martes, 5 de enero de 2021

ANGEL

 

ANGEL:

El ángel (heb. mal´ak, gr. Angelos) bíblico es, por derivación y función, un mensajero de Dios que tiene una relación familiar con él cara a cara, siendo por lo tanto un ser superior al hombre. Por cierto, que se trata de una criatura, espíritu santo e incorrupto en esencia original, pero dotada de libre albedrío, y por lo tanto no necesariamente impermeable a la tentación y al pecado. Hay muchas indicaciones de una caída angélica, bajo la dirección de Satanás (Job 4:18; Is 14:12-15; Ez 28:12-19; Mt. 25:41; 2P 2:4; Ap. 12:9), si bien esto corresponde al campo de la demonoligía. Los rollos de Qumrán hablan de una doble jerarquía de ángeles, asociados con seres mortales, esto corresponde a los respectivos reinos de la luz y las tinieblas. Ambos testamentos usan esta misma palabra para hacer referencia tanto a mensajeros puramente terrenales. El material bíblico se consideraría en general según su orden temporal, pero sin discutir problemas cronológicos.

  1. En el antiguo Testamento

Aparte quizá del ángel del Señor, el ejecutor o, incluso, la manifestación de Yahvéh, los ángeles son seres espirituales separados de Dios, mas, a menos que hayan caído, de incuestionable integridad, buena voluntad y obediencia a él (cf. 1S 29:9; 2S 14:17, 20; 19:27). Los ángeles pueden aparecerceles a los hombres como portadores de mandamientos y noticias específicas departe de Dios (JUE. 6:11-23) pueden socorrer a los siervos mortales de Dios que padecen necesidad (1R. 19:5-7) pueden encargarse de realizar misiones de ayuda militar (2R.19.35) o acciones hostiles directas (2S.24:16) contra Israel; cualquier otro obrador del mal puede ser castigado.

Su capacidad bélica está implicita en Gn. 32:1; Jos. 5:13-15; 2R. 6:17. En otras opocas el hombre asociaba a los angeles con lasestrellas (Job 38:7; Jue. 5:20; Ap. 9:1) y también son testigos de la creación Angeles guardianes Sal. 91:11. Otro término especial es qdosim, ´seres santos´, "santos", "santos angeles" (Job. 5:1; Sal. 89:5,7; Dn. 8:13), aquí en el AT siguen siendo ecos de una voluntad superior, faltos de esa personalidad independiente que adquieren en los escritos posteriores. En los libros pos-exílicos el angel adquirirá firmeza y perfil propio.


(RV60) Gén_48:16; Éxo_3:2; Éxo_23:20; Éxo_23:23.


  1. En el Nuevo Testamento

En Heb. 1:114 define al ángel como mensajero de Dios y como ministro al servicio del hombre; están íntimamente asociados con la promulgación de la ley (Hch.7:53; Ga.3:19; Heb.2:2)y se vinculan con el juicio final (Mt.16:27; Mr.8:38; 13:27) quizás sea función de ellos el traslado de los justos al seno de Abraham, cuando mueren.

Mt:4:6: Y le dice: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; que escrito está: A sus ángeles mandará por ti, Y te alzarán en las manos, Para que nunca tropieces con tu pie en piedra.

Mt:4:11: El diablo entonces le dejó: y he aquí los ángeles llegaron y le servían.

Mt:13:39: Y el enemigo que la sembró, es el diablo; y la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.

Mt:13:41: Enviará el Hijo del hombre sus ángeles, y cogerán de su reino todos los escándalos, y los que hacen iniquidad,

Mt:13:49: Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán á los malos de entre los justos,

Mt:16:27: Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará á cada uno conforme á sus obras.

Mt:18:10: Mirad no tengáis en poco á alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.

Mt:22:30: Porque en la resurrección, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres marido; mas son como los ángeles de Dios en el cielo.

Mt:24:31: Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.

Mt:24:36: Empero del día y hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino mi Padre solo.

Mt:25:31: Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria.

Mt:25:41: Entonces dirá también á los que estarán á la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y para sus ángeles:

Mt:26:53: ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar á mi Padre, y él me daría más de doce legiones de ángeles?

Mk:1:13: Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado de Satanás; y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.

Mk:8:38: Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adulterina y pecadora, el Hijo del hombre se avergonzará también de él, cuando vendrá en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

Mk:12:25: Porque cuando resucitarán de los muertos, ni se casarán, ni serán dados en casamiento, mas son como los ángeles que están en los cielos.

Mk:13:27: Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo.

Mk:13:32: Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.

Lk:2:15: Y aconteció que como los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos á los otros: Pasemos pues hasta Bethlehem, y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado.

Lk:4:10: Porque escrito está: Que á sus ángeles mandará de ti, que te guarden;

Lk:9:26: Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras, de este tal el Hijo del hombre se avergonzará cuando viniere en su gloria, y del Padre, y de los santos ángeles.

Lk:12:8: Y os digo que todo aquel que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;

Lk:12:9: Mas el que me negare delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

Lk:15:10: Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.

Lk:16:22: Y aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fué sepultado.

Lk:20:36: Porque no pueden ya más morir: porque son iguales á los ángeles, y son hijos de Dios, cuando son hijos de la resurrección.

Lk:24:23: Y no hallando su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, los cuales dijeron que él vive.

Jn:1:51: Y dícele: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del hombre.

Jn:20:12: Y vió dos ángeles en ropas blancas que estaban sentados, el uno á la cabecera, y el otro á los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

Acts:7:53: Que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis.

Rom:8:38: Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,

1Cor:4:9: Porque á lo que pienso, Dios nos ha mostrado á nosotros los apóstoles por los postreros, como á sentenciados á muerte: porque somos hechos espectáculo al mundo, y á los ángeles, y á los hombres.

1Cor:11:10: Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.


lunes, 7 de diciembre de 2020

ARREPENTIMIENTO

 

ARREPENTIMIENTO

 

Mateo 3:8

 Haced pues frutos dignos de arrepentimiento,

Mateo 3:11

Yo á la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; mas el que viene tras mí, más poderoso es que yo; los zapatos del cual yo no soy digno de llevar; él os bautizará en Espíritu Santo y en fuego

Mateo 9:13

Andad pues, y aprended qué cosa es: Misericordia quiero, y no sacrificio: porque no he venido á llamar justos, sino pecadores á arrepentimiento.

Lucas 24:47

Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalem.

Hechos 11:18

Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron á Dios, diciendo: De manera que también á los Gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida.

Romanos 2-:4

¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, y  longanimidad ignorando que su benignidad te guía á arrepentimiento?

2Co.7:10

Porque el dolor que es según Dios, obra arrepentimiento saludable, de que no hay que arrepentirse; mas el dolor del siglo obra muerte.

