LOS SIETE SUCESOS DE LA
SEMANA SETENTA
(28 de marzo
de 1993)
TEXTO
BIBLICO
"Me
instruyó, habló conmigo y dijo: Daniel, he salido ahora para darte sabiduría y
entendimiento. Al principio de tus súplicas se dio la orden, y he venido para
explicártela, porque eres muy estimado; pon atención a la orden, y entiende la
visión. Setenta semanas han sido decretadas sobre tu pueblo y sobre tu santa
ciudad, para poner fin a la transgresión, para terminar con el pecado, para
expiar la iniquidad, para traer justicia eterna, paraa sellar la visión y la
profecía, y para ungir el lugar santísimo."
Daniel 9:22 a
23 (LBA)
INTRODUCCION
La Biblia enseña que la visitación de
Dios a su pueblo se realiza en diferentes períodos. De hecho, el Señor Jesucristo,
al lamentarse de la ceguera espirutal de los habitantes de Jerusalén, dice:
"Y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti
piedra sobre piedra, porque no conociste el tiempo de tu visitación."
(Lucas 19:44).
Estos períodos de visitación
comenzaron cuando Abram, siendo gentil, recibió la promesa de la simiente y el
pacto:
"Haré
de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás
bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldeciré. Y
en ti serán benditas todas las familias de la tierra." (Génesis 12:2 y 3)
En este primer período, Dios visitó a
un gentil para hacerlo judío.
De la simiente de este varón se
estableció el Israel nacional a quien Dios visitó en su tiempo, a través de la
ley y los profetas del antiguo testamento.
El último tiempo de visitación de
Dios es para con el Israel espiritual conformado por judios nacionales y
espirituales: "Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los
tales el Padre busca que le adoren." (Juan 4:23)
Este último período de visitación es
la semana setenta de Daniel. Este período contiene siete (7) acontecimientos
muy importantes de ser entendidos, a saber: el fin de la transgresión, terminar
con el pecado, expiar la iniquidad, traer justicia eterna, sellar la visión,
sellar la profecía y ungir el lugar santísimo.
DESARROLLO
Para poder desarrollar su ministerio,
el Profeta Daniel recibió una serie de virtudes; estas le permitieron conocer
las visiones y los sueños, las palabras y los tiempos y encontrar gracia
delante de los ojos del rey. Lo interesante de observar es que estas virtudes
le fueron dadas en parejas, siempre buscando el equilibrio en el caminar de
este varón.
Una de estas parejas la conforman la
sabiduría y el entendimiento. (Daniel 9:22) El entendimiento es indispensable
para conocer los misterios de Dios (profecía, escatología, tiempos, períodos,
etc), y la sabiduría para administrar los misterios que han sido revelados.
Tan importante es el equilibrio
alcanzado a través de estas dos virtudes que, el rey Salomón indica: "Como
manzanas de oro con engastes de plata es la palabra dicha a su tiempo."
(Proverbios 25:11)
El
fin de la transgresión:
La palabra transgresión ha sido
utilizada para traducir la expresión original que, debería haber sido traducida
como rebelión.
ATENCION: de conformidad a lo
demostrado en capítulos anteriores, Babilonia fue fundada por Nimrod, cuyo
nombre quiere decir rebelde.
La semana sententa (La Gran
Tribulación) tiene como objetivo poner un límite o, mejor, impedir una rebelión
mundial.
El mundo experimentará un movimiento
de rebelión como nunca lo ha tenido; de hecho, estos son los tiempos previos al
comienzo de la semana setenta: hijos rebelados contra sus padres, esposas
rebeladas contra sus esposos, ciudadanos rebelados contra sus respectivas
autoridades gubernamentales, etc.
ATENCION: la aplicación de la pena
capital termina con los movimientos de
rebelión; tal y como sucederá en el Milenio (Isaías 11:4). El movimiento
humanista es contrario a la aplicación de esta sentencia.
El
término del pecado:
La Biblia de las Américas indica que,
otra posible lectura para la frase "para terminar con el pecado"
(Daniel 9:24) es para sellar pecados. Sin embargo, el original dice: para
sellar la marca, la llenura de pecado.
Esto quiere decir que, cuando se
llene la plenitud del pecado, cuando el pecado del mundo llegue hasta lo más
grande; la humanidad estará viviendo en la última semana de Daniel.
En otras palabras, otra de las
señales evidentes de la semana setenta de Daniel es que el pecado del mundo es
exagerado. La Biblia relata dos destrucciones divinas a causa de la
proliferación de la maldad: por las aguas y por el fuego.
La primera destrucción, por las
aguas, con el diluvio en los días del justo Noé: "Y el Señor vio que era
mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los
pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal." (Génesis 6:5)
La segunda destrucción, por el fuego,
en las ciudades de Sodoma y Gomorra en los días del justo Lot; el Señor indica
que el pecado de estas ciudades: "ha llegado hasta mi." (Génesis
18:21)
La humanidad está tan alejada de Dios
que la maldad que hubo en los tiempos de Noé y de Lot se está manifestando de
una manera aumentada. Se está llenando la medida de pecado del mundo. Se está
acercando el tiempo de la semana setenta de Daniel; la última semana (período)
de trato de Dios con esta humanidad, con la tierra, con los salvos, con el
Israel de Dios.
La
expiación de la iniquidad:
También la sentencia "para
expiar la iniquidad" (Daniel 9:24) ha sido incorrectamente traducida.
La expresión que se ha traducido con
la palabra expiar es la misma que se utiliza cuando Noé recibió instrucciones
de Dios para calafatear el arca (Génesis 6:14). Esta expresión es mejor
traducida con la palabra cubrir.
