¡BIENAVENTURANZAS
vs. AYES!
Desde que nosotros éramos espíritus y habitábamos en una preexistencia pasada se nos ha presentado delante la facultad de escoger entre 2 alternativas, la una buena y la otra mala. Esas alternativas han representado siempre un camino: el camino del bien y el camino del mal, el camino de vida y el camino de muerte, el camino del conocimiento del bien y del mal, y el camino de la vida (Gn.2:9), y así, a lo largo de toda la Palabra se puede notar que Dios siempre nos da a escoger entre una u otra cosa.
Ahora
se nos presentan nuevamente 2 alternativas, una el ser llamado bienaventurado y
la otra el ser tenido por indigno y por lo tanto tener que sufrir y
lamentarnos.
Este
estudio va con el objetivo de efectuar una comparación entre las cosas que
Jesús dijo en el capítulo número 5 de Mateo y aquellas que menciona más
adelante en el capítulo 23 del mismo evangelio, las cuales fueron dichas por
Jesús y escritas por uno de sus discípulos para que nosotros sepamos elegir lo
bueno y no caer en un legalismo humanista con lo que solamente alcanzaríamos
condenación, como lo veremos seguidamente.
A
continuación se presentan algunos términos que pueden servir de referencia para
el estudio que estamos realizando, los cuales se han constituido en puntos de
apoyo importantes para el desarrollo de este tema.
FARISEO: Empezaremos diciendo que la
palabra Fariseo encierra en sí misma un concepto de RELIGIOSIDAD, de
TRADICIONALISMO (malo), un SEPARATISTA y SECTARISTA, es decir alguien
que presenta una apariencia falsa de sí mismo.
BIENAVENTURADO: Por otro lado, vemos que el
bienaventurado es mencionado en algunas versiones de la Biblia como "DICHOSO",
"FELIZ", a veces se ha traducido también como alguien 3
VECES DICHOSO (una para el espíritu, una para el alma y otra para el
cuerpo), en resumen alguien INTEGRALMENTE FELIZ.
AY!
Algunos diccionarios hacen referencia a este término como una interjección de
dolor, de pena, de sufrimiento, a la vez que expresa en su sentido más amplio
un suplicio muy fuerte que en algunos idiomas no tiene una adecuada traducción,
es decir un DOLOR EXTREMO.
Tomando
como referencia estos aspectos y volviendo al tema introductorio vale la pena
mencionar que en el caso de Mat. 5 las BIENAVENTURANZAS que menciona
Nuestro Señor Jesucristo dan inicio en el versículo 3, sugiriendo con esto que
vamos a ser llamados plenamente bienaventurados cuando alcancemos la PLENITUD
que Dios ha preparado para nosotros (3 es un número que representa plenitud).
Muy al contrario en Mat. 23, que los AYES son mencionados desde el versículo
13, proponiendo de alguna manera que al alcanzar la calidad de REBELDE, se
convertirá automáticamente en un dolor intenso para aquel que tal haga. (13 es
número que significa rebelión)
Según
Deut. 33:3 (v. RV 60) nosotros nos encontrábamos gozando del Reino de los
Cielos en la mano del Señor y que por lo tanto se propuso delante de nosotros
un camino por el cual debíamos caminar, para de esta manera cerrar el círculo
aquí en la tierra y alcanzar en el futuro no lejano nuevamente el Reino de los
Cielos. Es por ello que dice el Salmo 23 (parte final, versión de las Américas)...
A la casa del Señor volveré. Es decir que venimos a esta tierra para escoger.
Cuál camino vas tú a elegir? El círculo
que se detalla a continuación muestra claramente los pasos necesarios para
alcanzar el Reino de los Cielos nuevamente, pero también muestra aquellas
andadas que parecieran llevar hacia este Reino, pero que su fin es de
condenación.
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