2Tim.2:25

Que con mansedumbre corrija á los que se oponen: si quizá Dios les dé que se arrepientan para conocer la verdad,

Hebreos 6:1

POR tanto, dejando la palabra del comienzo en la doctrina de Cristo, vamos adelante á la perfección; no echando otra vez el fundamento; no arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios,

Hebreos 6:6

Y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios, y exponiéndole á vituperio.

Hebreos 12:17

Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue reprobado (que no halló lugar de arrepentimiento), aunque la procuró con lágrimas.

 

 

 

 

 

  

 

DOCTRINAS BASICAS DE CRISTO

Hebreos 6:1-2

FUNDAMENTO

Ÿ ARREPENTIMIENTO

Ÿ OBRAS MUERTAS

Ÿ LA FE EN DIOS

Ÿ DOCTRINA DE BAUTISMOS

Ÿ IMPOSICION DE MANOS

Ÿ RESURRECCION DE LOS MUERTOS

Ÿ JUICIO ETERNO

 

ARMAS DEL CRISTIANO

 

ARMAS DEL CRISTIANO

2 Corintios 10:4:  porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.

2 Corintios 6:7:  en palabra de verdad, en poder de Dios, por medio de armas de justicia a derecha y a izquierda;

Romanos 13:12:  La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz.

Lucas 11:22:  Pero si viene uno más fuerte que Él y le vence, le toma todas sus armas en que confiaba y reparte sus despojos.

2 Crónicas 23:7:  Entonces los levitas formarán un círculo alrededor del rey, cada uno con sus armas en su mano. Cualquiera que entre en el templo morirá. Estaréis con el rey cuando entre y cuando salga.

La armadura de Dios

10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

·          12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino

·          contra principados,

·          contra potestades,

·          contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,

·          contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes,

 

·          ceñidos vuestros lomos con la verdad,

·          y vestidos con la coraza de justicia, 15 

·          y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 

·          Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 

·          Y tomad el yelmo de la salvación,

·          y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 

·          orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu,

·          y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.

Alianzas Prohibidas

 

Alianzas Prohibidas

Apóstol German Ponce

Introducción

Isaías 30:1 ¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; ¡para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! 30:2 Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto.  30:3 Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión."

Este pasaje habla de hijos rebeldes que están ejecutando planes que no son del Señor, la versión del Oso dice buscan cobertura, hacen alianzas, pero no según mi espíritu. Hacían alianza para protegerse, una unción de ellos porque creían que el Señor ya no los protegía. Note la responsabilidad de hacer alianzas con los demás. - Alianza es quedar amarrados.

El término alianza hace referencia a un pacto que se establecía entre dos o más partes. En el Antiguo Testamento hacía referencia, por tanto, al pacto que se establecía entre Dios y su pueblo o bien entre Dios y algún personaje concreto (Noé, Abraham...). Sin embargo, cuando hablamos de la Alianza, nos referimos al acontecimiento configurador "el pueblo israelita".

En el Antiguo Testamento también podemos señalar otra serie de alianzas, aunque de menor relevancia. En primer lugar, destaca la que estableció Jehová con Noé tras el diluvio. Ésta viene reflejada en

Génesis 9:12 "Y dijo Dios: Esta es la señal del pacto que hago entre yo y vosotros y todo ser viviente que está con vosotros, por todas las generaciones:

9:13 pongo mi arco en las nubes y será por señal del pacto entre yo y la tierra,"

Aquí nos habla que el signo de la alianza, que aparece por iniciativa de Dios, será el arco iris (al referirse según el texto bíblico a «mi arco en las nubes»). También podemos encontrar, con más relieve aún, en Génesis 17, donde se muestra el pacto de Jehová con el patriarca Abraham, al cual le prometió una descendencia igual de grande que las estrellas del cielo y las arenas de los mares.

Génesis 17:2 "Y yo estableceré mi pacto contigo, y te multiplicaré en gran manera. 17:3 Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él, diciendo: 17:4 En cuanto a mí, he aquí, mi pacto es contigo, y serás padre de multitud de naciones. 17:5 Y no serás llamado más Abram; sino que tu nombre será Abraham; porque yo te haré padre de multitud de naciones. 17:6 Te haré fecundo en gran manera, y de ti haré naciones, y de ti saldrán reyes. 17:7 Y estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti. 17:8 Y te daré a ti, y a tu descendencia después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán como posesión perpetua; y yo seré su Dios."

Este pacto será el que implique el cambio de nombre; es decir, de su primitivo nombre Abran a Abraham (Génesis 17, 5). Asimismo, el gesto por el que se transmitirá este pacto será mediante la circuncisión (Génesis 17, 10). Y también, en la historia bíblica, se señala la alianza davídica que se establece por medio de Joadá, que era el jefe del sacerdocio de Jerusalén. Como indica el pasaje 2 Reyes 11,17, se celebró una alianza entre tres partes que incluían a Jehová, al rey (David) y al pueblo, por el cual el pueblo pasaba a ser pueblo de Dios.

Note que hay alianzas de parte de Dios para con sus siervos y su pueblo, pero debemos tener mucho cuidado porque se pueden realizar alianzas que nos pueden causar graves daños, como los son LAS ALIANZAS PROHIBIDAS las cuales pueden hacerse:

1. EL REY NAHAS: por miedo

2. SANSON: sentimentales, en yugo desigual

3. REY JOZAFAT Y OCOZIAS: por negocios y poder

DESARROLLO

1. REY NAHAS: alianza por miedo

1 Samuel 11:1 "Después subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te serviremos. 11:2 Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel."

Nahas, Rey de los amonitas que sitió Jabes de Galaad, su nombre significa serpiente, él como condición de su entrega exigió que cada hombre de la ciudad perdiera su ojo derecho. Los habitantes de la desgraciada ciudad solicitaron una semana para ver si podían encontrar ayuda antes de satisfacer las demandas. Saúl, que recientemente había sido hecho rey, vino en su ayuda y derrotó a los amonitas (1Samuel 11:1-11).

Nahas era un tremendo rey y se ve orillado a hacer una alianza por miedo, note que este tipo de alianzas no se deben realizar, mucho cuidado con hacer alianzas que no son del espíritu. Note que este hombre lo que quería era quitarles el ojo derecho, al hacer esto los inactivaba para pelear.

Que terrible consecuencia les iba a traer esta alianza, Nahas los quería inhabilitar para que no se le sublevaran, cuidado con hacer alianzas con personas que te quieren quitar la visión de tu familia. No hagas alianza con agentes eternos que te quieren quitar la visión de la familia, si realizas este tipo de alianzas tendrás visión únicamente para el trabajo, pero como no tienen el ojo derecho, no tienen visión para la familia, necesitamos los dos ojos, para lo secular y familiar.

Los Nahas destruyen la familia, los planes familiares. Mucho cuidado con ellos.

