CONCUPISCENCIA
Es la tendencia o inclinación de los hombres hacia lo
mundano en contraposición a lo divino.
Rom 7:21 Ahí me encuentro con una ley: cuando quiero
hacer el bien, el mal se me adelanta.
Rom 7:22 En mí el hombre interior se siente muy de
acuerdo con la Ley de Dios,
Rom 7:23 pero advierto en mis miembros otra ley que
lucha contra la ley de mi espíritu, y paso a ser esclavo de esa ley del pecado
que está en mis miembros.
Concupiscencia: v. Apetito, Deseo, Pasión,
Placer
Rom.6:12 de modo que le obedezcáis en sus c
1Tes.4:5 no en pasión de c, como los gentiles
Tit.3:3 extraviados, esclavos de c y deleites
Stgo.1:14 cuando de su propia c es atraído y
1P.4:2 para no vivir... conforme a las c de los
2P.1:4 la corrupción que hay... a causa de la c
2P.2:18 hablando... seducen con c de la carne
Concupiscencia (DRAE) (Del lat. concupiscentia).
1. f. En la moral católica, deseo de bienes terrenos y, en
especial, apetito desordenado de placeres deshonestos.
CONCUPISCENCIA Una codicia ilegítima y desordenada (Rom.1:24;
6:12; 1Th.4:5; Jam.1:14, 15; 1Pe.4:2, 3; 2Pe.1:4; 2:10, 18; 3:3).
CONCUPISCENCIA epithumia (ἐπιθυμία, G1939) , denota un
intenso deseo de cualquier tipo, especificándose frecuentemente los varios
tipos con algún adjetivo; véase en el siguiente párrafo. Este vocablo se usa de
un buen deseo en Lc.22:15; Fil.1:23, y 1Tes.2:1 solamente. En todos los otros
pasajes tiene un sentido malo. En Ro.6:12, el requerimiento a no dejar que
reine el pecado en nuestro cuerpo mortal para obedecerle en sus
concupiscencias, se refiere a aquellos malos deseos que están listos para
expresarse en una actividad corporal. Son igualmente las concupiscencias de la
carne («deseos», RV, RVR; Gl 5.16: «deseos», RV: «concupiscencia»; v. 24:
«deseos», RV: «concupiscencias»; Ef.2:3
«deseos», RV, RVR; 2P.2:18
«concupiscencias», RV, RVR; 1 Jn.2:16), frase que describe las emociones
del alma, la tendencia natural hacia lo malo. Tales concupiscencias no son
necesariamente ruines e inmorales; pueden ser de carácter refinado, pero son
malas si son incoherentes con la voluntad de Dios.
Otras
descripciones además de las ya mencionadas son:
·
de los pensamientos (Ef.2:3);
·
malos deseos (Col.3:5);
·
pasión de (1Tes.4:5);
·
necias y dañosas (1Ti.6:9);
·
juveniles (2Ti.2:22);
·
diversas (2Ti.3:6);
·
sus propias (2Ti.4:3; 2P.3:3; Jud.16);
·
mundanos (Ti.2:12);
·
su propia concupiscencia (Stgo.1:14); que
antes teníais; carnales (2.11);
·
de los hombres»; «de inmundicia» (2P.2:10,
VM);
·
de los ojos (1 Jn.2:16); del mundo
(sus), v. 17;
·
sus malvados (Jud.18). En Rev.18:14
·
los frutos codiciados por tu alma» es,
lit., la concupiscencia de tu alma.
Para poder desarrollar este estudio, debemos recordar que estuvimos
estudiando acerca del origen de la muerte; la cual tuvo que hacer alianza con
el pecado, la epithumia, la ignorancia, la tentación y con la ley para
podernos matar; sin embargo, nuestro Señor Jesucristo vino a matar la muerte a
través de la muerte, por eso en el Antiguo Testamento encontramos que Dios le
dice a la muerte: muerte Yo seré tú muerte... de tal manera que para poder
profundizar, debemos saber cuál es la antítesis de lo que es el amor, el cual
no se puede comprender en una sola palabra porque el amor es muy grande, de tal
manera que lo contrario al amor, tampoco se puede decir en una sola palabra
porque su antítesis es: el odio, el miedo, la muerte pero es la muerte la que
gobierna el miedo y el odio; por eso es que también hemos explicado que es el
último enemigo que será vencido porque fue el primer enemigo que surgió; esto
lo podemos comprender basándonos en el versículo que nos refiere a que los
primeros serán postreros.
Pero entonces la muerte se vale de todo lo que pueda tener a su alcance
y de los que se presten para servirle; como el pecado, iniquidad, transgresión,
epithumia y todos viene a ser como
antagonistas del amor y para avalar esto último, podemos ver algunos versículos
como el siguiente:
Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de
muchos se enfriará. (Mateo 24:12 LBLA)
El amor tiene varios enemigos, pero si nosotros nos llenamos del
Espíritu Santo, el amor habrá de fluir en nosotros y ninguno de sus enemigos
tendrá cabida en nuestro ser. De tal manera que la epithumia, también tiene
varias acepciones pero en la que nos enfocaremos en esta oportunidad es
precisamente en la que es traducida como: UN DESEO INTENSO.
Un deseo intenso lo puede aprovechar el diablo, pero debemos comprender
que ese deseo intenso lo aprovecha Dios primeramente y el diablo le copió para
desvirtuar lo que Dios desea en nosotros.
En el estudio que titulamos: EL ORIGEN DE LA MUERTE; vimos que la
palabra epithumia, está identificada bajo el número 1939 y se traduce de la
siguiente manera:
1.-
Concupiscencia
2.- Lujuria
3.- Deseo intenso
4.- Pasión o pasiones
5.- Anhelar
6.- Codicia
Es por eso
que cuando analizamos este estudio, debemos comprender que si existe una epithumia
de parte de Dios bajo la luz; es esa la que tiene que sobresalir en nuestra
vida por cuanto el pecado tiene su origen en la epithumia que viene de
parte de las tinieblas. El diablo pone esa epithumia considerada como un
receptor y cuando se instala en nuestra carne, para que desarrollándose como
receptor, al momento en que llegue la tentación encuentre un ambiente propicio
para que se engendre el pecado y al nacer, entonces engendre la muerte; y
después de eso solamente es cuestión de un poco de tiempo para que nazca la
muerte en la vida de alguna persona. Incluso, si hemos caído en pecado, tenemos
un periodo de incubación de la muerte para poderla abortar en un
arrepentimiento que proceda de Dios.
Domingo 06 de Noviembre de 2011 21:26
Apóstol Sergio G. Enríquez O.
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