis conforme a sus obras, porque ellos dicen y no hacen.
Los
Fariseos, conocedores de la ley, los catalogaba Jesús de religiosos. Ellos
tenían un fuego fingido, por eso nos decía Jesús que hiciéramos lo que ellos
decían, pero que no hiciéramos lo que ellos hacían.
Fuego de Dios: causa devoción:
Erróneamente se piensa que el que tiene fuego es el
que tiembla o vibra. R60 Lucas 24:49 He aquí, yo enviaré la
promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de
Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto. Y el poder
que iban a recibir, no era para echar fuera demonios (ya lo habían estado
haciendo) sino era el poder del fuego de santidad, una pasión por Cristo.
La
diferencia en un culto, en una prédica la va a hacer el fuego de Dios que se
tenga. A veces alguien trae un buen tema, tiene buena voz para predicar, tiene
sacerdocio, etc. pero la gente sale igual, no produce ningún cambio en ellos
porque no tuvo fuego, pasión. Hay un animalito que tiene luz, pero no calienta
ni enciende nada, es la luciérnaga, que tiene luz pero no tiene fuego. No
seamos como luciérnagas, que solo aparentan o tienen un poco de luz, sino que
extendamos en otros el fuego de Dios que tenemos.
Necesitamos
tener el fuego encendido. Y como Juan dijo RV 95 Mateo 3:11 Yo
a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene
tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso
que yo. Él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Este bautismo de
fuego es santidad, que nos va a consagrar al Señor. Como mencionamos con
anterioridad, el Antiguo Testamento se hace
patente en el Nuevo Testamento, y el Nuevo se hace latente en el Antiguo, y hay
varios textos en el Antiguo Testamento que nos hablan de las ofrendas
encendidas. R60 Levítico 5:12 La
traerá, pues, al sacerdote, y el sacerdote tomará de ella su puño lleno, para
memoria de él, y la hará arder en el altar sobre las ofrendas encendidas
a Jehová; es expiación. Ahora
estamos en un nuevo pacto, y Dios nos insta a realizar un culto
racional, donde nos subamos voluntariamente al altar y seamos las ofrendas
encendidas. Somos al presente, las nuevas ofrendas encendidas para Dios, porque
tenemos el fuego de Dios y somos sus ofrendas. El elemento clave de los
sacerdotes es el fuego, porque levantan altares pero necesitan el fuego para
encenderlos, sin fuego no hay ofrenda porque necesitan estar encendida. En
Apocalipsis 1:6 dice que nosotros somos reyes y sacerdotes. Debemos tener el
fuego de Dios para ejercitar nuestro sacerdocio.
Son dos
cosas diferentes la llenura del Espíritu Santo con el Bautismo en Espíritu
Santo y fuego. La llenura es una visitación temporal del Espíritu Santo que
habilita con un propósito determinado. Por ejemplo, Elizabeth fue llena del
Espíritu y alabó a Dios cuando se dio cuenta del nacimiento de Jesús, e
igualmente Zacarías fue lleno del Espíritu y profetizó. Y el Bautismo en
el Espíritu Santo y fuego es la total y permanente sumersión que habilita en
los dones espirituales, en la santidad a Dios, en la justicia... nos hace
partícipes de la naturaleza divina.
CONCLUSIONES
Resumimos
las características del nacimiento de la primera iglesia de Cristo, que es la
iglesia modelo de cada uno de nosotros para que seamos la iglesia que Dios
dispuso que fuéramos. Las características son las siguientes:
1.
120 PERSONAS –
INTEGRACIÓN – CAMBIO DE DIMENSIÓN Que hubieran reunidas 120 personas representa el
cambio de una dimensión natural a una dimensión espiritual. Es una integración
a la dimensión del Espíritu Santo de Dios. Esta nueva dimensión, de madurez, se
caracteriza porque la lucha es contra uno mismo.
2.
CASA LLENA –
UNIDAD- NUBE DE DIOS Aunque estas eran personas de diferentes lugares,
razas y edades estaban unánimes, todas compartían el mismo ánimo. Había unidad
de ánimo, y en la unanimidad hay fuerza. Cuando hay unidad lo que ocurre es la manifestación de Dios en el
templo, porque la casa del Señor se llena de una nube. Y cuando la nube de Dios
desciende suceden muchas cosas en el pueblo:
· EVIDENCIA LO SECRETO EN EL
CAMPAMENTO
· DEFIENDE Y PROTEGE A LOS
SIERVOS
· HAY PERDÓN
· DEJÓ EVIDENCIA DE LOS LEPROSOS
· VA A HABER DISCIPLINA
· MUESTRA MISERICORDIA /
DETIENE CAMPAMENTO
3.
NACIMIENTO CON
FUEGO EN LAS VENAS Otra característica de la iglesia modelo es el fuego
que había en sus venas, en las lenguas como de fuego del Espíritu que hablaban
y en todas las cosas que hacían. Tenían fuego y pasión por Jesús y su obra. Lo normal de la iglesia es que tenga fuego, porque así
fue su nacimiento. Todos tenemos,
como la iglesia de Cristo, el fuego de Dios en nuestras venas; hay sin embargo,
algunos que son como hogueras o zarzas ardientes y otros que son como veladoras
o pábilos a punto de apagarse que ya humean porque no tienen mucho fuego ya.
Hay muchos fuegos y las diferencias entre ellos y lo que causan es grande, por
ejemplo un fuego no controlado causa tragedias.
- Fuego
extraño: causa juicio.
Ejemplo, los hijos de Aarón, Nadab y Abiú.
- Fuego
mundano: causa apostasía.
Ejemplo, el apóstol Pedro
- Fuego
fingido: causa religión.
Ejemplo, los fariseos y saduceos
- Fuego de
Dios: causa devoción, Ejemplo, nosotros
No seamos como luciérnagas, que solo aparentan o
tienen un poco de luz, sino que extendamos en otros el fuego de Dios que
tenemos. Porque ya tenemos el fuego de Dios en nosotros. Necesitamos tener este
fuego encendido. Ahora estamos en un nuevo
pacto, y Dios nos insta a realizar un culto racional, donde nos subamos
voluntariamente al altar y seamos ofrendas encendidas.
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