2. SANSON: alianza sentimental en yugo desigual

Jueces 14:20 "Y la mujer de Sansón fue dada a su compañero, al cual él había tratado como su amigo."

Sansón, un ungido, realiza una alianza prohibidas con una mujer filistea, a él le estaba prohibido unirse a las filisteas, para él esto era un yugo desigual, se une a Dalila.  Sansón, llevó a cabo hazañas impresionantes las que revelan que poseía una fortaleza sobrehumana- durante la opresión filistea sobre Judá y Dan, poco antes de que Saúl llegara a ser rey de Israel. Aunque se le da el título de "juez", es tan diferente en carácter y actividades de los otros jueces que difícilmente se lo pueda comparar con los líderes mayores (Otoniel, Aod, Barac, Gedeón, Jefté) o con los menores (Tola, Jair, lbzán, Elón, Abdón). Poseía una fortaleza singular, mediante la cual llevaba a cabo hechos heroicos de extraordinario valor. Si su carácter moral hubiera estado a la altura de su fortaleza física, Dios lo habría usado poderosamente para librar a su pueblo.

Como consecuencia de su debilidad moral, fracasó y no cumplió plenamente la obra que Dios le había encomendado, y finalmente murió en cautiverio y sumido en la ignominia. Un ángel le anunció el nacimiento de Sansón a su madre, que era estéril, y al mismo tiempo le dio instrucciones con respecto a cómo debía criarlo y cuál sería la tarea que llevaría a cabo su hijo. Tenía que ser nazareo, y por eso se debía someter a ciertas restricciones (Jueces 13).

La familia de Sansón pertenecía a la tribu de Dan y vivía en Zora, en la región del valle, no lejos de donde moraban los filisteos. De allí que probablemente haya experimentado la dureza del opresor dominio de estos. Los hechos de Sansón que aparecen registrados se pueden dividir en 5 episodios, pero es necesario recordar que no toda su vida ni todos sus actos de heroísmo aparecen en la Biblia:

1. Después que Sansón, bajo la influencia del Espíritu de Dios, hubo llevado a cabo definidos actos de heroísmo (Jueces 13:25), se enamoró de una joven filistea de Timnat y se casó con ella. En la fiesta de bodas les presentó a sus huéspedes filisteos un acertijo que se basaba en la experiencia tenida con un león, al que había dado muerte. La incapacidad de estos para resolver el acertijo produjo una cantidad de complicaciones que desembocaron en su total enemistad con ellos. Más tarde entregaron a su esposa a otro hombre y él se vengó incendiando algunos campos y olivares enemigos. Cuando tomaron represalias quemando a su esposa y al padre de ella, Sansón dio muerte a muchos filisteos.

2. Luego Sansón encontró refugio en la "peña de Etam". Mientras se encontraba allí los filisteos invadieron Judá para vengarse de él. Temerosos de ellos, 3.000 habitantes de Judá fueron a buscar a Sansón para entregarlo a sus enemigos, y él convino con ellos para que lo ataran con ese fin. Pero cuando lo llevaron ante los filisteos, el Espíritu del Señor descendió sobre él y, después de romper las cuerdas con que lo habían atado, dio muerte a 1.000 de ellos y los demás huyeron. Cuando terminó la matanza estaba tan sedienta que tuvo miedo de morir, pero Dios respondió su oración y milagrosamente le proporcionó agua. Luego de este incidente su pueblo lo nombró juez (Jueces 15:9-20).

3. El siguiente acontecimiento que se registra lo presenta de nuevo como esclavo de sus inclinaciones carnales. Se fue a la fortaleza filistea de Gaza a visitar a una prostituta, poniéndose de este modo en manos de sus enemigos, quienes decidieron vengarse de él. Pero Sansón se fue de la casa de la mujer a medianoche, y cuando se encontró con la puerta cerrada de la ciudad, la arrancó de sus goznes y la llevó a la cima de la colina que se hallaba en dirección de Hebrón (Jueces 16:1-3).

4. Una vez más sus pasiones se adueñaron de él. Se enamoró de Dalila, una mujer del valle de Sorec. Al enterarse de esto, los filisteos le ofrecieron a ella una gran suma de dinero si averiguaba cuál era el secreto de su fuerza. Fallaron en 3 intentos para apoderarse de él, porque Sansón le dio a la mujer explicaciones engañosas acerca de su fortaleza sobrenatural y de cómo se lo podría debilitar. Pero finalmente cedió, y le reveló que su largo cabello, símbolo de su fuerza, nunca había sido cortado. Mientras dormía, Dalila se lo cortó y su fortaleza lo abandonó. Los filisteos lo capturaron, le sacaron los ojos y lo encerraron en la cárcel de Gaza (Jueces 16:4-21), donde lo pusieron a moler granos en un molino, para que así llevara a cabo la humillante tarea de un esclavo.

5. En ocasión de una gran fiesta filistea que se celebró en Gaza para ofrecer sacrificios al dios Dagón, trajeron a Sansón para exhibirlo en público en el templo. Este se encontraba lleno de gente y unos 3.000 más estaban en la terraza. Aparentemente Sansón conocía el edificio, porque había estado en Gaza antes. Aferrándose de las 2 columnas centrales que sostenían el techo, oró a Dios y pidió que le diera la fuerza necesaria para vengarse de la humillación sufrida a manos de los filisteos. Recurriendo a toda su fuerza, sacó las columnas de sus fundamentos, con el resultado de que el techo, sobrecargado, se derrumbó, dando muerte a una gran cantidad de los que estaban en la terraza, y sepultando a Sansón y a la mayor parte de los que se encontraban reunidos en el templo (Jueces 6:22-30).

Sansón realizó alianzas prohibidas cuando se unió a mujeres en yugo desigual, finalmente se une a Dalila quien lo hace perder la consagración y termina sin ojo (sin visión) sin fuerzas y como esclavo de los filisteos. Hay alianzas que no son del espíritu, (no os unáis en yugo desigual, 2 Corintios 2:14)

3. REY JOZAFAT Y OCOZIAS: alianza comercial por poder

2 Crónicas 20:35 "Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozias rey de Israel, el cual era dado a la impiedad: 20:36 e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber. 20:37 Entonces Eliezer hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozias, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis."

Josafat y Ocozias se unen, es decir el rey de Judá y el rey de Israel, los dos creían en el mismo Dios, solo que estaban divididos desde la época de Salomón, los dos creían en el mismo Dios pero había una característica diferente en uno de ellos, en Ocozias, y era la impiedad, era hijo de Acab y Jezabel, era un hijo dado a la impiedad y por eso Dios se enojó, él era un impío (alguien que conoció de Dios pero se apartó).-

Note que no podemos hacer alianzas de este tipo, pueden darse alianzas prohibidas en medio del pueblo de Dios, note que no debemos hacer negocios con todos los hermanos, Ocozias era elegido, era rey, pero no tenia piedad y por eso Jehová le destruiría sus obras y no pudieron ir a Tarsis a traer oro.