Por lo tanto, una mejor lectura e
interpretación para expiar la iniquidad
es cubrir la iniquidad.
ATENCION: la palabra iniquidad viene
de la raíz hebrea avon.
Esto indica que la iniquidad no se
terminará en la semana setenta sino que
quedará latente en la tierra, aunque no se evidencie en ese período.
Ahora, es importante entender que en
el paréntesis de la semana sesenta y nueve se manifestó el Verbo, la
Encarnación de Dios, el Hijo de la Piedad;
y al principio de la semana setenta se manifestará la antítesis, el
inicuo, el hijo de la iniquidad. Se revela físicamente el misterio de la
iniquidad que el Apóstol Pablo indica
que ya está en acción (2a Tesalonicenses 2:7).
Algunos significados de la palabra
inicuo son perverso, torcido, sin ley. El inicuo no tiene ley, es libertino. El
cristiano que abusando de la gracia y misericordia de Dios
aprovecha la libertad para
satisfacer los deleites y pasiones de la carne (Gálatas 5:13) se convierte en
libertino, se convierte en inicuo. En la condición de esclavos del pecado el
cristiano libertino será siervo del hijo de la iniquidad.
La
justicia eterna:
Desde el punto de vista de su
duración, existen dos tipos de justicia: la justicia eterna que procede de Dios
(Isaías 51:6, Isaías 51:8, Isaías 56:1, Jeremías 23:5 y 6) y la justicia
temporal que procede de los hombres (Mateo 6:1, Lucas 18:5)
Cuando el Señor Jesucristo, el Justo,
entra en el corazón de una persona (Apocalipsis 3:20), realiza una acción
justificadora y la justicia temporal del hombre se convierte en la justicia
eterna de Dios.
Esto es lo que el Apóstol Pablo
enseña cuando dice: "No hay justo ni aún uno." (Romanos 3:10) y
"Siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la
rendención que en en Cristo Jesús." (Romanos 3:24)
Sellar
la visión y la profecía:
Actualmente hay cristianos que dicen
que el ministerio del Profeta era exclusivamente para el antiguo pacto. Sin
embargo, el Profeta Daniel indica que en la semana setenta habrán visiones y
profecías (Daniel 9:24), o sea, que existirá el ministerio de profeta del
Señor.
Por lo tanto, los cinco ministerios
primarios confirmados por el Apóstol Pablo (Efesios 4:11) continuan teniendo
validez dentro del orden que Dios dejó para ministración a su Iglesia.
ATENCION: cuando el Señor Jesucristo
se manifestó al mundo, los judíos le preguntaban si El era el profeta que
habría de venir. Similar pregunta le hicieron a Juán el Bautista.
A este respecto, la Biblia indica
claramente que es un ministerio para el antiguo y el nuevo pacto: "He
aquí, yo os envío al profeta Elías antes que venga el día del SEÑOR, día grande
y terrible." (Malaquías 4:5)
De hecho, al Apóstol Juán le fue
ordenado: "Debes profetizar otra vez sobre muchos pueblos, naciones,
gobernantes y reyes." (Apocalipsis 10:11)
Las
tres bestias:
"Después de las sesenta y dos
semanas el Mesías será muerto y no tendrá nada, y el pueblo del príncipe que ha
de venir destruirá la ciudad y el santuario." (Daniel 9:26)
Lo primero que aparece es el pueblo y
después lo hará el príncipe de ese pueblo. Dicho pueblo (romano) apareció en el
año 70 d.C. y destruyó Jerusalén y el templo de Herodes, pero su principe
aparecerá al principio de la semana setenta.
"Y él [el príncipe] hará un
pacto firme con muchos por una semana, pero a la mitad de la semana pondrá fin
al sacrificio y a la ofrenda de cereal. Sobre el ala de abominaciones vendrá el
desolador, hasta que una destrucción completa, la que está decretada, sea
derramada sobre el desolador." (Daniel 9:27)
Como observado, al principio de la
semana setenta aparecerá el príncipe y a la mitad de esa semana, aparecerá el
desolador. Son dos personajes diferentes y sus respectivas identidades,
conjuntamente con la del "calumniador" (Apocalipsis 12:9), están
descritas por el Apóstol Juán:
"Entonces apareció otra señal en
el cielo: he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos,
y sobre sus cabezas había siete diademas." (Apocalipsis 12:3)
Este dragón es "la serpiente
antigua, que se llama Diablo y Satanás" (Apocalipsis 12:9)
"El dragón se paró sobre la
arena del mar. Y vi una bestia que subía del mar que tenía diez cuernos y siete
cabezas; en sus cuernos había diez diademas, y en sus cabezas había nombres
blasfemos." (Apocalipsis 13:1)
Esta primeta bestia es el anticristo
político, "el príncipe" (Daniel 9:26)
"Y vi otra bestia que subía de
la tierra; tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como
dragón." (Apocalipsis 13:11)
Esta segunda bestia es el anticristo
religioso, el falso profeta, "el desolador" (Daniel 9:27)
CONCLUSION
Dios habla con el hombre de muchas
maneras y en tiempos diferentes (Hebreos
1:1)
Actualmente, Dios habla con el Israel
espiritual, que está formado por judíos nacionales y espirituales. Sin embargo
para poder oír la voz de Dios y entender sus misterios es necesario ser
estimado (deseado, amado) por Dios y ser dotado de sabiduría y de
entendimiento.
La última semana de Daniel contiene
siete (7) acontecimientos muy importantes de ser entendidos, a saber: el fin de
la transgresión, terminar con el pecado, expiar la iniquidad, traer justicia
eterna, sellar la visión, sellar la profecía y ungir el lugar santísimo.
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