JOSAFAT, su nombre significa: «Jehová ha juzgado».

Era Rey de Judá. Fue un rey piadoso, adorando a Jehová, no buscando los baales, aunque el pueblo seguía sacrificando en los lugares altos (1 Reyes 22:44). Por ello, Dios otorgó una gran prosperidad al rey. Josafat tomó medidas para instruir al pueblo en la Ley de Jehová por las ciudades de Judá. El terror del Señor cayó sobre los reinos vecinos, y los árabes y filisteos se hicieron tributarios de Josafat. Puso guarniciones en las ciudades fuertes de su reino, e hizo la paz entre Israel y Judá.- Hizo finalmente desaparecer de Judá los lugares altos, y centralizó la adoración de Dios en Jerusalén, conforme a la Ley, destruyendo también a los sodomitas.

Después, mostrando su propensión a la alianza con la casa de Israel, emprendió una empresa comercial junto con Ocozías. Ocozías, significa «Jehová ha sostenido». Fue rey de Israel, sustituyó en el trono a su padre Acab.- Su reinado no duró más que dos años. Se unió a Josafat para equipar los navíos de Tarsis, con el fin de ir a buscar oro a Ofir. Sin embargo, no pudieron emprender la travesía, al naufragar en Ezión-geber. Ocozias propuso una segunda tentativa. Josafat, advertido por un profeta, no aceptó la propuesta. Después de la muerte de Acab, Moab se rebeló, pero Ocozias no hizo nada para volverlo a someter.

Note los desastres que nos pueden causas los Ocozias si hacemos alianza con ellos, Josafat hizo alianza comercial con él y fue un tremendo desastre.- Asóciese con Ocozias y se le va a caer su negocio.

TENGA MUCHO CUIDADO DE HACER ALIANZAS COMERCIALES CON LOS OCOZIAS, porque destruyen los negocios.

1 Corintios 5:10 "no absolutamente con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo."

Note lo que dice el apóstol Pablo de los Ocozias, son estirpe de:

·         inmoral

·         avaro

·         idolatra

·         difamador

·         borracho

·         estafador

 

Estos son los Ocozias, con ellos no se deben hacer alianzas. Note que no se puede hacer alianza con ellos, Josafat era un rey de Dios, prospero, bendecido y en orden, pero realizó alianza con un rey que carecía de piedad.

CONCLUSIONES:

Dios te va a bendecir, ten mucho cuidado con las alianzas que realices.  Cuando hagas una alianza permítele al Señor que la apruebe EL. Dice la palabra que cuando estén todos asociados (Salmo 133:1) allí enviara el Señor su bendición.  Tenemos que revisar nuestros planes porque hay planes que no son de Dios, deténgase a revisar las alianzas que usted ha realizado, porque algunas no son del espíritu.

LAS ALIANZAS PROHIBIDAS pueden hacerse por:

1. EL REY NAHAS: por miedo

1Samuel 11:1 "Después subió Nahas amonita, y acampó contra Jabes de Galaad. Y todos los de Jabes dijeron a Nahas: Haz alianza con nosotros, y te serviremos. 11:2 Y Nahas amonita les respondió: Con esta condición haré alianza con vosotros, que a cada uno de todos vosotros saque el ojo derecho, y ponga esta afrenta sobre todo Israel."

2. SANSON: sentimentales, en yugo desigual

Jueces 14:20 "Y la mujer de Sansón fue dada a su compañero, al cual él había tratado como su amigo."

3. REY JOZAFAT Y OCOZIAS: comerciales por poder

2 Crónicas 20:35 "Pasadas estas cosas, Josafat rey de Judá trabó amistad con Ocozias rey de Israel, el cual era dado a la impiedad: 20:36 e hizo con él compañía para construir naves que fuesen a Tarsis; y construyeron las naves en Ezión-geber.  20:37 Entonces Eliezer hijo de Dodava, de Maresa, profetizó contra Josafat, diciendo: Por cuanto has hecho compañía con Ocozias, Jehová destruirá tus obras. Y las naves se rompieron, y no pudieron ir a Tarsis"

Ministerios Ebenezer Honduras

 


martes, 17 de noviembre de 2020

SALVACIÓN (heb. yeµsûa>, gr. soµteµria)

 

Salvación (heb. yeµsûa>, gr. soµteµria)

I. En el Antiguo Testamento

El principal término heb. traducido “salvación” es yeµsûa> y los derivados correspondientes. Su significado básico es “introducir en un ambiente espacioso” (cf. Sal. 18.36; 66.12), pero tiene desde el comienzo el sentido metafórico de “liberación de toda limitación” y los medios para llegar a ella; e. d. liberación de los factores que constriñen y limitan. Puede referirse a liberación de una enfermedad (Is. 38.20; cf. vv. 9), de los problemas (Jer. 30.7), o de los enemigos (2 S. 3.18; Sal. 44.7). En la gran mayoría de las referencias Dios es el autor de la salvación. Así, Dios salva a su rebaño (Ez. 34.22); rescata a su pueblo (Os. 1.7) y sólo el puede salvarlos (Os. 13.10–14); no hay otro salvador aparte de él (Is. 43.11). Salvó a los padres de Egipto (Sal. 106.7–10), y a sus hijos de Babilonia (Jer. 30.10). Él es el refugio y el salvador de su pueblo (2 S. 22.3). Salva al pobre y al necesitado cuando no tienen otro que los ayude (Sal. 34.6; Job 5.15). En las palabras de Moisés, “estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy” (Ex. 14.13), tenemos la esencia misma del concepto veterotestamentario de la salvación. Así, conocer a Dios en alguna medida es conocerlo como Dios salvador (Os. 13.4), de modo que las palabras “Dios” y “Salvador” son virtualmente idénticas en el AT. El gran ejemplo normativo de la liberación salvífica divina es el éxodo (Ex. 12.40–14.31). La redención de la esclavitud egp. mediante la intervención de Dios en el mar Rojo fue determinante de toda la subsiguiente reflexión de Israel acerca de la naturaleza y la actividad de Dios. El éxodo fue el molde al cual se incorporó toda la subsiguiente interpretación del drama de la historia de Israel. Se lo expresaba con el canto en el culto (Sal. 66.1–7), se lo relataba (Dt. 6.20–24), se lo representaba en el ritual (Ex. 13.3–16). De manera que la noción de la salvación surgió del éxodo, estampada indeleblemente con la dimensión de los poderosos actos de liberación divina en la historia.

Este elemento profundamente significativo sirvió de base, a su vez, para una contribución veterotestamentaria aun mayor a la idea de la salvación cual es la escatología. La experiencia que tuvo Israel en cuanto a Dios como salvador en el pasado le permitió proyectar su fe hacia adelante, hacia la expectativa de su salvación plena y definitiva en el futuro. Precisamente porque Yahvéh se ha hecho conocer como Señor de todos, creador y sustentador de toda la tierra, y porque es un Dios justo y fiel, un día hará efectiva su total victoria sobre sus enemigos y salvará a su pueblo de todos sus males (Is. 43.11–21; Dt. 9.4–6; Ez. 36.22–23). En el período primitivo esta esperanza de salvación se centra más en la intervención histórica inmediata para la reivindicación de Israel (cf. Gn. 49; Dt. 33; Nm. 23s). En el período profético encuentra expresión en función de un “día de Yahvéh” en el cual el juicio habrá de combinarse con la liberación (Is. 24.19s; 25.6–8; Jl. 2.1s, 28–32; Am. 5.18s; 9.11s). La experiencia del exilio proporcionó tanto una imagen concreta como un marco concreto para la expresión de esta esperanza como un nuevo éxodo (Is. 43.14–16; 48.20s; 51.9s; cf. Jer. 31.31–34; Ez. 37.21–28; Zac. 8.7–13); pero los desalentadores y limitados resultados de la restauración proyectaron la esperanza hacia adelante nuevamente, y la transmutaron en lo que se ha denominado la escatológica-trascendental (Is. 64.1s; 65.17s; 66.22), la esperanza del >olaµm habba<, el nuevo mundo al final de la era presente, en el que el gobierno soberano y el carácter justo de Dios se manifestarán en todas las naciones.

Correspondería hacer referencia también a otros términos relacionados que la LXX vierte como soµteµria; en particular la raíz g<l, ‘redimir’, recuperar propiedad que ha ido a parar a manos ajenas, “volver a adquirir”, a menudo mediante compra. La persona que efectuaba dicha redención, o salvación, es el goµ<eµl, el ‘pariente-redentor’ (cf. Lv. 25.26, 32; Rt. 4.4, 6). Dios es el gran goµ<eµl de Israel (Ex. 6.6; Sal. 77.14s). Este uso es sinónimo de yeµsûa> en la última parte de Isaías (Is. 41.14; 44.6; 47.4). Aparecen como términos paralelos en Is. 43.1–2; 60.16; 63.9 (cf. TDNT 7, pp. 977–978).

Finalmente notamos que la actividad salvífica de Dios en el AT se amplía y se profundiza en función de un instrumento particular de esa salvación, el Mesías-Siervo. La salvación envuelve un agente, o salvador, aunque no necesariamente distinto de Yahvéh mismo. En general, aunque Yahvéh puede emplear agentes humanos particulares, o salvadores, en momentos históricos determinados (Gn. 45.7; Jue. 3.9, 15; 2 R. 13.5; Neh. 9.27), sólo él es el salvador de su pueblo (Is. 43.11; 45.21; Os. 13.4). Esta afirmación general, empero, requiere aclaración en el contexto del desarrollo de la esperanza de la salvación en el AT, donde en los cánticos del Siervo encontramos una encarnación personal de la salvación moral de Yahvéh, aun cuando nunca se hace referencia al Siervo como salvador en forma directa. La configuración corporativa está claramente presente aquí, pero la personificación del ministerio del Siervo está clara en el texto, y a la luz del cumplimiento neotestamentario no requiere defensas adicionales. En el cántico, Is. 49.1–6, aparece como instrumento de la salvación universal preparada por Dios (v. 6; cf. tamb. vv. 8). El cántico final, 52.13–53.12, no contiene el término, pero el concepto de la salvación está presente en todas partes en función de una liberación del pecado y sus consecuencias. Así, el AT nos ayuda a comprender, finalmente, que Dios salva a su pueblo mediante su Mesías-Salvador.

II. En el Nuevo Testamento

En el NT comenzamos con la observación general de que, en buena medida, el uso “religioso” de una liberación moral/espiritual se vuelve totalmente dominante en lo que respecta al concepto de la salvación. En el uso no religioso se limita virtualmente a salvar ante graves peligros de muerte (Hch. 27.20, 31; Mr. 15.30; He. 5.7).

a. Los evangelios sinópticos

Jesús menciona la palabra salvación una sola vez (Lc. 19.9), donde puede referirse ya sea a sí mismo como personificación de la salvación, impartiendo perdón a Zaqueo, o a aquello que se evidencia por la conducta transformada del publicano. Nuestro Señor, empero, usó la palabra “salvar” y otras afines para indicar primero lo que vino a hacer (por inferencia, Mr. 3.4; y por afirmación directa, Lc. 4.18; Mt. 18.11; Lc. 9.56; Mt. 20.28), y segundo, lo que se le exige al hombre (Mr. 8.35; Lc. 7.50; 8.12; 13.24; Mt. 10.22). Lc. 18.26, y el contexto, muestra que la salvación exige un corazón contrito, impotencia como del niño, dispuesta a recibir, y la renuncia a todas las cosas por amor a Cristo, condiciones todas que el hombre no puede cumplir por sí solo.

El testimonio de otros acerca de la actividad salvífica de nuestro Señor es tanto indirecta (Mr. 15.31) como directa (Mt. 8.17). Está también el testimonio de su propio nombre (Mt. 1.21, 23). Estos variados usos sugieren en conjunto que la salvación estaba presente en la persona y el ministerio de Cristo, y especialmente en su muerte.

b. El cuarto evangelio

Esta doble verdad la subraya el cuarto evangelio, en el que cada capítulo sugiere diferentes aspectos de la salvación. Así, en 1.12s los hombres se convierten en hijos de Dios al confiar en Cristo; en 2.5 la situación se soluciona al hacer “todo lo que os dijere”; en 3.5 el nuevo nacimiento por el Espíritu es esencial para entrar en el reino, pero 3.14, 17 deja en claro que esa nueva vida no es posible aparte de la fe en la muerte de Cristo, sin la cual los hombres ya están sujetos a condenación (3.17); en 4.22 la salvación es de los judíos—por revelación históricamente canalizada por medio del pueblo de Dios—y es un regalo que interiormente transforma y capacita a los hombres para la adoración.

En 5.14 el que ha sido sanado no debe volver a pecar, no sea que le ocurra algo peor; en 5.39 las Escrituras dan testimonio de que hay vida (= salvación) en el Hijo, a quien le han sido encomendados la vida y el juicio; en 5.24 los creyentes ya han pasado de muerte a vida; en 6.35 Jesús declara que él es el pan de vida, a quien únicamente deben acudir los hombres (6.68) en busca de las vivificantes palabras de vida eterna; en 7.39 el agua es símbolo de la vida salvífica del Espíritu que había de venir después que Jesús fuese glorificado.

En 8.12 el evangelista indica la seguridad que ofrece la guía de la luz y en los vv. 32, 36 la libertad que se adquiere por medio de la verdad que reside en el Hijo; en 9.25, 37, 39 la salvación es visión espiritual; en 10.10 el ingreso en el disfrute de la seguridad y la vida abundante del redil y del Padre es por medio de Cristo; en 11.25s la vida de resurrección pertenece al creyente; en 11.50 (cf. 18.14) el propósito salvador de su muerte se describe inconscientemente; en 12.32 Cristo, levantado en su muerte, atrae a los hombres hacia sí; en 13.10 el lavado inicial del Señor significa salvación (“está todo limpio”); en 14.6 Cristo es el camino vivo y verdadero a las moradas del Padre; en 15.5 el permanecer en él, la Vid, es el secreto de los recursos vitales; en 16.7–15 por amor a Cristo el Espíritu se hará cargo de los obstáculos a la salvación y hará los preparativos para su realización; en 17.2–3, 12 el Señor guarda y cuida a los que tienen conocimiento del Dios verdadero y de su Hijo; en 19.30 se lleva a cabo la salvación; en 20.21–23 las palabras de paz y perdón acompañan la entrega del don del Espíritu; en 21.15–18 su amor reconciliador vuelve a inyectar amor en su seguidor y lo rehabilita para el servicio.

c. Los Hechos

Hechos traza la proclamación (cf. 16.17) de la salvación en el impacto que produce, primero en las multitudes que escuchan la exhortación a que sean “salvos de esta perversa generación” (2.40) mediante el arrepentimiento (que es también don de Dios y parte constitutiva de la salvación, 11.18), la remisión de pecados, y la recepción del Espíritu Santo; luego en un individuo enfermo, ignorante de su verdadera necesidad, que es sanado por el nombre de Jesús, el único nombre en el que podemos ser salvos; y tercero, en la familia de aquel que preguntó “¿qué debo hacer para ser salvo?” (16.30ss).

d. Las epístolas paulinas

Pablo sostiene que las Escrituras “pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús” (2 Ti. 3.15ss) y que proporcionan los ingredientes esenciales para el disfrute de una salvación plena. Ampliando y aplicando el concepto veterotestamentario de la justicia divina, que ya anticipaba la justicia salvífica del NT, Pablo demuestra que no hay salvación alguna por medio de la ley, ya que ella sólo podía indicar la presencia, y suscitar la actividad reaccionaria, del pecado y cerrarle la boca a los hombres dada su culpabilidad ante Dios (Ro. 3.19; Gá. 2.16). La salvación se proporciona como libre don del justo Dios obrando en gracia para con el indigno pecador que, por el don de la fe, confía en la justicia de Cristo, que lo ha redimido por medio de su muerte y lo ha justificado con su resurrección. Dios, por amor a Cristo, justifica al pecador (e. d. le acredita la perfecta justicia de Cristo y lo acepta como si no hubiese pecado), perdona su pecado, lo reconcilia consigo mismo en y mediante Cristo, “haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (2 Co. 5.18; Ro. 5.11; Col. 1.20), lo adopta como miembro de su familia (Gá. 4.5s; Ef. 1.13; 2 Co. 1.22), poniendo el sello, las arras, las primicias de su Espíritu en su corazón, y de este modo haciendo de él una nueva creación. Por el mismo Espíritu los subsiguientes recursos de la salvación lo capacitan para andar en novedad de vida, mortificando crecientemente los hechos de la carne (Ro. 8.13), hasta que en última instancia es conformado a Cristo (Ro. 8.29) y su salvación es consumada en la gloria (Fil. 3.21).

e. La Epístola a los Hebreos

La “gran” salvación de la Epístola a los Hebreos trasciende los anuncios veterotestamentarios sobre la salvación. En el NT la salvación se describe con el lenguaje de los sacrificios; las tantas veces repetidas ofrendas del ritual veterotestamentario que se ocupaban principalmente de los pecados no premeditados y sólo proporcionaban una salvación superficial son remplazadas por el sacrificio único de Cristo, siendo él mismo tanto el Sacerdote de nuestra salvación como la ofrenda salvífica (He. 9.26; 10.12). El derramamiento de su sangre vital en la muerte efectúa la expiación, de modo que en lo sucesivo el hombre, con la conciencia purificada, puede entrar en la presencia de Dios en las condiciones del nuevo pacto, ratificado por Dios mediante su Mediador (He. 9.15; 12.24). Hebreos, que tanto recalca la forma en que Cristo encara la cuestión del pecado mediante su sufrimiento y su muerte a fin de proporcionar la salvación eterna, anticipa su segunda venida, no ya para ocuparse del pecado, sino para consumar la salvación de su pueblo y, presumiblemente, la gloria consiguiente que les corresponde (9.28).

f. La Epístola de Santiago

Santiago enseña que la salvación no es por “fe” solamente sino también por “obras” (2.24). Su intención es desilusionar a todo el que se apoya para su salvación en el mero reconocimiento intelectual de la existencia de Dios, sin un cambio de corazón que de por resultado obras de justicia. No descuenta la verdadera fe, sino que pide que su presencia la evidencie una conducta que a su vez ponga de manifiesto las energías salvíficas de la verdadera religión obrando por medio de la Palabra de Dios implantada en la persona. Le preocupa tanto como el que más el hacer volver al pecador del error de su camino y salvar su alma de la muerte (5.20).

g. 1 y 2 Pedro

1 Pedro destaca, en forma semejante a Hebreos, lo costoso de la salvación (1.19), que fue buscada y predicha por los profetas pero es ahora realidad presente para los que, como ovejas extraviadas, han vuelto al Pastor de sus almas (2.24s). Su aspecto futuro es conocido por los que “sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada” (1 P. 1.5).

En 2 Pedro la salvación comprende el escapar de la corrupción que existe en el mundo por la lascivia haciéndonos partícipes de la naturaleza divina (1.4). En el contexto del pecado el creyente ansía los nuevos cielos y la nueva tierra en los que mora la justicia, pero reconoce que la postergación de la parusía se debe a la paciencia de su Señor, paciencia que forma parte, ella misma, de la salvación (3.13, 15).

h. 1, 2 y 3 Juan

Para 1 Juan el lenguaje de los sacrificios en Hebreos es adecuado. Cristo es nuestra salvación al ser él la propiciación por nuestros pecados, como exteriorización del amor de Dios. Es Dios en su amor, manifestado en la sangre derramada de Cristo, el que cubre nuestros pecados y nos purifica. Como en el cuarto evangelio, la salvación se concibe en función del hecho de nacer de Dios, de conocer a Dios, de poseer vida eterna en Cristo, de vivir en la luz y la verdad de Dios, de morar en Dios y saber que él mora en nosotros mediante el amor por su Espíritu (3.9; 4.6, 13; 5.11). 3 Juan tiene una significativa oración en la que pide prosperidad y salud corporal (bienestar natural) generales para acompañar la prosperidad del alma (v. 2).

i. La Epístola de Judas

Judas 3, al referirse a la “común salvación”, está pensando en algo semejante a la “común fe” de Tit. 1.4, y la vincula con la “fe” (cf. Ef. 4.5) por la que tienen que contender los creyentes. Esta salvación comprende los privilegios, verdades, demandas y experiencias salvíficos comunes a sus muy diversos lectores. En los vv. 22s insta a hacer conocer urgentemente esta salvación a diversos grupos de personas que tienen dudas, que se encuentran en grave peligro, y que están sumergidas en la degradación.

j. El Apocalipsis

Apocalipsis reitera el tema (de 1 Jn.) de la salvación como liberación o limpieza del pecado en virtud de la sangre de Cristo, y la constitución de los creyentes en sacerdoctes reales (1.5s). De un modo que recuerda al Salmista, el vidente, en actitud de adoración, atribuye la salvación en toda su amplitud a Dios (7.10). Los últimos capítulos del libro pintan la salvación en función de las hojas del árbol de la vida que son para la sanidad de las naciones, árbol al cual, como en el caso de la ciudad de la salvación, se concede admisión únicamente a aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.

 

III. Relación con otras perspectivas de la salvación

a. Los esenios

Considerable atención se le ha prestado a partir del descubrimiento de los rollos del mar Muerto (1947 en adelante) a este movimiento monástico dentro del judaísmo (* Mar Muerto, Rollos del), y se han hecho diversos intentos de evaluar su contribución a los orígenes neotestamentarios. Por lo que hace a la doctrina de la salvación los esenios de Qumrán compartían el sentido bíblico de la pecaminosidad intrínseca del hombre aparte de Dios, y un notable pasaje (1QS 11.9s; cf. tamb. el Himno de acción de gracias) se aproxima mucho a la doctrina neotestamentaria de la salvación en el sentido de absolución por la acción de la justicia de Dios, de la salvación mediante la confianza total en la gracia y misericordia de Dios. Sin embargo, esto no debe resultar enteramente sorprendente, teniendo en cuenta la deuda de los integrantes de Qumrán para con el salterio y los grandes profetas veterotestamentarios. Sería un error destacar excesivamente los puntos de correspondencia; en otros puntos el paralelo con la enseñanza neotestamentaria es mucho más tenue. El universalismo del evangelio cristiano falta totalmente; la salvación no es por cierto para la masa común de los pecadores. Lo que entendía Qumrán en cuanto al Siervo sufriente de Is. 53 es tema de discusión, pero parecería que la profecía se consideraba cumplida en el consejo interno (soÆd_) de la comunidad. Tampoco se puede eludir enteramente el simple hecho de que no hay una sola referencia clara a los esenios en todo el NT.

b. El gnosticismo

No hay acuerdo sobre la fecha precisa de la enseñanza gnóstica, y el intento de demostrar la dependencia cristiana con respecto a las ideas gnósticas constituye hoy una empresa claramente dudosa. No obstante, hay indicaciones en el NT (cf. 1 y 2 Co.; Col.; 1 y 2 Ti.; Tit.; 1 Jn.; Ap.) de que la iglesia primitiva tuvo que distinguir su doctrina de la salvación de las nociones que aparecían incorporadas en doctrinas gnósticas posteriores. En esencia el gnóstico proclamaba la salvación por un conocimiento inmediato de Dios. Este conocimiento era intelectual, por oposición al conocimiento moral, y esotérico en cuanto estaba limitado al círculo elitista de los iniciados. El gnosticismo también enseñaba un dualismo de alma y cuerpo, en el que sólo lo primero resultaba significativo para la salvación; y una jerarquía de intermediarios espirituales y angélicos entre Dios y el hombre. La salvación era la vía de escape del predominio de fuerzas astrológicas y pasiones humanas extrañas mediante el “conocimiento”, en respuesta a un “llamado” del mundo divino expresado en el titulado “mito gnóstico-redentor”, la leyenda del hombre de los cielos que bajó del mundo de la luz celestial para “salvar” a los hombres “caídos” impartiéndoles este conocimiento secreto.

Como ya se ha sugerido, el intento de ubicar una perspectiva de esta naturaleza en el período precristiano y en consecuencia considerar que ella subyace a las nociones salvíficas del NT está lejos de poder demostrarse. Las evidencias son mucho más compatibles con el punto de vista de que, en la atmósfera religiosa sincretista de la época, ciertas tendencias gnósticas latentes fueron unidas en los ss. II y III a los motivos salvíficos cristianos para producir las doctrinas de las sectas gnósticas que hemos bosquejado arriba, y acerca de las cuales nos enteramos por escritores tales como Ireneo en el período posterior al neotestamentario. Por oposición a formas incipientes de tales nociones sobre la salvación los escritores bíblicos recalcan el alcance universal de la oferta de salvación que hace Dios, su carácter esencialmente moral, la verdadera humanidad y deidad del Mediador, y la centralización de la salvación en los actos históricos de Dios en torno al nacimiento, la vida, la muerte, y la resurrección de Jesucristo (cf. las secciones del NT citadas arriba).

c. Las religiones de misterio

Otro punto en el que los escritores neotestamentarios tuvieron que distinguir su doctrina de la salvación de las ideas corrientes es en relación con los cultos de misterio. Este fenómeno del ss. I era una combinación de elementos helenísticos y orientales que tuvieron su origen en antiguos ritos de fertilidad. Pretendían ofrecer “salvación” del destino o la suerte, y una vida más allá de la tumba libre de las condiciones insatisfactorias y opresivas del presente. La salvación se lograba mediante la meticulosa realización de ciertos rituales cúlticos. En algunos puntos aparece un lenguaje similar al del NT. A los iniciados se les podía llamar “nacidos de nuevo para la vida eterna”. Algunas deidades cúlticas tales como Dionisos adquirieron el título de “Señor y Salvador”. Se han alegado vínculos con la teología cristiana, particularmente en el nivel sacramental, por cuanto se conocían las ilustraciones sagradas, o ceremonias de purificación, y la idea de la unión con los dioses en una comida solemne. No obstante, incluso con un examen superficial las diferencias con el mensaje cristiano y la vida de las comunidades cristianas primitivas son claras y obvias. En las religiones de misterio la salvación era esencialmente no moral. Del fiel “salvo” no se esperaba que fuese mejor que su vecino pagano, y tampoco lo era en la mayoría de los casos. El elemento racional ocupaba un lugar mínimo; no había grandes actos salvíficos, y por consiguiente tampoco grandes afirmaciones teológicas sostenidas en común.

Los pretendidos paralelos con la enseñanza bautismal y eucarística cristianas (paulinas) tampoco tienen fundamento, como se ha demostrado con bastante claridad; las evidencias indican más bien la deuda del apóstol para con la historia bíblica de la salvación centrada en el portentoso acto redentor de Dios en Jesucristo.

d. El culto imperial

El antiquísimo espejismo de la salvación por medio del poder y la organización políticos se reflejaba en el ss. I en el culto imperial. El mito de un Rey-Dios que fuera salvador y benefactor de su pueblo aparece muy difundido en diversas formas en el mundo antiguo, particularmente en Oriente. En Roma el ímpetu dado a los cultos oficiales surgió de la carrera de Augusto, quien después de Accio en el 31 a.C. estableció la Pax Romana, una edad de oro de paz tras décadas de matanzas sangrientas. Comúnmente se lo nombraba como soµteµr, ‘Salvador del mundo’, y por su vínculo con Julio César, “Hijo de Dios”. Aun en el caso de Augusto, sin embargo, se impone cierto grado de precaución, por cuanto está demostrado que el título soµteµr de ningún modo estaba limitado al emperador, y tampoco estuvo siempre investido de plenas inferencias orientales. Los sucesivos emperadores del ss. I evidenciaron variados grados de entusiasmo por lo que se afirmaba con respecto a ellos en el culto oficial. Calígula, Nerón, y Domiciano por cierto que tomaban en serio su statu divino, y este hecho puede hasta cierto punto explicar algunas instancias en que se usa el título en relación con Jesucristo y el Padre en el NT (cf. 1 Ti. 1.1; 4.10; Tit. 1.3; 3.4; 1 Jn. 4.14; Jud. 25; Ap. 7.10; 12.10; 19.1).

e. Síntesis

En general, aun cuando hay paralelos claros en lo que hace a lenguaje, la dependencia de la doctrina de la salvación cristiana con respecto a estos movimientos contemporáneos no ha sido demostrada de ninguna manera. Por cierto que al intentar comunicar el evangelio a sus contemporáneos los predicadores y escritores neotestamentarios no tenían reparos en traducir el mensaje, incluido el lenguaje de la salvación, a los patrones conceptuales del ss. I, pero el verdadero origen y justificativo de su lenguaje salvífico se encuentra fuera de dicho mundo, en la tradición de la historia salvífica del AT, centrada y cumplida en la persona y la misión de Jesucristo.

IV. La salvación bíblica: síntesis

1. La salvación es un hecho histórico. La perspectiva veterotestamentaria de la salvación como producto de la intervención divina en la historia recibe pleno apoyo en el NT. A diferencia del gnosticismo, el hombre no se salva mediante la sabiduría; a diferencia del judaísmo, el hombre no se salva haciendo mérito en lo moral y lo religioso; a diferencia de los cultos helenísticos de misterio, el hombre no se salva mediante la adquisición de técnicas para la realización de prácticas religiosas; a diferencia de Roma, la salvación no ha de ser equiparada con el orden político o la libertad política. El hombre se salva mediante la acción de Dios en la historia en la persona de Jesucristo (Ro. 4.25; 5.10; 2 Co. 4.10s; Fil. 2.6s; 1 Ti. 1.15; 1 Jn. 4.9–10, 14). Si bien el nacimiento, la vida, y el ministerio de Jesús no dejan de tener su importancia, lo que se destaca es su muerte y resurrección (1 Co. 15.5s); somos salvos por la sangre de su cruz (Hch. 20.28; Ro. 3.25; 5.9; Ef. 1.7; Col. 1.20; He. 9.12; 12.24; 13.12; 1 Jn. 1.7; Ap. 1.5; 5.9). En la medida en que se proclama dicho mensaje y los hombres lo oyen y responden con fe, la salvación de Dios les es anunciada (Ro. 10.8, 14s; 1 Co. 1.18–25; 15.11; 1 Ts. 1.4s).

2. La salvación tiene carácter moral y espiritual. La salvación tiene relación con la liberación del pecado y sus consecuencias y, por consiguiente, de la conciencia de culpa (Ro. 5.1; He. 10.22), de la ley y su maldición (Gá. 3.13; Col. 2.14), de la muerte (1 P. 1.3–5; 1 Co. 15.51–56), del juicio (Ro. 5.9; He. 9.28); también del temor (He. 2.15; 2 Ti. 1.7, 9s), y la esclavitud (Tit. 2.11–3.6; Gá. 5.1s). Es importante indicar las consecuencias negativas de esto, e. d. lo que la salvación cristiana no incluye. La salvación no incluye necesariamente la prosperidad material ni el éxito mundano (Hch. 3.6; 2 Co. 6.10), como tampoco promete salud física ni bienestar. Es preciso tener cuidado de no exagerar justamente este aspecto negativo, ya que ha habido y hay actualmente curaciones realmente notables, y la capacidad para realizar curaciones es un don que el Espíritu ha dado a la Iglesia (Hch. 3.9; 9.34; 20.9s; 1 Co. 12.28). Pero no en todos los casos se producen las curaciones, y por lo tanto no constituye en ningún sentido un “derecho” de la persona que es salva (1 Ti. 5.23; 2 Ti. 4.20; Fil. 2.25s; 2 Co. 12.7–9). Más aun, la salvación no inmuniza contra penurias y peligros físicos (1 Co. 4.9–13; 2 Co. 11.23–28), ni tampoco, quizá, contra hechos aparentemente trágicos (Mt. 5.45 [?]). No significa que el creyente se verá libre de injusticias sociales y malos tratos (1 Co. 7.20–24; 1 P. 2.18–25).

3. La salvación es escatológica. Existe el peligro de definir el sentido de la salvación en forma demasiado negativa. Aquí recordamos la admisión hecha más arriba en cuanto a la escasez de referencias a la salvación en labios de Jesús. La categoría central de Jesús era el reino de Dios, la manifestación del gobierno soberano de Dios. En Ap. 12.10, sin embargo, la salvación y el reino virtualmente se equiparan. Para el autor de Apocalipsis, como también para Jesús, la salvación es equivalente a la vida sujeta al reinado de Dios, o, como aparece en el testimonio del cuarto evangelio, la vida eterna. Por lo tanto, la salvación reúne en sí todo el contenido del evangelio. Ella incluye la liberación del pecado y todas sus consecuencias y, en lo positivo, el otorgamiento de toda bendición espiritual en Cristo (Ef. 1.3), el don del Espíritu Santo, y la vida de bendición en la era futura. Esta perspectiva futura es crucial (Ro. 8.24; 13.11; 1 Co. 3.5; Fil. 3.20; He. 1.14; 9.28; 1 P. 1.5, 9). Todo lo que se sabe acerca de la salvación ahora no es más que preliminar, anticipo de la plenitud de la salvación que está a la espera de la plenitud del reino en el momento de la parusía del Señor.

(* Expiación; * Eleccíon; * Perdón; * Justificacíon; * Santificación; * Pecado; * Gracia; * Reconciliación.)

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